2009 ha sido una mierda. Bueno, estas cosas son un poco personales y según a quién preguntes te dirán una cosa u otra. Para mi ha sido una mierda.
Entre las cosas buenas, que las hay y muchas, están la mayor parte de discos que he compartido aquí con todos los que habéis querido leerme. Vosotros también estáis entre lo bueno, por supuesto.
Para huir de ese 2009 y entrar con fuerza en 2010 voy a golpear fuerte con la suela de mis botas el asfalto de Nueva York, y lo voy a hacer de mano del gran Steve Earle, con la canción que más ha sonado en mi iPod este año.
La forma de entonar y declamar de Earle y el precioso estribillo doblado por su mujer, la cantante Allison Moorer, son un prodigio de expresividad. El tema es perfecto con sólo unos pocos acordes y la fuerte personalidad de un cantautor irrepetible
Buen 2010 a todos.
but life goes on down here below
and all us mortals struggle so
we laugh and cry and live and die
that's how it goes
for all we know
down here below
jueves, 31 de diciembre de 2009
lunes, 28 de diciembre de 2009
Miles Davis - Sings & Plays His Favourites - Christmas Carols
El frío nos trae la reedición de una rareza grabada por Miles Davis poco antes de morir. Publicado originalmente por la división japonesa de Warner, Miles dio rienda suelta a su espíritu navideño reinterpretando varios villancicos y canciones navideñas, atreviéndose incluso a cantar cuatro de ellos. Ahora, casi 20 años después, este disco se reedita en todo el mundo.
Parte de la producción corrió a cargo del popular Babyface, lo que da una idea de la dirección del proyecto. El disco tiene algunos momentos decentes pero en general es bastante hortera, aunque no deja de ser una curiosidad que no puede faltar en la discoteca de cualquier mitómano.
A destacar un curioso solo en el que Marcus Miller toca con técnica slap y las colaboraciones de Jan Garbarek y Eddie Van Halen en "Santa Claus Is Comig To Town" y "White Christmas" respectivamente.
Parte de la producción corrió a cargo del popular Babyface, lo que da una idea de la dirección del proyecto. El disco tiene algunos momentos decentes pero en general es bastante hortera, aunque no deja de ser una curiosidad que no puede faltar en la discoteca de cualquier mitómano.
A destacar un curioso solo en el que Marcus Miller toca con técnica slap y las colaboraciones de Jan Garbarek y Eddie Van Halen en "Santa Claus Is Comig To Town" y "White Christmas" respectivamente.
sábado, 26 de diciembre de 2009
Jorge Pardo - Vientos Flamencos 2 (2009)
Hay quién se pregunta si Jorge Pardo es un músico de flamenco que toca jazz o un músico de jazz que toca flamenco. Ni una cosa ni la otra; como los grandes, Pardo es un músico de los que ya casi no quedan, genuino y completo. Etiquetar su arte es como intentar poner puertas al campo. Eso no quiere decir que se incline a voluntad hacia uno u otro estilo, como demuestra en este y otros cuantos discos.
El flamenco es la premisa principal de Vientos Flamencos 2, pero en este disco hay música, mucha música y mucho arte. Variada, sin etiquetas y muy personal. Tal y como es Jorge Pardo.
De lo mejorcito que se ha publicado este año en nuestro país. Dale al play y compruébalo.
Consíguelo en Flamenco-World.com
El flamenco es la premisa principal de Vientos Flamencos 2, pero en este disco hay música, mucha música y mucho arte. Variada, sin etiquetas y muy personal. Tal y como es Jorge Pardo.
De lo mejorcito que se ha publicado este año en nuestro país. Dale al play y compruébalo.
Consíguelo en Flamenco-World.com
viernes, 25 de diciembre de 2009
Peter Brötzmann / Paal Nilssen-Love / Mats Gustafsson - The Fat Is Gone (2006)
Era la mañana del día de navidad, y en la casa se respiraba un delicioso y cálido ambiente. El café humeante y la ventana por la que, a lo lejos, se veían las montañas nevadas, provocaban una sensación casi perfecta.
"Sólo me hace falta un poco de música", pensó él, y se apresuró a poner a Peter Brötzmann, Paal Nilssen-Love y Mats Gustafsson a toda pastilla.
¡Feliz navidad a todos!
Nota:Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
"Sólo me hace falta un poco de música", pensó él, y se apresuró a poner a Peter Brötzmann, Paal Nilssen-Love y Mats Gustafsson a toda pastilla.
¡Feliz navidad a todos!
Nota:Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
jueves, 24 de diciembre de 2009
Fats Waller - If You Got to Ask, You Ain't Got It! (1926-1943)
¿Problemas decidiendo tu música para esta noche? ¿Harto de mirar entre tus discos buscando una banda sonora adecuada para la víspera de navidad? ¡Tranquilo! Un día más, un disco más tiene la solución.
Si buscas algo que escuchar esta noche, la pases en famila, solo, con amigos o como sea, no hay nada mejor que Fats Waller. Encontrarás pocas cosas tan cálidas, swingantes y llenas de buen rollo.
Para mi, una de las mejores selecciones musicales que se pueden disfrutar en navidad.
¡Felices fiestas a todos!
Si buscas algo que escuchar esta noche, la pases en famila, solo, con amigos o como sea, no hay nada mejor que Fats Waller. Encontrarás pocas cosas tan cálidas, swingantes y llenas de buen rollo.
Para mi, una de las mejores selecciones musicales que se pueden disfrutar en navidad.
¡Felices fiestas a todos!
martes, 22 de diciembre de 2009
The David Liebman Trio feat. Jesse Van Ruller - Lieb Plays Weill (2008)
No hay año en que David Liebman no se saque de la manga un nuevo proyecto, acompañado generalmente de un disco estupendo. 2009 no ha sido menos: el fabuloso saxofonista ha editado hace pocos meses Lieb Plays Weill, en el que rinde homenaje al compositor Kurt Weill.
Liebman se mantiene fiel a todas sus constantes, siendo personal, variado y original a la hora de arreglar y tocar cada composición. Escuchen, si no me creen, su excelente versión de un tema tan trillado como "Mack The Knife".
Colabora el guitarrista Jesse Van Ruller, sin quitar el aliento pero con solvencia y Liebman tira de de sus habituales saxos tenor, soprano y flauta de madera, además de alguna pieza al piano, instrumento en el que no se prodiga demasiado.
Liebman se mantiene fiel a todas sus constantes, siendo personal, variado y original a la hora de arreglar y tocar cada composición. Escuchen, si no me creen, su excelente versión de un tema tan trillado como "Mack The Knife".
Colabora el guitarrista Jesse Van Ruller, sin quitar el aliento pero con solvencia y Liebman tira de de sus habituales saxos tenor, soprano y flauta de madera, además de alguna pieza al piano, instrumento en el que no se prodiga demasiado.
lunes, 21 de diciembre de 2009
Andrew Drury - My Fingers Will Be Your Tears (2004, ed.2009)
No es la primera vez que escribo sobre Andrew Drury, un batería, percusionista y profesor que se caracteriza por su enorme creatividad. En diciembre de 2004 Drury grabó en directo en el Roulette de Nueva York varias composiciones suyas acompañándose de dos músicos excepcionales.
Briggan Krauss es más conocido como saxofonista del supergrupo Sex Mob, pero es un grandísimo improvisador con un montón de grabaciones destacables. Myra Melford es algo más popular (teniendo en cuenta que hablamos de vanguardia) y ha demostrado ser una de las mejores pianistas de su generación.
Lo que hacen estos tres juntos es un prodigio de espontaneidad, intuición e inventiva. Creación en estado puro que ha tenido que esperar hasta este año para ver la luz. Mas vale tarde que nunca.
Briggan Krauss es más conocido como saxofonista del supergrupo Sex Mob, pero es un grandísimo improvisador con un montón de grabaciones destacables. Myra Melford es algo más popular (teniendo en cuenta que hablamos de vanguardia) y ha demostrado ser una de las mejores pianistas de su generación.
Lo que hacen estos tres juntos es un prodigio de espontaneidad, intuición e inventiva. Creación en estado puro que ha tenido que esperar hasta este año para ver la luz. Mas vale tarde que nunca.
sábado, 19 de diciembre de 2009
Lucien Dubuis Trio & Marc Ribot - Ultime Cosmos (2009)
El trío de jovenes suizos liderado por Lucien Dubuis se lo ha montado estupendamente: fichar al gran Marc Ribot como cuarto miembro en su nuevo disco ha sido más que un acierto.
No es la primera vez que digo de Ribot que es mi guitarrista vivo favorito y supongo que eso puede nublar mi juicio, pero Ultime Cosmos me ha sonado genial. Ni es el colmo de la originalidad ni un disco imprescindible, pero suena vibrante, joven y divertido.
El cóctel que preparan Dubuis y Ribot tiene partes de jazz, punk, rock o free, debe mucho a John Zorn y, aunque el trío todavía está un poco verde, lo compensa con descaro y mala leche. Sobra decir que Ribot está genial.
Complementa el CD un jugoso DVD con un documental, ensayos y alguna grabación en directo. Merece la pena, y mucho.
A ver si Sergio Merino se los trae a tocar por aquí.
No es la primera vez que digo de Ribot que es mi guitarrista vivo favorito y supongo que eso puede nublar mi juicio, pero Ultime Cosmos me ha sonado genial. Ni es el colmo de la originalidad ni un disco imprescindible, pero suena vibrante, joven y divertido.
El cóctel que preparan Dubuis y Ribot tiene partes de jazz, punk, rock o free, debe mucho a John Zorn y, aunque el trío todavía está un poco verde, lo compensa con descaro y mala leche. Sobra decir que Ribot está genial.
Complementa el CD un jugoso DVD con un documental, ensayos y alguna grabación en directo. Merece la pena, y mucho.
A ver si Sergio Merino se los trae a tocar por aquí.
viernes, 18 de diciembre de 2009
Lars Danielsson - Tarantella (2008)
Reseña publicada en Cuadernos de Jazz
Si hablamos de jazz europeo, podríamos decir que Tarantella sintetiza todo lo que rodea a este supuesto subgénero. No hablo de estereotipos vulgares y reduccionistas, sino de pequeños y grandes rasgos que definen una sensibilidad concreta y una forma muy especial de acercarse a la música improvisada.
En realidad, Danielsson es uno de los principales músicos europeos de las últimas décadas, y cada movimiento suyo ayuda a definir este jazz.
Con Tarantella, el contrabajista firma su mejor obra en tiempo y vuelve a contar con Leszek Mozdzer, que protagoniza muchos de los mejores momentos del disco. Junto al discretísimo John Parricelli, al irreemplazable Eric Harland y, en algunos temas, al Wheeleriano Mathias Eick, Danielsson construye un universo que trasciende el género. Y lo hace mediante una belleza intensa y un culto a la melodía que nada tienen que ver con la identidad incierta de la que se sirven otros para caracterizar propuestas vacías.
Yahvé M. de la Cavada, 2009
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
jueves, 17 de diciembre de 2009
El mundo en sus manos (7 de diciembre de 2009)
Extraído de mi columna de opinión para Cuadernos de Jazz:
"La desaparición de las publicaciones en papel es improbable, aunque su reducción parezca inminente; tal y como está pasando con la música, los formatos físicos están dejando paso al consumo interactivo, extremadamente rápido, vago en cierta forma y casi totalmente digital. Curiosamente, la industria editorial parece estar viviendo un momento muy dulce y, aunque cueste creerlo, se escucha más música que nunca. Si se hace bien, mal, regular o de la misma forma que hasta ahora es otro tema, la cuestión es que se hace."
"Como en toda época de transición, no sabemos cómo quedará todo tras los cambios que estamos viviendo, pero la literatura, la prensa o la música han sobrevivido a tiempos más escabrosos que estos. La gran diferencia es que ahora, con la brutal oferta que tenemos ante nosotros, la cultura del futuro no está en manos de editores, discográficas o prensa. Como lo tenemos todo y podemos elegir, es nuestra responsabilidad."
Puedes leer la columna completa pinchando AQUÍ.
Imagen: portada de la edición de papel del número 115 de Cuadernos de Jazz (noviembre-diciembre 2009)
"La desaparición de las publicaciones en papel es improbable, aunque su reducción parezca inminente; tal y como está pasando con la música, los formatos físicos están dejando paso al consumo interactivo, extremadamente rápido, vago en cierta forma y casi totalmente digital. Curiosamente, la industria editorial parece estar viviendo un momento muy dulce y, aunque cueste creerlo, se escucha más música que nunca. Si se hace bien, mal, regular o de la misma forma que hasta ahora es otro tema, la cuestión es que se hace."
"Como en toda época de transición, no sabemos cómo quedará todo tras los cambios que estamos viviendo, pero la literatura, la prensa o la música han sobrevivido a tiempos más escabrosos que estos. La gran diferencia es que ahora, con la brutal oferta que tenemos ante nosotros, la cultura del futuro no está en manos de editores, discográficas o prensa. Como lo tenemos todo y podemos elegir, es nuestra responsabilidad."
Puedes leer la columna completa pinchando AQUÍ.
Imagen: portada de la edición de papel del número 115 de Cuadernos de Jazz (noviembre-diciembre 2009)
Mastodon - Crack The Skye (2009)
Han pasado tres años desde el anterior disco de Mastodon, Blood Mountain, que supuso un pequeño paso atrás en la carrera de la banda de Atlanta. No es que fuese malo, pero no alcanzaba el altísimo listón que puso su anterior disco, el magnífico Leviathan.
Con Crack The Skye, Mastodon recupera la gloria alcanzada con Leviathan y da un paso de gigante en su carrera.
La banda está evolucionando, cambiando y creciendo; su último disco es diferente a los que han grabado hasta ahora pero ¿quién quiere escuchar lo mismo una y otra vez?
Crack The Skye ofrece matices nuevos en cada reproducción y es recomendable escucharlo una y otra vez para exprimirlo al máximo.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
Con Crack The Skye, Mastodon recupera la gloria alcanzada con Leviathan y da un paso de gigante en su carrera.
La banda está evolucionando, cambiando y creciendo; su último disco es diferente a los que han grabado hasta ahora pero ¿quién quiere escuchar lo mismo una y otra vez?
Crack The Skye ofrece matices nuevos en cada reproducción y es recomendable escucharlo una y otra vez para exprimirlo al máximo.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
martes, 15 de diciembre de 2009
Neil Young - Dreamin' Man Live '92 (2009)
A pesar de que hace sólo una semana que salió el volumen 12 de los Neil Young Archives Performance Series, ya podemos considerarlo uno de los mejores discos del año.
No deja de ser un poco trampa, ya que esta colección de grabaciones se realizaron durante su gira de 1992 pero, al ser completamente inéditas, podemos considerar este disco una novedad.
Dreamin' Man Live '92 recrea las diez canciones que conformaban el maravilloso disco Harvest Moon, tocadas por Young en solitario, acompañándose exclusivamente de guitarra acústica, armónica, piano o banjo y su voz.
El resultado es un disco sobrecogedor en el que las composiciones de Young, completamente desnudas, muestran su lado más auténtico. Canciones sin adulterar, directamente del alma a tus oídos.
No es su intención, seguro, pero la intimidad que transmite y la interpretación de Young hacen que esta relectura supere a aquel Harvest Moon, que ya era de por sí un álbum precioso.
No os lo perdáis.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
No deja de ser un poco trampa, ya que esta colección de grabaciones se realizaron durante su gira de 1992 pero, al ser completamente inéditas, podemos considerar este disco una novedad.
Dreamin' Man Live '92 recrea las diez canciones que conformaban el maravilloso disco Harvest Moon, tocadas por Young en solitario, acompañándose exclusivamente de guitarra acústica, armónica, piano o banjo y su voz.
El resultado es un disco sobrecogedor en el que las composiciones de Young, completamente desnudas, muestran su lado más auténtico. Canciones sin adulterar, directamente del alma a tus oídos.
No es su intención, seguro, pero la intimidad que transmite y la interpretación de Young hacen que esta relectura supere a aquel Harvest Moon, que ya era de por sí un álbum precioso.
No os lo perdáis.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
lunes, 14 de diciembre de 2009
Waylon Jennings and The 357's - Waylon Forever (1995-2008)
A pesar de haber sido editado en octubre de 2008, voy a incluir Waylon Forever entre los mejores discos de este año. Motivos hay, y muchos.
El primero es que este disco ha sido injustamente vilipendiado por gran parte de la crítica. El segundo, que Waylon Jennings fue un gigante de la música del siglo XX y estas últimas grabaciones junto a su hijo son un testamento que, aunque pueda ser cuestionable para algunos, no deja de ser precioso.
Grabado originalmente en 1995, Shooter Jennings se metió el año pasado en el estudio para retocar y regrabar algunas partes de su banda. El resultado es un documento en el que Waylon, sin estar a pleno rendimiento, está emocionante. Puede que sea por grabar junto a su hijo e incluso puede que mis orejas me engañen haciéndome escuchar lo que no hay. Me da igual.
La banda de Shooter suena genial, como era de esperar; más rockera de lo habitual para ser un disco de Waylon, pero ahí está la gracia.
El primero es que este disco ha sido injustamente vilipendiado por gran parte de la crítica. El segundo, que Waylon Jennings fue un gigante de la música del siglo XX y estas últimas grabaciones junto a su hijo son un testamento que, aunque pueda ser cuestionable para algunos, no deja de ser precioso.
Grabado originalmente en 1995, Shooter Jennings se metió el año pasado en el estudio para retocar y regrabar algunas partes de su banda. El resultado es un documento en el que Waylon, sin estar a pleno rendimiento, está emocionante. Puede que sea por grabar junto a su hijo e incluso puede que mis orejas me engañen haciéndome escuchar lo que no hay. Me da igual.
La banda de Shooter suena genial, como era de esperar; más rockera de lo habitual para ser un disco de Waylon, pero ahí está la gracia.
domingo, 13 de diciembre de 2009
Elvis Perkins - In Dearland (2009)
El primer disco de Elvis Perkins, Ash Wednesday, era una interesante muestra de folk y canción de autor. Poco sorprendente pero muy competente, con buenos temas y un tono amargo, pero no forzado.
Dos años después Perkins presenta este In Dearland, un gran salto cualitativo respecto a Ash Wednesday. Tanto la forma como las composiciones se han visto enriquecidas por la repentina madurez que parece experimentar el músico.
Perkins parece muy cómodo tocando junto a sus compañeros en In Dearland -que es también el nombre del grupo- y todo suena muy compacto, con arreglos inspirados y estimulantes.
Para quienes no lo conozcan, es inevitable citar la anécdota: Perkins es hijo de la fotógrafa Berry Berenson y del célebre actor Anthony Perkins, que también grabó como vocalista algunos discos de standards a finales de los 50.
Más allá del chascarrillo, Perkins hijo es un magnífico músico y compositor, y uno de los grandes nombres del 2009 gracias a este disco.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
Dos años después Perkins presenta este In Dearland, un gran salto cualitativo respecto a Ash Wednesday. Tanto la forma como las composiciones se han visto enriquecidas por la repentina madurez que parece experimentar el músico.
Perkins parece muy cómodo tocando junto a sus compañeros en In Dearland -que es también el nombre del grupo- y todo suena muy compacto, con arreglos inspirados y estimulantes.
Para quienes no lo conozcan, es inevitable citar la anécdota: Perkins es hijo de la fotógrafa Berry Berenson y del célebre actor Anthony Perkins, que también grabó como vocalista algunos discos de standards a finales de los 50.
Más allá del chascarrillo, Perkins hijo es un magnífico músico y compositor, y uno de los grandes nombres del 2009 gracias a este disco.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
viernes, 11 de diciembre de 2009
M. Ward - Hold Time (2009)
Como se acerca el final de 2009 y me he pasado la mayor parte hablando de jazz, voy a poner aquí unos cuantos discos de este año que considero (casi) imprescindibles y se salen de la música improvisada.
El primero es esta obra maestra de M. Ward, un tipo que tiene una carrera impresionante con sólo 36 años. No tiene un disco malo y éste último, Hold Time, es de los mejores.
Ward es un guitarrista y productor extraordinario y sus temas siempre están repletos de ideas brillantes, detalles sorprendentes y un gusto exquisito.
En Hold Time cuenta con algunos invitados de excepción como Lucinda Williams, Jason Lytle, Tom Hagerman y la compañera de Ward en el grupo She & Him, la también actriz Zooey Deschanel.
Pero sobre todo es una obra de autor, un disco sin desperdicio que crece en cada escucha y, sin ninguna duda, uno de los mejores del año.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify. Ya estás tardando.
El primero es esta obra maestra de M. Ward, un tipo que tiene una carrera impresionante con sólo 36 años. No tiene un disco malo y éste último, Hold Time, es de los mejores.
Ward es un guitarrista y productor extraordinario y sus temas siempre están repletos de ideas brillantes, detalles sorprendentes y un gusto exquisito.
En Hold Time cuenta con algunos invitados de excepción como Lucinda Williams, Jason Lytle, Tom Hagerman y la compañera de Ward en el grupo She & Him, la también actriz Zooey Deschanel.
Pero sobre todo es una obra de autor, un disco sin desperdicio que crece en cada escucha y, sin ninguna duda, uno de los mejores del año.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify. Ya estás tardando.
jueves, 10 de diciembre de 2009
Jörg Brinkmann Trio - Ha! (2007)
Extraído de mi reseña para Tomajazz:
"Antes de escuchar Ha!, carta de presentación del trío de Jörg Brinkmann, el aspecto desenfadado del CD (moderno, dirían algunos) y su pertenencia a la rama de supuestos jóvenes talentos alemanes de ACT, me hicieron prejuzgar lo que resultó ser un gran disco. No ayudó el hecho de que, meses antes, tuviese que escribir sobre otro de los discos de la misma línea: el desastroso y oportunista Climbing Up de Chris Gall. Pero esa es otra historia."
"El grupo desprende madurez y sentido del humor a partes iguales, con una receta que parece imposible para muchos y que estos jóvenes cocinan con facilidad. Los ambientes y caracteres de las piezas son tan diferentes que rozan el absurdo pero, con una destreza asombrosa, Brinkmann y los suyos dan sentido a todo con auténtica prestidigitación acústica. Ahora lo ves, ahora no lo ves. Como con los grandes maestros, el truco es lo de menos; solo te quedas con la magia."
La reseña original completa pinchando AQUÍ.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
"Antes de escuchar Ha!, carta de presentación del trío de Jörg Brinkmann, el aspecto desenfadado del CD (moderno, dirían algunos) y su pertenencia a la rama de supuestos jóvenes talentos alemanes de ACT, me hicieron prejuzgar lo que resultó ser un gran disco. No ayudó el hecho de que, meses antes, tuviese que escribir sobre otro de los discos de la misma línea: el desastroso y oportunista Climbing Up de Chris Gall. Pero esa es otra historia."
"El grupo desprende madurez y sentido del humor a partes iguales, con una receta que parece imposible para muchos y que estos jóvenes cocinan con facilidad. Los ambientes y caracteres de las piezas son tan diferentes que rozan el absurdo pero, con una destreza asombrosa, Brinkmann y los suyos dan sentido a todo con auténtica prestidigitación acústica. Ahora lo ves, ahora no lo ves. Como con los grandes maestros, el truco es lo de menos; solo te quedas con la magia."
La reseña original completa pinchando AQUÍ.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
miércoles, 9 de diciembre de 2009
Steve Coleman - Invisible Paths: First Scattering (2007)
Tal y como sospechaba, este disco va creciendo a medida que pasa el tiempo.
Extraído de mi reseña para Tomajazz:
"Steve Coleman es, sin duda, uno de los mejores saxos altos de los últimos 25 años. Pero no solo es un saxofonista, es también un revolucionario, un buscador incansable y un ideólogo musical. Ninguna corriente es suficientemente amplia para encerrar sus ideas, ni siquiera las inventadas por él mismo."
"Una grabación de estas características puede resultar paradójica para un músico que ha basado gran parte de su obra en pautas rítmicas, pero la inquietud de Coleman, su sentido de lo inescrutable, es quien manda ahora, haciéndole por completo independiente de cualquier forma rítmica o armónica que no salga de él mismo."
La reseña original completa pinchando AQUÍ.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
Extraído de mi reseña para Tomajazz:
"Steve Coleman es, sin duda, uno de los mejores saxos altos de los últimos 25 años. Pero no solo es un saxofonista, es también un revolucionario, un buscador incansable y un ideólogo musical. Ninguna corriente es suficientemente amplia para encerrar sus ideas, ni siquiera las inventadas por él mismo."
"Una grabación de estas características puede resultar paradójica para un músico que ha basado gran parte de su obra en pautas rítmicas, pero la inquietud de Coleman, su sentido de lo inescrutable, es quien manda ahora, haciéndole por completo independiente de cualquier forma rítmica o armónica que no salga de él mismo."
La reseña original completa pinchando AQUÍ.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
lunes, 7 de diciembre de 2009
Lanny Morgan - It's About Time (1981)
Lanny Morgan es uno de los grandes saxofonistas ocultos de la costa este. A pesar de comenzar su carrera profesional junto a Charlie Barnett en 1954, con sólo 20 años, no grabó su primer disco como líder hasta 1981.
It's About Time, un título más que adecuado, es un disco vibrante en el que Morgan se acompaña de algunos ilustres compañeros de la west coast como Lou Levy, Monty Budwig, Nick Ceroli o Bruce Forman.
El estilo del saxofonista es heredero de Charlie Parker y Art Pepper, aunque su gran experiencia en decenas de formaciones hace que su discurso sea enormemente interesante.
Algunos pueden conocer a Morgan como solista principal de la orquesta de Maynard Ferguson durante los años 60 o como integrante del grupo tributo a Charlie Parker Supersax, pero es poco probable que sea por su reducida discografía como líder. It's About Time es una gran forma de conocer a este saxofonista.
Por cierto, con más de 75 años, Morgan acaba de sacar disco y parece estar viviendo un gran momento de su carrera.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
It's About Time, un título más que adecuado, es un disco vibrante en el que Morgan se acompaña de algunos ilustres compañeros de la west coast como Lou Levy, Monty Budwig, Nick Ceroli o Bruce Forman.
El estilo del saxofonista es heredero de Charlie Parker y Art Pepper, aunque su gran experiencia en decenas de formaciones hace que su discurso sea enormemente interesante.
Algunos pueden conocer a Morgan como solista principal de la orquesta de Maynard Ferguson durante los años 60 o como integrante del grupo tributo a Charlie Parker Supersax, pero es poco probable que sea por su reducida discografía como líder. It's About Time es una gran forma de conocer a este saxofonista.
Por cierto, con más de 75 años, Morgan acaba de sacar disco y parece estar viviendo un gran momento de su carrera.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
sábado, 5 de diciembre de 2009
Tim Berne's Fractured Fairy Tales (1989)
El otro día cité este disco en una reseña que se publicará próximamente, lo que me ha empujado a reescucharlo por primera vez en mucho tiempo.
Tim Berne es uno de mis músicos vivos favoritos, una personalidad extremádamente creativa que produce obras de un altísimo nivel. A día de hoy sigue siendo, 30 años después de su llegada a la escena jazzística, un nombre imprescindible para entender el jazz de hoy y el que está por venir.
Berne grabó esta pequeña joya hace 20 años, contando para ello con habituales de sus proyectos como el gran Herb Robertson, Joey Baron y tres monstruos de las cuerdas: Mark Feldman, Hank Roberts y Mark Dresser, que pocos meses antes habían montado el Arcado String Trio.
Jazz, vanguardia y third stream se mezclan en un disco que podría haberse grabado tranquilamente hace un par de semanas.
Tim Berne es uno de mis músicos vivos favoritos, una personalidad extremádamente creativa que produce obras de un altísimo nivel. A día de hoy sigue siendo, 30 años después de su llegada a la escena jazzística, un nombre imprescindible para entender el jazz de hoy y el que está por venir.
Berne grabó esta pequeña joya hace 20 años, contando para ello con habituales de sus proyectos como el gran Herb Robertson, Joey Baron y tres monstruos de las cuerdas: Mark Feldman, Hank Roberts y Mark Dresser, que pocos meses antes habían montado el Arcado String Trio.
Jazz, vanguardia y third stream se mezclan en un disco que podría haberse grabado tranquilamente hace un par de semanas.
viernes, 4 de diciembre de 2009
Han Bennink Trio - Parken (2009)
Extraído de mi reseña para Cuadernos de Jazz:
"En Han Bennink podemos rastrear elementos de toda la historia de la tradición baterística que ha dado el jazz. Zutty Singleton convive con Milford Graves en el heterodoxo estilo del holandés y, aunque su dispersión y un sentido del humor muy particular le han hecho ganar unos cuantos detractores, es indudablemente uno de los grandes percusionistas europeos".
"Y mucho ojo, no estamos ante un disco anclado en el free o en improvisación beligerante y agresiva sino de un jazz abierto, tan swingante como libre e intenso, con pinceladas de todo lo mencionado. Ellington y la vanguardia europea se dan la mano en un disco que no parece querer atarse a ninguna etiqueta o corriente. Como los grandes".
La reseña original completa pinchando aquí.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
"En Han Bennink podemos rastrear elementos de toda la historia de la tradición baterística que ha dado el jazz. Zutty Singleton convive con Milford Graves en el heterodoxo estilo del holandés y, aunque su dispersión y un sentido del humor muy particular le han hecho ganar unos cuantos detractores, es indudablemente uno de los grandes percusionistas europeos".
"Y mucho ojo, no estamos ante un disco anclado en el free o en improvisación beligerante y agresiva sino de un jazz abierto, tan swingante como libre e intenso, con pinceladas de todo lo mencionado. Ellington y la vanguardia europea se dan la mano en un disco que no parece querer atarse a ninguna etiqueta o corriente. Como los grandes".
La reseña original completa pinchando aquí.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
jueves, 3 de diciembre de 2009
John Lindberg Ensemble - Bounce (1997)
John Lindberg es uno de esos músicos de quienes me gusta casi todo -por no decir todo-, ya sea como instrumentista, como compositor o como líder.
Suele rodearse de músicos tremendos, tanto en sus aventuras con el String Trio of New York como en sus proyectos, para los que suele disponer de algunos de mis trompetistas favoritos, como Hugh Ragin, Wadada Leo Smith o Baikida Carroll.
En Bounce, Lindberg solicitó los servicios de uno de los trompetistas más importantes de los últimos 20 años: Dave Douglas. Su personalidad encaja perfectamente con las composiciones de Lindberg, y no hay atisbo de choque de egos.
Larry Ochs tiene algo menos de espacio que Douglas, que protagoniza los momentos más espectaculares del disco, y el batería Ed Thighpen -histórico miembro de uno de los grandes tríos de Oscar Peterson-, sabe lo que se hace incluso en este contexto.
No es mi disco favorito de Lindberg, pero es condenadamente bueno.
Suele rodearse de músicos tremendos, tanto en sus aventuras con el String Trio of New York como en sus proyectos, para los que suele disponer de algunos de mis trompetistas favoritos, como Hugh Ragin, Wadada Leo Smith o Baikida Carroll.
En Bounce, Lindberg solicitó los servicios de uno de los trompetistas más importantes de los últimos 20 años: Dave Douglas. Su personalidad encaja perfectamente con las composiciones de Lindberg, y no hay atisbo de choque de egos.
Larry Ochs tiene algo menos de espacio que Douglas, que protagoniza los momentos más espectaculares del disco, y el batería Ed Thighpen -histórico miembro de uno de los grandes tríos de Oscar Peterson-, sabe lo que se hace incluso en este contexto.
No es mi disco favorito de Lindberg, pero es condenadamente bueno.
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Jason Rigby - The Sage (2008)
Extraído de mi reseña para Tomajazz:
"En realidad, no se puede pedir más. El disco se escucha con atención de principio a fin, se disfruta por completo y, cuando se acaba, le dan a uno ganas de volver a escucharlo. Rigby aún está un poco verde, pero estoy seguro de que pronto nos sorprenderá con un disco inolvidable. Madera le sobra."
La reseña original completa, a continuación:
La verdad es que es un placer escuchar a Jason Rigby. Lo pensé con su deslumbrante debut, Translucent Space, y lo he vuelto a pensar con su segundo trabajo. The Sage, que es como se llama la criatura, es un estupendo disco de jazz contemporáneo: buenas composiciones, buenos intérpretes, buena química entre ellos y buenas dosis de improvisación de calidad.
Una de las claves del éxito de la empresa es que Rigby ha vuelto a rodearse de una banda de peso. Repiten el gran Cameron Brown y el infravalorado Mike Holober, y completan el quinteto Russ Johnson y Gerald Cleaver. Este grupo da alas al saxofonista para desarrollar libremente sus ideas, que no son pocas. Lo único que se le puede recriminar a Rigby es su carencia de voz propia; aparte de eso lo tiene todo: sonido, ideas, lenguaje, inventiva… Mucho más que la mayor parte de instrumentistas de su generación, por otro lado.
A Russ Johnson le pasa un poco lo mismo que a Rigby; suena bien, es interesante, no acomete una improvisación que no vaya hacia algún sitio, etc; pero no es demasiado original. La cuestión es que juntos hacen una música que, aunque ya oída, suena fresca y excitante. Las composiciones, firmadas por el líder en su totalidad, beben del jazz contemporáneo en general y de Ornette en particular. Puede que Rigby no tenga aún la madurez necesaria para ser trascendente, pero apunta maneras, y promete llegar muy alto gracias a sus hábiles composiciones y a su fantástico estilo y sonido, que recuerda algo más a Shorter que a Coltrane.
En cuanto a The Sage, aparte de los vientos, la rítmica es de tal calidad que convierte al disco en una novedad realmente interesante. Poco podemos decir de Brown y Cleaver que no se haya dicho ya. El primero es todo un clásico –y no por casualidad–, y el segundo es uno de los baterías más empáticos y brillantes de la actualidad. Lo mismo ocurre con Holober, un estupendo pianista curtido junto a Nick Brignola y en numerosos grupos de Nueva York. Aunque permanece toda la grabación al rhodes, no resulta cargante en ningún momento, y sabe exprimir el instrumento al máximo.
En realidad, no se puede pedir más. El disco se escucha con atención de principio a fin, se disfruta por completo y, cuando se acaba, le dan a uno ganas de volver a escucharlo. Rigby aún está un poco verde, pero estoy seguro de que pronto nos sorprenderá con un disco inolvidable. Madera le sobra.
"En realidad, no se puede pedir más. El disco se escucha con atención de principio a fin, se disfruta por completo y, cuando se acaba, le dan a uno ganas de volver a escucharlo. Rigby aún está un poco verde, pero estoy seguro de que pronto nos sorprenderá con un disco inolvidable. Madera le sobra."
La reseña original completa, a continuación:
La verdad es que es un placer escuchar a Jason Rigby. Lo pensé con su deslumbrante debut, Translucent Space, y lo he vuelto a pensar con su segundo trabajo. The Sage, que es como se llama la criatura, es un estupendo disco de jazz contemporáneo: buenas composiciones, buenos intérpretes, buena química entre ellos y buenas dosis de improvisación de calidad.
Una de las claves del éxito de la empresa es que Rigby ha vuelto a rodearse de una banda de peso. Repiten el gran Cameron Brown y el infravalorado Mike Holober, y completan el quinteto Russ Johnson y Gerald Cleaver. Este grupo da alas al saxofonista para desarrollar libremente sus ideas, que no son pocas. Lo único que se le puede recriminar a Rigby es su carencia de voz propia; aparte de eso lo tiene todo: sonido, ideas, lenguaje, inventiva… Mucho más que la mayor parte de instrumentistas de su generación, por otro lado.
A Russ Johnson le pasa un poco lo mismo que a Rigby; suena bien, es interesante, no acomete una improvisación que no vaya hacia algún sitio, etc; pero no es demasiado original. La cuestión es que juntos hacen una música que, aunque ya oída, suena fresca y excitante. Las composiciones, firmadas por el líder en su totalidad, beben del jazz contemporáneo en general y de Ornette en particular. Puede que Rigby no tenga aún la madurez necesaria para ser trascendente, pero apunta maneras, y promete llegar muy alto gracias a sus hábiles composiciones y a su fantástico estilo y sonido, que recuerda algo más a Shorter que a Coltrane.
En cuanto a The Sage, aparte de los vientos, la rítmica es de tal calidad que convierte al disco en una novedad realmente interesante. Poco podemos decir de Brown y Cleaver que no se haya dicho ya. El primero es todo un clásico –y no por casualidad–, y el segundo es uno de los baterías más empáticos y brillantes de la actualidad. Lo mismo ocurre con Holober, un estupendo pianista curtido junto a Nick Brignola y en numerosos grupos de Nueva York. Aunque permanece toda la grabación al rhodes, no resulta cargante en ningún momento, y sabe exprimir el instrumento al máximo.
En realidad, no se puede pedir más. El disco se escucha con atención de principio a fin, se disfruta por completo y, cuando se acaba, le dan a uno ganas de volver a escucharlo. Rigby aún está un poco verde, pero estoy seguro de que pronto nos sorprenderá con un disco inolvidable. Madera le sobra.
lunes, 30 de noviembre de 2009
Hoagy Carmichael - Sings Hoagy Carmichael (1939-1947)
Llevo unos días con bastante trabajo a cuenta de mi librería de cómics, Zinco, con lo que no he podido escuchar tanta música como me hubiese gustado.
Sin embargo, en estos días me he despertado con unas ganas terribles de escuchar esta vieja recopilación de Hoagy Carmichael, uno de los más grandes compositores norteamericanos del siglo XX.
Algunos de sus temas, como "Georgia On My Mind", "Rockin' Chair", "Stardust", "Two Sleepy People", "The Nearness Of You" o "Skylark", le han otorgado un puesto en el olimpo de la música popular en general y del jazz en particular.
Su maestría como compositor ha eclipsado las otras facetas de Carmichael, cantante limitado pero personal y pianista destacable cuyo estilo parece salir en ocasiones de la sorprendente mezcla de la música clásica y el swing.
A mi siempre me ha encantado la forma en la que interpretaba sus propias composiciones, ya fuese junto a gente como Bix Beiderbecke, Eddie Lang, Joe Venuti, Benny Goodman, Harry Edison o Jimmy Rowles como acompañándose a sí mismo al piano y con su característica forma de improvisar silbando.
Carmichael siempre es una gran forma de empezar el día cada mañana.
Sin embargo, en estos días me he despertado con unas ganas terribles de escuchar esta vieja recopilación de Hoagy Carmichael, uno de los más grandes compositores norteamericanos del siglo XX.
Algunos de sus temas, como "Georgia On My Mind", "Rockin' Chair", "Stardust", "Two Sleepy People", "The Nearness Of You" o "Skylark", le han otorgado un puesto en el olimpo de la música popular en general y del jazz en particular.
Su maestría como compositor ha eclipsado las otras facetas de Carmichael, cantante limitado pero personal y pianista destacable cuyo estilo parece salir en ocasiones de la sorprendente mezcla de la música clásica y el swing.
A mi siempre me ha encantado la forma en la que interpretaba sus propias composiciones, ya fuese junto a gente como Bix Beiderbecke, Eddie Lang, Joe Venuti, Benny Goodman, Harry Edison o Jimmy Rowles como acompañándose a sí mismo al piano y con su característica forma de improvisar silbando.
Carmichael siempre es una gran forma de empezar el día cada mañana.
sábado, 28 de noviembre de 2009
Ravi Coltrane - Blending Times (2007)
Ravi Coltrane es un tipo que, además de gustarme, me despierta mucha simpatía. No creo que haya sido fácil para él ser el hijo de John Coltrane y tocar el saxo tenor, al menos en ciertos aspectos.
Su último disco es una especie de momento de transición compuesto por sesiones diferentes grabadas entre 2006 y 2007. Todos están bien, pero Luis Perdomo se sale.
A continuación, mi reseña del disco publicada originalmente en Tomajazz:
Si algo ha caracterizado a Ravi Coltrane desde que empezó su carrera es su capacidad para eludir la losa de ser hijo de quien es. Por un lado, nunca se ha beneficiado de su apellido para edificar su trayectoria musical y, por otro, su estilo siempre ha tendido a alejarse del infeccioso "coltrainismo" que afecta a la mayor parte de los tenores en los últimos tiempos.
Blending Times, además de ser un tema de su anterior disco, In Flux, es el título de la última entrega discográfica de Coltrane. El saxofonista parece querer explotar al máximo las posibilidades de su cuarteto (completado por Luis Perdomo, Drew Gress y E.J. Strickland), con el que lleva tocando unos cuantos años.
Ese afán por exprimir el máximo de unos músicos concretos, por alcanzar una empatía extrema a fuerza de horas compartidas, es el mejor camino para crear música memorable. Un camino menos transitado de lo que debiera, en esta época de tocar aquí y allá, con unos y con otros, con menos continuidad de lo que a uno le gustaría.
Paradójicamente, Coltrane está madurando su estilo y empujándolo hacia ese "coltrainismo" del que hablábamos al principio. Aparte de algunos originales de Coltrane, Perdomo, Ralph Alessi y Charlie Haden, la mayor parte de temas son "improvisaciones concebidas y dirigidas por Ravi Coltrane", tal y como reza la carpetilla.
Lo que está claro es que la música es libre e inspirada, aunque titubeante en algunos momentos. Coltrane está en plena búsqueda, yBlending Times es un magnífico disco de transición. Un poco irregular quizás, pero igualmente satisfactorio.
Su último disco es una especie de momento de transición compuesto por sesiones diferentes grabadas entre 2006 y 2007. Todos están bien, pero Luis Perdomo se sale.
A continuación, mi reseña del disco publicada originalmente en Tomajazz:
Si algo ha caracterizado a Ravi Coltrane desde que empezó su carrera es su capacidad para eludir la losa de ser hijo de quien es. Por un lado, nunca se ha beneficiado de su apellido para edificar su trayectoria musical y, por otro, su estilo siempre ha tendido a alejarse del infeccioso "coltrainismo" que afecta a la mayor parte de los tenores en los últimos tiempos.
Blending Times, además de ser un tema de su anterior disco, In Flux, es el título de la última entrega discográfica de Coltrane. El saxofonista parece querer explotar al máximo las posibilidades de su cuarteto (completado por Luis Perdomo, Drew Gress y E.J. Strickland), con el que lleva tocando unos cuantos años.
Ese afán por exprimir el máximo de unos músicos concretos, por alcanzar una empatía extrema a fuerza de horas compartidas, es el mejor camino para crear música memorable. Un camino menos transitado de lo que debiera, en esta época de tocar aquí y allá, con unos y con otros, con menos continuidad de lo que a uno le gustaría.
Paradójicamente, Coltrane está madurando su estilo y empujándolo hacia ese "coltrainismo" del que hablábamos al principio. Aparte de algunos originales de Coltrane, Perdomo, Ralph Alessi y Charlie Haden, la mayor parte de temas son "improvisaciones concebidas y dirigidas por Ravi Coltrane", tal y como reza la carpetilla.
Lo que está claro es que la música es libre e inspirada, aunque titubeante en algunos momentos. Coltrane está en plena búsqueda, yBlending Times es un magnífico disco de transición. Un poco irregular quizás, pero igualmente satisfactorio.
viernes, 27 de noviembre de 2009
Charles Tolliver Music Inc. - Live At Slugs Vol. 1 (1970)
Charles Tolliver es uno de los trompetistas más interesantes de los años 70, junto a Woody Shaw, Lester Bowie, Marvin Peterson, Bobby Bradford, Olu Dara, Butch Morris, Leo Smith o Baikida Carroll, entre otros.
Su cuarteto junto al pianista Stanley Cowell, Music Inc., es también una de las unidades más importantes de la primera mitad de los 70, una época en la que el jazz no tenía demasiadas facilidades en un mundo tomado por el jazz-rock y la fusión.
Live At Slugs fue el primer disco de esta formación, un registro magnífico de un cuarteto espectacular, que en esta ocasión se vio enriquecido por la presencia del gran Cecil McBee, un tipo del que soy bastante incondicional.
El resultado es música cruda y directa como pocas.
Nota: Los dos volúmenes de Live At Slugs están incluídos en la caja de Mosaic Select dedicada a Tolliver. Hace años el sello Charly editó un CD que incluía también ambos volúmenes, pero con un tema menos, y me suena que se ha reeditado en vinilo el que comento hoy.
Recomiendo encarecidamente la edición de Mosaic.
Su cuarteto junto al pianista Stanley Cowell, Music Inc., es también una de las unidades más importantes de la primera mitad de los 70, una época en la que el jazz no tenía demasiadas facilidades en un mundo tomado por el jazz-rock y la fusión.
Live At Slugs fue el primer disco de esta formación, un registro magnífico de un cuarteto espectacular, que en esta ocasión se vio enriquecido por la presencia del gran Cecil McBee, un tipo del que soy bastante incondicional.
El resultado es música cruda y directa como pocas.
Nota: Los dos volúmenes de Live At Slugs están incluídos en la caja de Mosaic Select dedicada a Tolliver. Hace años el sello Charly editó un CD que incluía también ambos volúmenes, pero con un tema menos, y me suena que se ha reeditado en vinilo el que comento hoy.
Recomiendo encarecidamente la edición de Mosaic.
jueves, 26 de noviembre de 2009
Ed Blackwell Project, Vol. II - What It be Like (1992)
Me joroba bastante no haber visto nunca en directo a Ed Blackwell, uno de mis baterías predilectos de entre los surgidos a partir de los años 60.
El anterior volumen de este directo, What It Is?, fue el primer disco que compré en Paris cuando lo visité hace años. Me suelo acordar de estas cosas porque soy un sentimental. La cuestión es que hace unos días, de manera casual, me topé con este segundo volumen y me hizo mucha ilusión.
La verdad es que no reescucho What It Is? desde entonces, lo que ha ayudado a que este What It Be Like? me haya sonado estupendamente. La presencia de Graham Haynes, Carlos Ward y Mark Helias ayuda mucho, por supuesto. Don Cherry está en un tema, pero el hijo de Roy Haynes no es fácil de eclipsar.
Ed Blackwell murió dos meses después de este concierto.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
El anterior volumen de este directo, What It Is?, fue el primer disco que compré en Paris cuando lo visité hace años. Me suelo acordar de estas cosas porque soy un sentimental. La cuestión es que hace unos días, de manera casual, me topé con este segundo volumen y me hizo mucha ilusión.
La verdad es que no reescucho What It Is? desde entonces, lo que ha ayudado a que este What It Be Like? me haya sonado estupendamente. La presencia de Graham Haynes, Carlos Ward y Mark Helias ayuda mucho, por supuesto. Don Cherry está en un tema, pero el hijo de Roy Haynes no es fácil de eclipsar.
Ed Blackwell murió dos meses después de este concierto.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Vijay Iyer - Reimagining (2004)
El pasado viernes, tras el magnífico concierto de Wadada Leo Smith en el Johnny, le pedí a Vijay Iyer que eligiese uno de sus discos. Él me preguntó que cual me gustaba a mi, y le dije que me gustaban todos. Y no lo decía por decir.
Yo esperaba que se decantase por alguno de sus dos primeros discos, o en todo caso el último (una elección muy común) pero, después de titubear un poco, Iyer escogió Reimagining.
En realidad no se cuales fueron sus motivos, y supongo que otro día o en circunstancias diferentes elegiría cualquier otro, pero es innegable que el disco es una maravilla.
Yo esperaba que se decantase por alguno de sus dos primeros discos, o en todo caso el último (una elección muy común) pero, después de titubear un poco, Iyer escogió Reimagining.
En realidad no se cuales fueron sus motivos, y supongo que otro día o en circunstancias diferentes elegiría cualquier otro, pero es innegable que el disco es una maravilla.
martes, 24 de noviembre de 2009
Branford Marsalis - Trio Jeepy (1988)
Yo me imagino que Branford Marsalis se esperaba, y en cierto modo buscaba, que el gran Milt Hinton le robase el show en este disco. Es natural si te da por grabar con un gigante del contrabajo como él.
Trio Jeepy es uno de los grandes discos del saxofonista en el que éste cultiva una de sus formaciones favoritas: el trío. Evidentemente, la sombre de Sonny Rollins planea sobre Marsalis en varios momentos pero, a estas alturas de su carrera, Branford ya tenía mucho que decir.
A la batería, su fiel Jeff "Tain" Watts se acopla a la perfección a Hinton, que es sustituído por Delbert Felix en tres temas, aunque éste pasa un poco desapercibido.
El disco está dedicado a David Chertok, Charlie Rouse y Buddy Tate y, en una mención aparte, Marsalis ofrece estos agradecimientos: "A different kind of thanks to Coleman Hawkins, Don Byas and Paul Gonsalves, because I can't play like any of them!".
El tío sabe, desde luego.
Nota: Curiosamente, el doble LP original tiene un tema más que el CD, una preciosa versión de "Stardust". Una pena.
Nota 2: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
Trio Jeepy es uno de los grandes discos del saxofonista en el que éste cultiva una de sus formaciones favoritas: el trío. Evidentemente, la sombre de Sonny Rollins planea sobre Marsalis en varios momentos pero, a estas alturas de su carrera, Branford ya tenía mucho que decir.
A la batería, su fiel Jeff "Tain" Watts se acopla a la perfección a Hinton, que es sustituído por Delbert Felix en tres temas, aunque éste pasa un poco desapercibido.
El disco está dedicado a David Chertok, Charlie Rouse y Buddy Tate y, en una mención aparte, Marsalis ofrece estos agradecimientos: "A different kind of thanks to Coleman Hawkins, Don Byas and Paul Gonsalves, because I can't play like any of them!".
El tío sabe, desde luego.
Nota: Curiosamente, el doble LP original tiene un tema más que el CD, una preciosa versión de "Stardust". Una pena.
Nota 2: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
domingo, 22 de noviembre de 2009
Lo que debo a mis amigas. En torno a “Jesus Blood Never Failed Me Yet” (arreglo orquestal de Gavin Bryars), por Chema García Martínez
Jose María García Martínez, Chema, es un nombre conocido por gran parte de los aficionados al jazz. En los últimos años es principalmente por su carismáticos textos en el diario El País, aunque su trayectoria abarca tres décadas en diversos medios como el diario Ya, Quartica Jazz o Cuadernos de Jazz, entre muchas otras publicaciones. Toda esa experiencia hace que Chema sea uno de los pocos profesionales (muy pocos) que saben lo que dicen/escriben dentro de la prensa general.
Para algunos es un histórico de "la crítica joven", para otros un periodista polémico, un cronista sagaz o un nombre ineludible y valioso para el jazz en España. Aunque en realidad es todas esas cosas, y unas cuantas más.
Para mi es simplemente Chema, un amigo y un tipo entrañable; con sus cosas, por supuesto, y el toque justo de extravagancia, pero así es como es y así es como nos gusta.
Su colaboración en este humilde blog es un pedacito de sí mismo que me cede gentilmente. Auténtico y escrito desde las entrañas, como no podía ser de otra forma.
Lo que debo a mis amigas. En torno a “Jesus Blood Never Failed Me Yet”, arreglo orquestal de Gavin Bryars
En invierno es mejor un cuento triste
Tengo una amiga, Loreto, que se empeña en quererme, aunque no sé por qué, y no solo eso. También quiere que me quiera. Mira que me lo pone difícil.
A mi edad, descubrir que uno sigue siendo el mismo adolescente tornadizo y “psicoanalizable” de hace algunas décadas le convierte a uno en un objeto digno de estudio. La buena noticia es que lo dicho también puede tomarse como la demostración fehaciente de que uno está vivo, pese a lo mucho que lleva recorrido. Y, porque lo estoy, hay músicas, y películas, y libros que pasan por delante de mí sin rozarme siquiera, y ya pueden ser obras maestras, que ni así. Y otras de una obvia mediocridad que me roban el alma sin entender el motivo. Luego uno ve a los colegas de profesión en su lugar de trabajo, libreta en mano, mientras diseccionan el “corpus delicti” con frialdad de cirujano para luego emitir su veredicto justo y equidistante; y se ve a sí mismo revolcándose en los sentimientos que la música buena, mala o regular le genera (llorando a moco tendido en medio de un concierto) sin que haya fuerza humana ni divina que lo impida, y termina por concluir que, acaso, debería estar dedicándose a otra cosa. Las labores de bricolage, en las que soy experto, por ejemplo.
Soy irracional y me alimento de irracionalidad, lo que, acaso, explique algunos de mis comportamientos para los que no encuentro explicación. Por ejemplo, mi empeño en curar la tristeza escuchando música desconsolada, amarga y deprimente, cuanto más, mejor. De Billie Holiday (“Glad to be unhappy”) a Chet Baker (“Sad Walk”) o mi preferido: “Jesus Blood Never Failed Me Yet”, arreglo orquestal de Gavin Bryars en torno a una no muy atractiva cantinela de mendigo, que el lector puede escuchar en la versión recortada que circula en YouTube con el añadido algo inoportuno de la voz de Tom Waits, según finaliza. Otra amiga, Marirosa, me explicó que, en realidad, se trata de una historia triste que termina bien, o eso creí entenderla, al menos. Claro que ella es una persona inteligente. La única que conozco capaz de extraer una concusión perfectamente sustentada en su argumentación después de ver “Let´s get lost”, la película de Bruce Weber sobre el príncipe de los músicos de jazz deprimentes, Chet Baker.
El otro día, mi amiga “O.” me hizo entender porqué soy como soy, y que todas las cosas que me suceden tienen una explicación. Lo que sigo sin entender es por qué, cuando estoy triste, me empeño en escuchar a un viejo en estado de embriaguez cantando un himno religioso apolillado y absurdo.
Chema García Martínez, noviembre de 2009
Para algunos es un histórico de "la crítica joven", para otros un periodista polémico, un cronista sagaz o un nombre ineludible y valioso para el jazz en España. Aunque en realidad es todas esas cosas, y unas cuantas más.
Para mi es simplemente Chema, un amigo y un tipo entrañable; con sus cosas, por supuesto, y el toque justo de extravagancia, pero así es como es y así es como nos gusta.
Su colaboración en este humilde blog es un pedacito de sí mismo que me cede gentilmente. Auténtico y escrito desde las entrañas, como no podía ser de otra forma.
Lo que debo a mis amigas. En torno a “Jesus Blood Never Failed Me Yet”, arreglo orquestal de Gavin Bryars
En invierno es mejor un cuento triste
Tengo una amiga, Loreto, que se empeña en quererme, aunque no sé por qué, y no solo eso. También quiere que me quiera. Mira que me lo pone difícil.
A mi edad, descubrir que uno sigue siendo el mismo adolescente tornadizo y “psicoanalizable” de hace algunas décadas le convierte a uno en un objeto digno de estudio. La buena noticia es que lo dicho también puede tomarse como la demostración fehaciente de que uno está vivo, pese a lo mucho que lleva recorrido. Y, porque lo estoy, hay músicas, y películas, y libros que pasan por delante de mí sin rozarme siquiera, y ya pueden ser obras maestras, que ni así. Y otras de una obvia mediocridad que me roban el alma sin entender el motivo. Luego uno ve a los colegas de profesión en su lugar de trabajo, libreta en mano, mientras diseccionan el “corpus delicti” con frialdad de cirujano para luego emitir su veredicto justo y equidistante; y se ve a sí mismo revolcándose en los sentimientos que la música buena, mala o regular le genera (llorando a moco tendido en medio de un concierto) sin que haya fuerza humana ni divina que lo impida, y termina por concluir que, acaso, debería estar dedicándose a otra cosa. Las labores de bricolage, en las que soy experto, por ejemplo.
Soy irracional y me alimento de irracionalidad, lo que, acaso, explique algunos de mis comportamientos para los que no encuentro explicación. Por ejemplo, mi empeño en curar la tristeza escuchando música desconsolada, amarga y deprimente, cuanto más, mejor. De Billie Holiday (“Glad to be unhappy”) a Chet Baker (“Sad Walk”) o mi preferido: “Jesus Blood Never Failed Me Yet”, arreglo orquestal de Gavin Bryars en torno a una no muy atractiva cantinela de mendigo, que el lector puede escuchar en la versión recortada que circula en YouTube con el añadido algo inoportuno de la voz de Tom Waits, según finaliza. Otra amiga, Marirosa, me explicó que, en realidad, se trata de una historia triste que termina bien, o eso creí entenderla, al menos. Claro que ella es una persona inteligente. La única que conozco capaz de extraer una concusión perfectamente sustentada en su argumentación después de ver “Let´s get lost”, la película de Bruce Weber sobre el príncipe de los músicos de jazz deprimentes, Chet Baker.
El otro día, mi amiga “O.” me hizo entender porqué soy como soy, y que todas las cosas que me suceden tienen una explicación. Lo que sigo sin entender es por qué, cuando estoy triste, me empeño en escuchar a un viejo en estado de embriaguez cantando un himno religioso apolillado y absurdo.
Chema García Martínez, noviembre de 2009
viernes, 20 de noviembre de 2009
Bill Evans with Jeremy Steig - What's New (1969)
Aunque poco conocido, éste es uno de los mejores discos que grabó Bill Evans en la segunda mitad de los 60. Gran parte del mérito es del flautista Jeremy Steig, que poco después se convertiría en una figura clave del jazz-rock y la fusión.
La célebre rítmica compuesta por Eddie Gomez y Marty Morell, que acompañaría al pianista de forma ininterrumpida hasta 1974, debuta en esta grabación y ya da muestras de una empatía extraordinaria con Evans.
Ambos co-líderes improvisan con nervio y más libertad que en otros registros, con Evans dejando de acompañar al flautista en varios fragmentos para que el contexto armónico sea más abierto y pueda campar a sus anchas.
Todo el disco tiene mucha fuerza y resulta muy superior a la colaboración de Evans con otro flautista, Herbie Mann, en el disco Nirvana. Aquella es más popular, pero What's New es una verdadera maravilla.
La célebre rítmica compuesta por Eddie Gomez y Marty Morell, que acompañaría al pianista de forma ininterrumpida hasta 1974, debuta en esta grabación y ya da muestras de una empatía extraordinaria con Evans.
Ambos co-líderes improvisan con nervio y más libertad que en otros registros, con Evans dejando de acompañar al flautista en varios fragmentos para que el contexto armónico sea más abierto y pueda campar a sus anchas.
Todo el disco tiene mucha fuerza y resulta muy superior a la colaboración de Evans con otro flautista, Herbie Mann, en el disco Nirvana. Aquella es más popular, pero What's New es una verdadera maravilla.
jueves, 19 de noviembre de 2009
Marcos Pin / Albert Cirera / L.A.R. Legido / Xacobe Martínez Antelo - Pin.Cirera.Legido.Martínez (2007)
La escena de nuestro país está en ebullición, de eso no hay duda, y en Galicia se están cociendo cosas realmente interesantes. Una de ellas es el sello Free Code Records, que lleva un tiempo sacando algunos discos muy interesantes.
Entre ellos está Pin.Cirera.Legido.Martínez, un estupendo registro firmado democráticamente por cuatro músicos de gran talento.
Marcos Pin es un guitarrista sólido y cabal y su discurso fluye de forma lógica y muy natural; sobre Cirera ya he escrito varias veces y aquí está estupendo, como siempre; por último, el binomio rítmico de Legido y Martínez Antelo es un alarde de comunicación e inspiración, como ya han demostrado sobradamente con el grupo Sumrrá.
En realidad todo el disco está basado en la comunicación, con cada miembro muy pendiente de sus compañeros, sin confrontaciones ni problemas de egolatría.
Buenas composiciones y música vibrante que hace que no perdamos de vista a cuatro jovenes que tienen mucho que decir.
Entre ellos está Pin.Cirera.Legido.Martínez, un estupendo registro firmado democráticamente por cuatro músicos de gran talento.
Marcos Pin es un guitarrista sólido y cabal y su discurso fluye de forma lógica y muy natural; sobre Cirera ya he escrito varias veces y aquí está estupendo, como siempre; por último, el binomio rítmico de Legido y Martínez Antelo es un alarde de comunicación e inspiración, como ya han demostrado sobradamente con el grupo Sumrrá.
En realidad todo el disco está basado en la comunicación, con cada miembro muy pendiente de sus compañeros, sin confrontaciones ni problemas de egolatría.
Buenas composiciones y música vibrante que hace que no perdamos de vista a cuatro jovenes que tienen mucho que decir.
Ronald Shannon Jackson and The Decoding Society - Man Dance
Esta semana voy a ver en directo a Ronald Shannon Jackson -acompañando al gran Wadada Leo Smith-, así que he decidido desempolvar este magnífico disco de su Decoding Society.
Jackson se formó al amparo de nombres como Julius Hemphill, Ornette Coleman, Charles Mingus o Albert Ayler pero la música que produjo con The Decoding Society es heredera directa de los Prime Time de Ornette, grupo en el que Jackson militó con asiduidad.
Man Dance contiene una explosiva mezcla de free funk, jazz y rock, y se nutre de músicos como Zane Massey (hijo del mítico trompetista y compositor Cal Massey), Melvin Gibbs, Bruce Johnson y un joven Vernon Reid.
Los dos bajistas y Reid (al banjo) se lucen de lo lindo en el tema que podéis escuchar aquí abajo.
Qué gran banda y qué gran disco.
Jackson se formó al amparo de nombres como Julius Hemphill, Ornette Coleman, Charles Mingus o Albert Ayler pero la música que produjo con The Decoding Society es heredera directa de los Prime Time de Ornette, grupo en el que Jackson militó con asiduidad.
Man Dance contiene una explosiva mezcla de free funk, jazz y rock, y se nutre de músicos como Zane Massey (hijo del mítico trompetista y compositor Cal Massey), Melvin Gibbs, Bruce Johnson y un joven Vernon Reid.
Los dos bajistas y Reid (al banjo) se lucen de lo lindo en el tema que podéis escuchar aquí abajo.
Qué gran banda y qué gran disco.
martes, 17 de noviembre de 2009
Jon Irabagon - The Observer (2009)
Está a punto de cumplirse un año desde que hablé aquí del impresionante disco de Jon Irabagon Outright!, al que califiqué como uno de los mejores del año pasado.
The Observer es su última entrega como líder, un álbum más convencional y menos interesante, aunque no carente de interés. Sólo hay que escuchar el solo del saxofonista en "The Infant's Song" (disponible al final del post) para comprobarlo.
Este chaval va a ser grande.
A continuación, mi reseña de The Observer publicada originalmente en Tomajazz:
No es la primera vez que escribo sobre Jon Irabagon, igual que no es la primera vez que afirmo que es uno de los saxofonistas con más talento de los últimos años.
Además de las numerosas colaboraciones y proyectos que demuestran su capacidad, está a punto de cumplirse un año desde que ganó la Thelonious Monk Competition de saxo alto el pasado año, premio que le concedió por unanimidad un jurado compuesto por Wayne Shorter, Jimmy Heath, Greg Osby, Jane Ira Bloom y David Sanchez.
Este disco existe gracias a aquel premio, puesto que un contrato con Concord es parte del galardón. El problema es que un sello como éste no suele sacar discos que se acerquen a lo que hace Irabagon habitualmente y en The Observer nos encontramos un álbum de corte clásico, casi mainstream. Afortunadamente, el saxofonista tiene una gran personalidad y convierte una sesión que tenía todas las papeletas para ser rutinaria en un disco bastante interesante.
La pena es que el trío de acompañantes (pesos pesados todos ellos) no parece estar a pleno rendimiento, con Kenny Barron, Rufus Reid y Victor Lewis acompañando bien, pero sin deslumbrar. Tampoco es destacable el trabajo de Rudy Van Gelder, que graba, mezcla y masteriza el CD, reincidiendo una vez más en su manía de poner la batería demasiado alta en la mezcla. Por otro lado, si yo fuese a grabar un disco como este, también querría hacerlo con el mítico ingeniero en New Jersey mientras siga en activo.
Nicholas Payton toca en dos temas en los que no hace nada trascendente, aunque hay una colaboración muy especial: la de Bertha Hope, viuda del gran Elmo Hope, que acompaña a Irabagon en la composición de su marido "Barfly". El resto de repertorio está principalmente compuesto por temas originales (muy buenos, por cierto) del saxofonista, a excepción de otras dos versiones muy curiosas: "The Infant's Song" de Gigi Gryce y "Cup Bearers" del trombonista Tom McIntosh.
Si no me equivoco, Jon Irabagon es uno de los grandes del jazz del futuro, como ha demostrado en varias grabaciones, ya sea a su nombre, con el Ridd Quartet, el supergrupo Mostly Other People Do The Killing o cualquiera de sus numerosas colaboraciones. En este disco ha salido airoso de la experiencia de hacer algo bastante "convencional" y mantener su talento y personalidad a lo largo de cada brillante solo que ha grabado en The Observer.
Porque, con gigantes como Barron, Reid, Lewis y Payton junto a él, es Irabagon el que destaca por encima de todos ellos. Y mucho.
The Observer es su última entrega como líder, un álbum más convencional y menos interesante, aunque no carente de interés. Sólo hay que escuchar el solo del saxofonista en "The Infant's Song" (disponible al final del post) para comprobarlo.
Este chaval va a ser grande.
A continuación, mi reseña de The Observer publicada originalmente en Tomajazz:
No es la primera vez que escribo sobre Jon Irabagon, igual que no es la primera vez que afirmo que es uno de los saxofonistas con más talento de los últimos años.
Además de las numerosas colaboraciones y proyectos que demuestran su capacidad, está a punto de cumplirse un año desde que ganó la Thelonious Monk Competition de saxo alto el pasado año, premio que le concedió por unanimidad un jurado compuesto por Wayne Shorter, Jimmy Heath, Greg Osby, Jane Ira Bloom y David Sanchez.
Este disco existe gracias a aquel premio, puesto que un contrato con Concord es parte del galardón. El problema es que un sello como éste no suele sacar discos que se acerquen a lo que hace Irabagon habitualmente y en The Observer nos encontramos un álbum de corte clásico, casi mainstream. Afortunadamente, el saxofonista tiene una gran personalidad y convierte una sesión que tenía todas las papeletas para ser rutinaria en un disco bastante interesante.
La pena es que el trío de acompañantes (pesos pesados todos ellos) no parece estar a pleno rendimiento, con Kenny Barron, Rufus Reid y Victor Lewis acompañando bien, pero sin deslumbrar. Tampoco es destacable el trabajo de Rudy Van Gelder, que graba, mezcla y masteriza el CD, reincidiendo una vez más en su manía de poner la batería demasiado alta en la mezcla. Por otro lado, si yo fuese a grabar un disco como este, también querría hacerlo con el mítico ingeniero en New Jersey mientras siga en activo.
Nicholas Payton toca en dos temas en los que no hace nada trascendente, aunque hay una colaboración muy especial: la de Bertha Hope, viuda del gran Elmo Hope, que acompaña a Irabagon en la composición de su marido "Barfly". El resto de repertorio está principalmente compuesto por temas originales (muy buenos, por cierto) del saxofonista, a excepción de otras dos versiones muy curiosas: "The Infant's Song" de Gigi Gryce y "Cup Bearers" del trombonista Tom McIntosh.
Si no me equivoco, Jon Irabagon es uno de los grandes del jazz del futuro, como ha demostrado en varias grabaciones, ya sea a su nombre, con el Ridd Quartet, el supergrupo Mostly Other People Do The Killing o cualquiera de sus numerosas colaboraciones. En este disco ha salido airoso de la experiencia de hacer algo bastante "convencional" y mantener su talento y personalidad a lo largo de cada brillante solo que ha grabado en The Observer.
Porque, con gigantes como Barron, Reid, Lewis y Payton junto a él, es Irabagon el que destaca por encima de todos ellos. Y mucho.
lunes, 16 de noviembre de 2009
Bobby Whitlock - Bobby Whitlock (1972)
Bobby Whitlock es uno de los héroes ocultos del southern roots rock de finales de los 60 y primeros de los 70. Antes de alcanzar la mayoría de edad ya era un asiduo músico de sesión en los estudios Stax, siendo el primer músico blanco que fichó por el mítico sello.
Colaboró en All Things Must Pass de George Harrison, en el primer álbum en solitario de Eric Clapton, en Exile On Main Street de los Rolling Stones y en todos los discos de Delaney and Bonnie, el grupo por el que Clapton disolvió Blind Faith para irse de gira con ellos.
Poco después, Whitlock formó junto al guitarrista la banda Derek And The Dominos y en su obra maestra, Layla And Other Assorted Love Songs, hay varias canciones escritas o coescritas por él.
En 1972 publicó su primer disco en solitario, una pequeña joya de la época grabada junto a un puñado de amigos, que fue enterrada por otros títulos más conocidos de nombres más populares, algo que ocurre más habitualmente de lo que parece.
La música de Whitlock, como es lógico, se parece mucho a la de Delaney and Bonnie, Clapton o Derek And The Dominos ya que él era una pieza clave de esas bandas en aquel momento. Escuchando este disco uno se da cuenta de hasta qué punto su personalidad marcó la obra de todos ellos.
También es evidente que lo que hacen tantas y tantas bandas hoy en día, llámese country alternativo, americana, rock sureño o lo que sea, ya se hacía hace casi cuarenta años.
Nota: Juraría que este disco no está reeditado en CD así que, aunque normalmente cuelgo un tema de cada disco, de este voy a poner dos. Si no os enganchan me como el sombrero.
Colaboró en All Things Must Pass de George Harrison, en el primer álbum en solitario de Eric Clapton, en Exile On Main Street de los Rolling Stones y en todos los discos de Delaney and Bonnie, el grupo por el que Clapton disolvió Blind Faith para irse de gira con ellos.
Poco después, Whitlock formó junto al guitarrista la banda Derek And The Dominos y en su obra maestra, Layla And Other Assorted Love Songs, hay varias canciones escritas o coescritas por él.
En 1972 publicó su primer disco en solitario, una pequeña joya de la época grabada junto a un puñado de amigos, que fue enterrada por otros títulos más conocidos de nombres más populares, algo que ocurre más habitualmente de lo que parece.
La música de Whitlock, como es lógico, se parece mucho a la de Delaney and Bonnie, Clapton o Derek And The Dominos ya que él era una pieza clave de esas bandas en aquel momento. Escuchando este disco uno se da cuenta de hasta qué punto su personalidad marcó la obra de todos ellos.
También es evidente que lo que hacen tantas y tantas bandas hoy en día, llámese country alternativo, americana, rock sureño o lo que sea, ya se hacía hace casi cuarenta años.
Nota: Juraría que este disco no está reeditado en CD así que, aunque normalmente cuelgo un tema de cada disco, de este voy a poner dos. Si no os enganchan me como el sombrero.
sábado, 14 de noviembre de 2009
Marc Copland - Alone (2009)
Éste es un disco para consumir lentamente, con cierta paciencia.
La primera vez que lo escuché me pareció excesivamente frío. La segunda, en cambio, me resultó apasionante. La tercera volvió a provocarme cierta decepción y a partir de entonces cada vez me gusta más. Qué cosas.
Soy bastante incondicional de lo que hace Marc Copland y cualquier nueva grabación del pianista es una gran noticia para mi. Este Alone aparece casi a la par que su nuevo dúo con Gary Peacock, que espero comentar pronto, y ambos está editados por Pirouet.
Standards, originales y algunos temas de Joni Mitchell se convierten en manos de Copland en algo tremendamente personal. Música densa y exploratoria en un disco que, aunque inferior al maravilloso Time Within Time, sigue siendo una entrega muy interesante dentro de la obra de uno de los grandes pianistas del momento.
La primera vez que lo escuché me pareció excesivamente frío. La segunda, en cambio, me resultó apasionante. La tercera volvió a provocarme cierta decepción y a partir de entonces cada vez me gusta más. Qué cosas.
Soy bastante incondicional de lo que hace Marc Copland y cualquier nueva grabación del pianista es una gran noticia para mi. Este Alone aparece casi a la par que su nuevo dúo con Gary Peacock, que espero comentar pronto, y ambos está editados por Pirouet.
Standards, originales y algunos temas de Joni Mitchell se convierten en manos de Copland en algo tremendamente personal. Música densa y exploratoria en un disco que, aunque inferior al maravilloso Time Within Time, sigue siendo una entrega muy interesante dentro de la obra de uno de los grandes pianistas del momento.
jueves, 12 de noviembre de 2009
Sonny Criss - I'll Catch The Sun! (1969)
Demasiadas veces se ha tachado a Sonny Criss de mero seguidor, e incluso imitador, del estilo de Charlie Parker. Nada más lejos. Claro que estaba influenciado por Bird pero, tocando el saxo alto en los 50... ¿Quién no lo estaba?
Sin embargo, a finales de los 60, Criss fue derivando a un sonido más cercano al de Willie Smith o Benny Carter, bebiendo también de los grandes del rhythm and blues, todo ello sin renunciar a sus raíces bop.
Su dominio del instrumento es indiscutible, así como su capacidad para construir frases de una gran belleza e insertarlas con habilidad en un discurso que, de por sí, ya es apabullante.
Además de Monty Budwig al contrabajo, en I'll Catch The Sun! le acompañan dos gigantes de la West Coast: Hampton Hawes y Shelly Manne. El pianista, como es natural, también ofrece algunos solos fantásticos.
Hay que reivindicar la figura de Sonny Criss. Un saxofonista extraordinario al que la historia no ha tratado como se merece.
Sin embargo, a finales de los 60, Criss fue derivando a un sonido más cercano al de Willie Smith o Benny Carter, bebiendo también de los grandes del rhythm and blues, todo ello sin renunciar a sus raíces bop.
Su dominio del instrumento es indiscutible, así como su capacidad para construir frases de una gran belleza e insertarlas con habilidad en un discurso que, de por sí, ya es apabullante.
Además de Monty Budwig al contrabajo, en I'll Catch The Sun! le acompañan dos gigantes de la West Coast: Hampton Hawes y Shelly Manne. El pianista, como es natural, también ofrece algunos solos fantásticos.
Hay que reivindicar la figura de Sonny Criss. Un saxofonista extraordinario al que la historia no ha tratado como se merece.
miércoles, 11 de noviembre de 2009
Positive Catastrophe - Garabatos Volume One (2009)
Taylor Ho Bynum es un tipo que me gusta, al igual que Matt Bauder, Michael Attias o Pete Fitzpatrick, pero creo que soy bastante objetivo cuando afirmo que Garabatos Volume One es uno de los discos más refrescantes del año.
Fitzpatrick me sorprendió en especial, ya que no tenía constancia de estuviese metido en estos fregados. Hace años le vi en directo con la banda Clem Snide, de la que fue miembro hasta hace bien poco, y me dejó impresionado. Aquel fue uno de los mejores conciertos de rock que he visto y el guitarrista tuvo mucho que ver en ello. Clem Snide no han vuelto a ser lo mismo desde su marcha. Una pena.
Puedes leer mi reseña de Garabatos Volume One publicada en Cuadernos de Jazz pinchando aquí.
Fitzpatrick me sorprendió en especial, ya que no tenía constancia de estuviese metido en estos fregados. Hace años le vi en directo con la banda Clem Snide, de la que fue miembro hasta hace bien poco, y me dejó impresionado. Aquel fue uno de los mejores conciertos de rock que he visto y el guitarrista tuvo mucho que ver en ello. Clem Snide no han vuelto a ser lo mismo desde su marcha. Una pena.
Puedes leer mi reseña de Garabatos Volume One publicada en Cuadernos de Jazz pinchando aquí.
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lunes, 9 de noviembre de 2009
Dewey Redman - The Ear Of The Behearer (1973)
Hace unas semanas falleció el gran Norris Jones, más conocido como Sirone. Contrabajista emblemático del free, tocó a lo largo de su carrera con músicos como Ornette Coleman, Cecil Taylor, John Coltrane, Marion Brown, Don Cherry, Albert Ayler, Pharoah Sanders, Archie Shepp, Roswell Rudd, Dave Burrell e incluso con Sam Cooke.
Para recordarle he estado escuchando esta pequeña joya de Dewey Redman en la que el contrabajista hace gala de su característico estilo, punzante y frenético.
Aunque en Redman pueden escucharse ecos de Ornette, Coltrane y Ayler, es un saxofonista terriblemente personal y sólo suena a sí mismo, algo poco habitual en aquella época.
The Ear Of The Behearer se nutre de una receta que incluye blues, free y esa espiritualidad tan típica de aquellos años, pero ha soportado muy bien el paso del tiempo y es uno de los mejores discos de la carrera del saxofonista.
Para recordarle he estado escuchando esta pequeña joya de Dewey Redman en la que el contrabajista hace gala de su característico estilo, punzante y frenético.
Aunque en Redman pueden escucharse ecos de Ornette, Coltrane y Ayler, es un saxofonista terriblemente personal y sólo suena a sí mismo, algo poco habitual en aquella época.
The Ear Of The Behearer se nutre de una receta que incluye blues, free y esa espiritualidad tan típica de aquellos años, pero ha soportado muy bien el paso del tiempo y es uno de los mejores discos de la carrera del saxofonista.
domingo, 8 de noviembre de 2009
Charlie Christian - The Genius of the Electric Guitar (1939-41)
Charlie Christian es a la guitarra eléctrica lo que Armstrong a la trompeta, Coleman Hawkins y Lester Young al saxo tenor, Earl Hines al piano o Jimmy Blanton al contrabajo. Su contribución al desarrollo de la guitarra jazzística va mucho más allá de ser un gran instrumentista o improvisador.
Murió con 26 años pero, de haber seguido su carrera, estoy seguro de que habría aportado grandes innovaciones a su instrumento y al desarrollo del be-bop. En 1941, Christian frecuentó (junto a tipos como Thelonious Monk, Dizzy Gillespie o Kenny Clarke) las jam sessions del Minton's y el Monroe's en las que se forjó este estilo.
Pero no le dio tiempo. Desde 1939 hasta su muerte en 1942 trabajó con Benny Goodman por recomendación de John Hammond, grabando con el sexteto y la orquesta del clarinetista.
Este disco documenta esos pocos años en los que Christian aportó al jazz más de lo que puedo explicar, y lo hacen absolutamente imprescindible.
Nota: El disco no está disponible como tal en Spotify, pero he creado una lista de reproducción que recoge los 16 temas de éste. Pinchando en la portada puedes escucharlo.
Murió con 26 años pero, de haber seguido su carrera, estoy seguro de que habría aportado grandes innovaciones a su instrumento y al desarrollo del be-bop. En 1941, Christian frecuentó (junto a tipos como Thelonious Monk, Dizzy Gillespie o Kenny Clarke) las jam sessions del Minton's y el Monroe's en las que se forjó este estilo.
Pero no le dio tiempo. Desde 1939 hasta su muerte en 1942 trabajó con Benny Goodman por recomendación de John Hammond, grabando con el sexteto y la orquesta del clarinetista.
Este disco documenta esos pocos años en los que Christian aportó al jazz más de lo que puedo explicar, y lo hacen absolutamente imprescindible.
Nota: El disco no está disponible como tal en Spotify, pero he creado una lista de reproducción que recoge los 16 temas de éste. Pinchando en la portada puedes escucharlo.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Enrico Pieranunzi / Marc Johnson / Joey Baron - Play Morricone 2 (2002)
Aparte del impresionante The Big Gundown, homenaje de John Zorn a Ennio Morricone, los dos volúmenes dedicados al compositor italiano por parte del trío de Enrico Pieranunzi, Marc Johnson y Joey Baron son de escucha obligada.
El pianista actúa esta tarde en Bilbao y parece que se centrará principalmente en temas de Morricone y Nino Rota, así que he decidido repasar este disco para ir abriendo boca. Pieranunzi grabó también varias composiciones de Rota en Fellini Jazz, pero aquel resultó un disco tan prometedor como decepcionante.
Puede que el primer volumen de este homenaje a Ennio Morricone esté algo más logrado, pero Play Morricone 2 sigue siendo un disco fantástico. Claro que con Johnson y Baron a la rítmica y un monstruo del piano europeo como Pieranunzi a la cabeza, lo raro es que la cosa no funcione.
El pianista actúa esta tarde en Bilbao y parece que se centrará principalmente en temas de Morricone y Nino Rota, así que he decidido repasar este disco para ir abriendo boca. Pieranunzi grabó también varias composiciones de Rota en Fellini Jazz, pero aquel resultó un disco tan prometedor como decepcionante.
Puede que el primer volumen de este homenaje a Ennio Morricone esté algo más logrado, pero Play Morricone 2 sigue siendo un disco fantástico. Claro que con Johnson y Baron a la rítmica y un monstruo del piano europeo como Pieranunzi a la cabeza, lo raro es que la cosa no funcione.
jueves, 5 de noviembre de 2009
Un Día Más Un Disco Más estrena logo
Tal y como anuncié hace unos días, este humilde blog estrena logo, cortesía del artista Naiel Ibarrola.
Nada más que decir excepto que con amigos como él da gusto.
Nada más que decir excepto que con amigos como él da gusto.
miércoles, 4 de noviembre de 2009
Duke Jordan - Duke's Delight (1975)
Duke Jordan nunca fue uno de los grandes, aunque tampoco era el incompetente que Miles Davis describió en su célebre autobiografía, cuando recordaba sus días en el quinteto de Charlie Parker.
En este disco grabado en 1975 para SteepleChase, Jordan se rodeó de un grupo intachable. Por un lado, Al Foster a la batería y el gran Charlie Rouse al tenor. Por otro, dos músicos por los que siento cierta debilidad: el fabuloso trompetista Richard Williams y el contrabajista Sam Jones.
El disco no es sorprendente pero tampoco rutinario y es un placer escuchar como "camina" todo con Jones a las cuatro cuerdas.
Duke Jordan no era un tipo con genio, pero oficio tenía un rato.
En este disco grabado en 1975 para SteepleChase, Jordan se rodeó de un grupo intachable. Por un lado, Al Foster a la batería y el gran Charlie Rouse al tenor. Por otro, dos músicos por los que siento cierta debilidad: el fabuloso trompetista Richard Williams y el contrabajista Sam Jones.
El disco no es sorprendente pero tampoco rutinario y es un placer escuchar como "camina" todo con Jones a las cuatro cuerdas.
Duke Jordan no era un tipo con genio, pero oficio tenía un rato.
martes, 3 de noviembre de 2009
Marion Brown / Leo Smith - Creative Improvisation Ensemble (1970)
En 1970, dos improvisadores que me fascinan formaron el Creative Improvisation Ensemble, que viene a ser más o menos un dúo entre Leo Smith y Marion Brown.
En 1975, el disco que habían grabado para Freedom fue reeditado por Arista a nombre de Brown en el doble LP Duets, junto a otra colaboración del saxofonista con Elliott Schwartz grabada en 1973.
Del dúo con Schwartz, que tiene su miga, hablaré otro día. Hoy me centro en esta instantánea de una época en la que la espontaneidad y la música creativa estaban en plena ebullición. Tanto, que a veces es dificil comprender lo que algunos improvisadores desarrollaban por aquel entonces sin contextualizarlo.
En cualquier caso, aunque irregular y con cierto aire de inocencia, este disco alberga momentos de gran belleza.
Música libre, pura, directa y comprometida de mano de dos grandes que estaban buscando y buscando, sin miedo a encontrarse con cualquier tipo de límite.
En 1975, el disco que habían grabado para Freedom fue reeditado por Arista a nombre de Brown en el doble LP Duets, junto a otra colaboración del saxofonista con Elliott Schwartz grabada en 1973.
Del dúo con Schwartz, que tiene su miga, hablaré otro día. Hoy me centro en esta instantánea de una época en la que la espontaneidad y la música creativa estaban en plena ebullición. Tanto, que a veces es dificil comprender lo que algunos improvisadores desarrollaban por aquel entonces sin contextualizarlo.
En cualquier caso, aunque irregular y con cierto aire de inocencia, este disco alberga momentos de gran belleza.
Música libre, pura, directa y comprometida de mano de dos grandes que estaban buscando y buscando, sin miedo a encontrarse con cualquier tipo de límite.
lunes, 2 de noviembre de 2009
La búsqueda del aplauso perdido (26 de octubre de 2009)
Extraído de mi columna de opinión para Cuadernos de Jazz:
"Hace poco estuve en un concierto del nuevo proyecto del rapero Kase-O, Jazz Magnetism, en el que mezcla hip hop con formas jazzísticas y se acompaña de una banda de jóvenes jazzistas de nuestro país. La propuesta era más que interesante, pero lo que más me llamó la atención eran los centenares de jóvenes aficionados que coreaban, alentaban y ovacionaban al grupo. No pude evitar preguntarme lo que significaba para un jazzman español actuar ante un público tan numeroso y tan entregado."
"Últimamente se ha hablado mucho de que los jóvenes no escuchan jazz, sea porque no lo conocen o porque les llega de forma sesgada. Para los primeros, los que no lo conocen ni tienen un gran interés en él, este tipo de fusiones pueden significar la llave perfecta para entrar en un mundo que muchas veces aparenta ser soso, aburrido, intelectualoide y, en definitiva, de viejos. Lamentablemente, en las escuelas no se lo van a enseñar, pero Internet y la posibilidad de probar música de forma ilimitada esta ensanchando los horizontes musicales de las nuevas generaciones."
Puedes leer la columna completa pinchando AQUÍ.
Imagen: portada de la edición de papel del número 115 de Cuadernos de Jazz (noviembre-diciembre 2009)
"Hace poco estuve en un concierto del nuevo proyecto del rapero Kase-O, Jazz Magnetism, en el que mezcla hip hop con formas jazzísticas y se acompaña de una banda de jóvenes jazzistas de nuestro país. La propuesta era más que interesante, pero lo que más me llamó la atención eran los centenares de jóvenes aficionados que coreaban, alentaban y ovacionaban al grupo. No pude evitar preguntarme lo que significaba para un jazzman español actuar ante un público tan numeroso y tan entregado."
"Últimamente se ha hablado mucho de que los jóvenes no escuchan jazz, sea porque no lo conocen o porque les llega de forma sesgada. Para los primeros, los que no lo conocen ni tienen un gran interés en él, este tipo de fusiones pueden significar la llave perfecta para entrar en un mundo que muchas veces aparenta ser soso, aburrido, intelectualoide y, en definitiva, de viejos. Lamentablemente, en las escuelas no se lo van a enseñar, pero Internet y la posibilidad de probar música de forma ilimitada esta ensanchando los horizontes musicales de las nuevas generaciones."
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Imagen: portada de la edición de papel del número 115 de Cuadernos de Jazz (noviembre-diciembre 2009)
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