Extraído de mi artículo publicado originalmente en Cuadernos de Jazz nº111 (marzo-abril 2009)
Ecce Homo, o cómo modernizar una industria a martillazos
MP3, iPods, downloads y otras consideraciones acerca de un futuro que nos arrolló sin avisar (segunda parte)
"Tiene gracia. Cuando estaba terminando de escribir este artículo tuve que volver a empezar. En el pequeño espacio de tiempo que transcurrió desde que escribí la primera palabra hasta que me encontré desarrollando la conclusión, el negocio de la música había cambiado. Así evoluciona el mercado discográfico: a mazazos, anunciados y en cierta forma esperados, pero igualmente demoledores. Sabemos de dónde venimos pero no adónde vamos. Lo suponemos, sí, pero a día de hoy sólo podemos estar (casi) seguros de que los días del CD parecen contados."
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"El papel del “filtro”, de un ente que seleccione lo más interesante para no abrumar al consumidor con miles de grabaciones intrascendentes, parece más necesario que nunca. Como dice Sánchez, no tiene por qué cubrirlo una discográfica; tradicionalmente fueron las tiendas independientes y especializadas, lugar de reunión de aficionados, donde se compartían opiniones y se preescuchaban discos. De un tiempo a esta parte, los blogs son un punto de encuentro para aficionados en busca de recomendaciones y, por otro lado, siempre ha existido la prensa especializada, que sigue teniendo una amplia presencia en Internet. "
"Esa degradación en los hábitos de escucha y asimilación de la música, junto a otros aspectos de ciertos comportamientos que se han ido desarrollando a tenor de las nuevas tecnologías, serán el epicentro de la tercera y última parte de estas reflexiones sobre el futuro. Porque una cosa es disponer de más música y de forma más sencilla, y otra muy distinta es conseguir que no nos arrastre la corriente tecnológica."
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"¿Y dónde queda el cedé? Volvamos a conjeturar. El acceso libre a la mayor parte de música es probable que regularice el consumo, pero deja huérfanos a sellos y artistas independientes. Por otro lado, mucha de la gente interesada en estos sellos son aficionados sólidos, coleccionistas, seguidores acérrimos y, en definitiva, compradores potenciales. Quizá el formato físico pueda sobrevivir así, de unos pocos amantes del objeto que quieran “tocar” el producto, sea éste un vinilo, un CD o cualquier otro soporte."
Puedes leer el artículo completo pinchando AQUÍ o en la imagen.
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2 comentarios:
Ayer, hoy y mañana los músicos siempre fueron los menos beneficiados a pesar de ser la esencia de “medios” como el disco de vinyl, el cartridge, el cassete, la cinta, el cidí, el mp3. Gran artículo, muchas gracias.
Muchas gracias a ti por tus palabras, Nicolás.
Un saludo desde Bilbao,
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