Se acaba 2010, un año con sus cosas buenas y sus cosas malas. Un año razonablemente bueno, diremos. Tampoco quiero hacer balance, ni valorar esto o aquello a nivel personal o general. La vida sigue, eso es lo importante.
Tengo esperanzas puestas en 2011, veremos cómo va la cosa. Tengo planes, pequeños proyectos, mucha música que escuchar y muchos conciertos que ver. Y voy a empezar hoy mismo.
De momento os dejo aquí uno de los temas que más han sonado en mi iPod este año. Una canción fabulosa de un disco un tanto incomprendido de Ryan Adams, 29. La canción se introduce lentamente en tu cabeza y tiene una larga coda prácticamente perfecta.
Os invito a cerrar los ojos, pulsar el pequeño reproductor que hay justo debajo, y escuchar el tema hasta el final. Y feliz 2011 a todos.
1 comentario:
Mágico 2011....!!
Me encanta escuchar mucha música...
Va a ser genial...!!!
Alzo mi copa para desearte...
Salud...!!
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