Leyendo el otro día un estupendo post del blog de Chema García Martínez, me emplacé a mi mismo para escuchar el CD del grupo ganador en el pasado Festival de Jazz de Getxo.
Mis recuerdos del cuarteto de Kristian Brink no son muy halagadores. Creo que el proceso de selección del festival está demasiado condicionado por una serie de factores y éste grupo no es más que uno de tantos que ha pasado por allí. Música bonita y bien facturada, pero irrelevante.
También puede ser que, con el recuerdo de los ganadores de la anterior edición (los estupendos People Are Machines), tuviese yo el juicio nublado. Así que, entre los recuerdos que me evocó el blog de Chema, y mi afán por comprobar lo diferente que puede uno percibir la música en una situación u otra, he aprovechado para escuchar atentamente el CD de Brink.
Para ser justos, me suena mucho mejor de lo que me pareció durante el festival (aunque yo sólo presencié la primera de sus actuaciones) y, aunque no son nada del otro mundo y suenan un poco "demasiado perfectos", el disco es bastante disfrutable. Todos tocan lo suficientemente bien como para apuntarse sus nombres y seguir lo que hagan en el futuro.
Quién sabe, quizá en unos años alguno de ellos sea uno de los grandes del momento.
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