Jeremy Jay tiene todo para no gustarme y, sin embargo, creo que tiene algo. Esa especie de mezcla de lo-fi, new wave y pop británico funciona, probablemente, porque Jay tiene mano para hacer canciones.
Splash no está tan bien como Slow Dance, su anterior disco, pero tiene algunos temas que molan. Tiene gracia que el pop de un norteamericano suene más británico que el de muchos ingleses.
Hay menos sintetizador y más guitarra que en otros discos suyos, aunque todo sigue sonando muy 80s, como le gusta a Jay.
Splash es, en teoría, el primero de dos discos que el cantautor quería sacar en 2010, aunque se le está acabando el año para ello.
El disco es decepcionante, en cierta forma, pero Jeremy Jay sigue siendo un tipo a seguir.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify (sólo en algunos países).
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