La música de Unsane es completamente inclasificable. Es agresiva e intensa, pero también tiene un gran sentido melódico y cierta espiritualidad.
Bajo el sonido más descarnado que ha salido nunca de una telecaster se esconden riffs magistrales, patrones circulares que se repiten una y otra vez, sin dar ningún tipo de tregua.
Pero las voces y guitarras distorsionadas de Chris Spencer, lejos de asfixiar al oyente, le arrastran inevitablemente al universo de los neoyorkinos.
Blood Run significó su regreso despues de un descanso de algunos años, y es un disco fantástico que les confirma como uno de los mejores grupos del momento.
Su música es dura, sucia y violenta, pero no se me ocurren muchas bandas más honestas que Unsane. Lo que hacen, se llame como se llame, es totalmente real y de una pureza extrema.
No hay comentarios:
Publicar un comentario