Rebuscando en cajas de LPs de segunda mano me encontré con este álbum de Jimmy Raney. De buenas a primeras no le hubiese prestado demasiada atención, pero la presencia del fantástico contrabajista Richard Davis me hizo reparar en él.
Raney es uno de los grandes guitarristas de los 50 y, en general, de la historia del jazz. Su estilo es tremendamente elegante y su fraseo es rico y relajado y, aunque no tiene la chispa genial de Tal Farlow, es un músico básico para comprender el desarrollo de la guitarra bop.
Esta oscura sesión fue grabada para MPS y puede considerarse parte del “regreso” de Raney tras desaparecer de la escena en 1964. Según las liner notes de Ira Gitler (interesantísimas, por cierto), Raney no había tocado previamente ni con Davis ni con el batería Alan Dawson antes de entrar al estudio, pero los tres tienen suficiente oficio para que parezca que llevan media vida como trío estable.
Este no es un disco clásico, o particularmente importante, pero es maravilloso escuchar a tres instrumentistas de altura tocando con semejante clase y completamente relajados.
Y como añadido, lo que me llamó la atención en un principio: Richard Davis con sus acompañamientos excepcionales y su aparentemente inagotable lenguaje. Una maravilla.
4 comentarios:
La música grabada en este disco es, sencillamente, impresionante. En mi opinión es uno de los discos claves para entender la evolución de la guitarra de jazz. Es alucinante como Jimmy Raney no recibe la consideración necesaria dada su aportación al desarrollo de este instrumento. Escuchas cacciones como "Momentum" o "Nobody else but me" una y otra vez y no deja de sorprenderte la sutileza, expresividad, y feeling que se escondenen en cada compás. Totalmente recomendable para amantes del jazz en general, y "obligado" para todos aquellos que como el que esto escribe llevan media vida intentando extraer emociones de una guitarra.
Pepinodeneda
Realmente a Jimmy Raney no se le ha hecho justicia en la historia del jazz, es un guitarrista fantástico y en cada uno de sus discos aparece alguna "joya". Recuerdo el "isn't it romantic" de una sesión de 1956 con el trombonista Bob Brookmeyer, todo un acierto de elegancia y fraseo.
Ummm, creo que no tengo ese disco, pero si estan Raney y Brookmeyer metidos, la cosa pinta estupendamente!
"...aunque no tiene la chispa genial de Tal Farlow..."
Esa frase me parece un poco injusta. Tengo que decir, hablando en términos objetivos, que Raney tenía mucha más claridad de fraseo y sobre todo, mucha más formación que Farlow, que empezó tarde en la música y no sabía ni una sola nota del pentagrama. Esto último le imposibilitó conseguir contratos como sideman y le obligó a un retiro forzoso, ¡porque no ganaba para vivir!. Raney es el padre de la guitarra bebop. De todas formas ellos eran muy amigos y hasta compartieron piso en NY en los 50, enseñándose mucho mutuamente. Grandes los dos.
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