La premisa del disco es muy interesante: despúes de grabar en trío con diferentes formaciones en su anterior disco, Back East, Redman se mete al estudio con dos contrabajistas, Larry Grenadier y Reuben Rogers, y dos baterías, Greg Hutchinson y Brian Blade. En este caso no hay tríos preestablecidos, sino que las formaciones van del trío al quinteto, utilizando dos contrabajistas en algunas tomas y las dos parejas de instrumentos en otros.
En unas cuantas escuchas parciales, el disco parece interesante, pero frío. Redman es un gran saxofonista pero, con todo lo que toca, siempre queda la sensación de que le falta algo, llámese fuerza, chispa, empaque, o lo que sea.
Escucharé Compass con más atención y fijandome especialmente en las combinaciones de instrumentistas con ayuda de un buen equipo (en la carpetilla se especifica muy bien quién está en cada canal). Tal vez así descubra los talentos ocultos del disco.
Hasta el momento, me parece un buen disco, sin más. Pero haciendo mucho hincapié en ese "sin más".
1 comentario:
hay algo mas....si lo buscas ..se nota.........
haciendo hincapie en hay algo mas....
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