A pesar de que D.D. Jackson suele interesarme bastante, en su momento pasé olimpicamente de este disco. El otro día me decidí a comprarlo y ha resultado una grata sorpresa.
Jackson es el heredero por antonomasia de Don Pullen, más que otros ilustres alumnos del pianista, como Myra Melford o Marc Sabatella. El canadiense ha sabido cultivar el legado del maestro desde la perspectiva más lírica de éste, y Serenity Song es un buen ejemplo de ello.
Puede parecer un poco blando en algunos momentos, pero sólo hay que dejarse llevar por el universo armónico y compositivo del líder, mucho más rico de lo que aparenta en un principio.
Sin olvidar los interesantes músicos que le acompañan: Ugonna Okegwo y Dafnis Prieto como base principal y, como invitados en algunos temas, Christian Howes, Dana Leong y el fantástico Sam Newsome, para el que Jackson afirma haber compuesto especificamente algunas de las piezas. La verdad es que la química entre ambos músicos es excepcional.
Lo que me recuerda que estaría bien tener más oportunidades de escuchar a Newsome, está un poco olvidado para lo bueno que es...
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