Ayer escuché un pequeño fragmento de A Todo Jazz en Radio 3, en el que Cifu homenajeaba al recientemente fallecido Mike Baillie, amigo del locutor y divulgador jazzístico. Baillie es autor de multitud de textos y liner notes, y su firma aparece en centenares de discos.
La cuestión es que, en los pocos minutos que pude oír el programa, Cifu pinchó un disco -cuyas liner notes eran obra de Baillie, evidentemente- que un servidor llevaba sin escuchar más de diez año. Al llegar a casa lo desenterré de mi discoteca y lo disfruté de principio a fin.
Se trata de una recopilación de brodcasts grabados en Birdland en la primavera y verano de 1952, con el quinteto de Stan Getz como protagonista.
Getz estaba en uno de sus mejores momentos y escucharle en directo es toda una experiencia. El saxofonista se deja llevar y se muestra pletórico y exhuberante, dejando claro por qué era uno de los mejores tenores del momento.
Y no sólo él, el gran Jimmy Raney -pieza clave del quinteto de Getz- está extraordinario, como Horace Silver y Charles Mingus en los tres cortes que aparecen y, en menor medida, el ex-pianista de Bird, Duke Jordan.
Acostumbrados como estamos a escuchar lo que se producía en los estudios de grabación, merece la pena comprobar lo que pasaba en los clubes, el verdadero campo de batalla de los músicos.
El sonido es el que es pero, ¿a quién le importa?. La música es de primera.
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