miércoles, 4 de febrero de 2015

Conference Call - Poetry In Motion (2006)


Reseña publicada originalmente en Tomajazz en septiembre de 2008: 
Poetry In Motion podría ser el mejor disco del grupo Conference Call. O puede que no, pero la cuestión es que tras una primera escucha, esa es la sensación que queda. 

Con la formación aparentemente estable desde hace unos años (George Schuller es el batería oficial, aunque le precedieron Matt Wilson y Han Bennink y Gerry Hemingway le ha sustituido en alguna ocasión), el grupo parece cómodo y relajado, comunicándose a un nivel espectacular. Esa parece la base de la banda y de la música que toca: la extraordinaria comunicación entre ellos. Todos los temas parecen tremendamente abstractos y sin embargo están muy definidos. Pero lo que es más importante, los músicos alcanzan ese estado de gracia en el que parece que todos tocan completamente a su aire y sin embargo, escarbando en los sonidos, uno puede percibir la sintonía que les hace imprescindibles a todos ellos. 

Gebhard Ullmann, nombre básico del jazz y la vanguardia europea, posee un sonido pleno pero flexible al tenor y etéreo pero contundente al clarinete bajo. Así, consigue el difícil objetivo de sonar diferente según la pieza, no sonando a nadie en concreto. Michael Jefry Stevens tiene desde hace años un grupo con Joe Fonda, con lo que es natural que se entiendan a la perfección, y su estilo abierto y lírico es necesario para la música. Concentrándose en la parte media y aguda del teclado, recurre en ocasiones a armonías enriquecedoras y patrones percusivos que se repiten obsesivamente. Su papel es quizá el más impresionante puesto que, seguramente sin pretenderlo, desvía la atención del oyente hacia su piano en todo momento. 

Pero Poetry In Motion es una obra coral, porque todos tocan en todo momento para todos y al final, es imposible disfrutar exclusivamente de lo que hace uno de ellos. Por ejemplo, George Schuller parece tener un papel secundario por lo aéreo y sofisticado de su toque, pero poco a poco se revela como una de las claves de la banda. Y no nos olvidemos de Fonda, con esas líneas poderosas e inspiradas que zigzaguean envolviendo a sus compañeros. 

Además, las composiciones tienen la misma cualidad que los músicos: la de lograr una unidad ilusoria, teniendo en cuenta lo variado de la propuesta. Hay cientos de matices entre ellas y caracteres muy diversos pero, curiosamente, Poetry In Motion suena compacto, indeleble, capaz de soportar el juicio de los oídos más exigentes. 

Quizá es por el resultado, orgánico y atemporal, o porque simplemente, lo firman cuatro nombres de un talento extraordinario. En definitiva, es una música inclasificable que navega entre la libertad más pura y el sentido más definitivo. 

Poetry In Motion. Ahora que lo pienso, visto así, es mucho más que el nombre de un tema o el título del CD. Es toda una definición. 

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