viernes, 23 de abril de 2010
Los mensajeros de la vergüenza (29 de marzo de 2010)
Extraído de mi columna de opinión para Cuadernos de Jazz:
"Dicen que el camino al infierno está asfaltado con buenas intenciones. Hoy no hablamos de intenciones buenas o malas; ni siquiera de intenciones. Hablamos de intereses, medidas y resultados y he de empezar diciendo que nadie, absolutamente nadie, ha hecho tanto daño a la música en nuestro país como la SGAE y sus portavoces."
"Porque ni unos ni otros tienen interés en lo que quieren y necesitan los de enfrente. Ninguno de los dos bandos de esta contienda quiere escuchar ni comprender lo que el contrario tiene que decir: sólo luchan, cada vez más encarnizadamente, esperando ganar y sintiéndose con la “verdad” de su lado."
"(...) esto no va de hacerle la puñeta a Alejandro Sanz o a Wynton Marsalis, sino de hacérsela a los miles de trabajadores que hacen que la música funcione. Y lo que ha hecho que el buen nombre de esos profesionales se arrastre por el fango han sido precisamente las declaraciones y actitudes de empresas como la SGAE. Ellos han dibujado en los usuarios una imagen mental que muestra a los trabajadores de la música como aprovechados, ladrones y vagos que quieren hacerse ricos a costa de los pobres incautos que escuchan su música."
"Observando estos conflictos, que no parecen ir a acabar demasiado bien, uno se da cuenta de que el principal problema es que a casi todos los implicados lo que les gusta no es la música. Lo que les gusta, y mucho, es el dinero. "
Puedes leer la columna completa pinchando AQUÍ.
Imagen: portada de la edición de papel del número 117 de Cuadernos de Jazz (marzo-abril 2010)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Comparto tu opinión...
Saludos...
Publicar un comentario