lunes, 31 de julio de 2017

Resumen 52 Heineken Jazzaldia (21 al 25 de julio de 2017)


La semana pasada estuve cubriendo el Heineken Jazzaldia - Festival de Jazz de Donostia San Sebastián para el diario EL PAÍS. Aunque en algún momento publicaré cada pieza en el blog adecuadamente, por el momento dejo aquí enlaces a todas las piezas que he escrito sobre algunos conciertos de esta última edición.

Pincha en el título de cada pieza para leerla. 

La modernidad atemporal (sobre el cuarteto de Wayne Shorter, publicado el 22 de julio de 2017)

El jazz, como Monk manda (sobre el cuarteto de Iñaki Salvador y el dúo de Hiromi con Edmar Castañeda, publicado el 23 de julio de 2017)

En el nombre de John Coltrane (sobre el cuarteto de Charles Lloyd y el supergrupo Saxophone Summit, con David Liebman, Joe Lovano, Greg Osby, Phil Markowitz, Cecil McBee y Billy Hart, publicado el 23 de julio de 2017)

Robert Glasper lo quiere todo (sobre el grupo Robert Glasper Experiment, publicado el 24 de julio de 2017)

Velada antagónica de saxos en San Sebastián (sobre el cuarteto de Donny McCaslin y el grupo de Kamasi Washington, publicado el 24 de julio de 2017)

La resurrección de Herbie Hancock (sobre el quinteto de Herbie Hancock con Terrace Martin, publicado el 25 de julio de 2017)

Memorias de África (sobre Abdullah Ibrahim & Ekaya con Terence Blanchard y Gregory Porter, publicado el 26 de julio de 2017)



viernes, 28 de julio de 2017

Resumen 41 Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz (12 al 15 de julio de 2017)


Hace un par de semanas estuve cubriendo el Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz para el diario EL PAÍS. Aunque en algún momento publicaré cada pieza en el blog adecuadamente, por el momento dejo aquí enlaces a todas las piezas que he escrito sobre algunos conciertos de esta última edición. 

Pincha en el título de cada pieza para leerla. 

Jazz en la cápsula del tiempo (sobre Harold López-Nussa, Larry Carlton y Stanley Clarke, publicado el 13 de julio de 2017)

Thelonious para los amigos (sobre el homenaje 4 by Monk by 4 de Kenny Barron, Cyrus Chestnut, Benny Green y Eric Reed, y el grupo de T.S. Monk con Nnenna Freelon, publicado el 14 de julio de 2017)

Cuando los extremos se cruzan (sobre Linda Oh, el trío de Jean Luc Ponty, Biréli Lagrène y Kyle Eastwood, y Patti Austin, publicado el 15 de julio de 2017)

Una aplastante realidad (sobre el grupo Woman To Woman, liderado por Renee Rosnes y con Cécile McLorin Salvant, Melissa Aldana, Ingrid Jensen, Anat Cohen, Noriko Ueda y Allison Miller, con mención al trío de George Cables con Essiet Essiet y Victor Lewis, publicado el 16 de julio de 2017)



jueves, 20 de julio de 2017

Cyrus Chestnut - Midnight Melodies (2014)


Últimamente he estado escuchando algunos discos del sello Smoke Sessions, que, como su nombre indica, se basa principalmente en grabaciones realizadas en el legendario club Smoke de Nueva York (aunque algunas otras son en estudio o en otras localizaciones). La línea del sello es como la del club: grandes nombres de la escena de la ciudad que practican un jazz más o menos straight-ahead, desde el hard-bop canónico a un jazz contemporáneo, aunque siempre arraigado en la tradición.

Muchos de los grandes nombres norteamericanos emergidos entre finales de los 80 y primeros de los 90 han encontrado aquí un buen sitio para sacar discos que, por los que he escuchado hasta ahora, van mucho más allá de grabar un concierto al azar y editarlo. Hay cierta sensación de planificación en los repertorios, y el sonido es extraordinario; todo lo que un buen directo ha de tener.

Este disco del gran Cyrus Chestnut, por ejemplo, me ha gustado particularmente. Chestnut uno de los pocos pianistas que se sale de la línea estilística dominante en su generación, y encuentra gran parte de sus raíces en el lado más negro de la tradición, con claras influencias del soul y el góspel. Mucho más personal y moderno de lo que podría parecer, en este disco Chestnut lidera un trío de élite junto a Curtis Lundy y Victor Lewis, y llena su repertorio de temas de uno de sus mentores, John Hicks, un enorme pianista que ejerció una gran influencia sobre él.

La semana pasada pude escuchar a Chestnut en directo de nuevo y se mantiene en una estupenda forma. Sigue siendo uno de los más ingeniosos y modernos neotradicionalistas afroamericanos, y este disco ha sido un gran reencuentro con él.

Mientras escribo esto suena uno de sus solos, esta vez en el segundo disco de Tim Warfield, A Whisper In The Midnight (Criss Cross, 1995), y es realmente brillante.

lunes, 3 de julio de 2017

Juan Claudio Cifuentes: una vida de jazz, una vida con swing (2017)

Conocí a Cifu en 1995. Yo tenía 18 años, él 54. Es un decir: obviamente yo ya le conocía, porque llevaba tiempo escuchando su Jazz porque sí en Cadena 100. Aquel programa, como Batería y contrabajo de Pío Lindegaard en Radio Euskadi y Esto es jazz de Paco Montes en RNE, eran los que me nutrían de discos y músicos de jazz de los que yo jamás había oído hablar en aquellos años. No había internet y los discos de jazz eran un bien raro y preciado; había que buscarse la vida, así que la radio era esencial

Por eso es por lo que aquella noche de 1995, mi amigo Asier Guerricaechevarria y yo vimos a Cifu y no dudamos en acercarnos a saludarle, impulsados por nuestra admiración. No recuerdo cómo fue, pero sí que en menos de dos minutos Cifu nos estaba hablando de Jackie McLean, su Action y los acordes de Bobby Hutcherson en el tema que abría el disco, con una pasión que me fascinó. La suya era una pasión que he visto en muy pocos profesionales de la comunicación musical, y tras varias décadas de carrera seguía indemne.

Mucho años después, cuando yo ya llevaba unos cuantos dedicado a la prensa musical, un par de veteranos de la crónica de jazz me dijeron que no estaba bien mostrar demasiada pasión; que eso era de aficionados. Que, cuando tenías cierto estatus, lo suyo era no dejarse impresionar por la música. Dicho de otra forma: había que mantener distancia y mirar desde cierta altura.
Pobres diablos, no entendían nada.

Escribí una columna sobre aquello en Cuadernos de Jazz y no pude evitar acordarme de aquel Cifu ilusionado que hablaba de música dos minutos después de que dos críos le asaltasen al entrar en un club de jazz. Quiero creer que yo tengo una pasión similar a la de Cifu, y que, si sigo escribiendo sobre música dentro de muchos años, esa pasión seguirá ahí. Todo lo demás es una puñetera patraña, porque no se puede escribir sobre música sin pasión. Bueno, claro que se puede, pero ya saben: se pilla antes al mentiroso que al cojo. Y esta actividad (ya no me atrevo a decir profesión) está llena de ellos.


Por todo eso, y por el enorme impacto que la pasión de Cifu hizo en mí, estoy muy contento de que haya llegado a mis manos este libro que acaba de salir sobre él. En un primer vistazo se ve que contiene abundante material fotográfico y docenas de testimonios y recuerdos de amigos, compañeros y familiares, recogidos por el autor del libro, Antoni Juan Pastor. Se ve también que es un trabajo de amor y admiración por el más emblemático divulgador del jazz que ha dado nuestro país.

Ahora que empieza la época de festivales de jazz de verano, en la que en tantas ocasiones me encontré con Cifu a lo largo de los años, tengo claro que esta es la lectura adecuada entre concierto y concierto.

otros días, otros discos

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