Recupero otro texto publicado con motivo del pasado festival de jazz de Vitoria-Gasteiz, aparecido originalmente en el periódico Gara:
La voz de Nueva Orleans
Craig Adams and the Voices of New Orleans
35 Festival de Jazz de Vitoria-Gasteiz
11 de julio de 2011
La relación del Festival de Jazz de Gasteiz con Nueva Orleans es larga y regular, desde la clásica marching band que recorre las calles de la ciudad -habitualmente originaria de la ciudad sureña- hasta la inesquivable historia de amor entre el festival y el trompetista Wynton Marsalis. En los últimos años el festival ha instaurado otra tradición que, muchas veces, acaba llevándonos también a Nueva Orleans: el concierto de gospel que inaugura la programación de Mendizorrotza. Aunque es una música que tiene una relación tangencial con el jazz, sus raíces en la tradición afroamericana justifican de sobra su presencia en el programa, mucho más, por cierto, que otras propuestas que se pueden escuchar en él.
El artista elegido este año ha sido Craig Adams, una pequeña estrella del género en su país y, concretamente, en su ciudad. Adams es pianista, vocalista y, por encima de todo, un gran maestro de ceremonias. Su forma de dirigir a los diecinueve músicos que le acompañan (guitarra, bajo, batería, un coro de trece miembros y tres solistas) se basa en los grandes showmen negros de la historia. Su repertorio es eminentemente religioso, como no podía ser de otra forma, pero su aproximación al gospel sale de las entrañas del show business y se transforma en algo que podríamos denominar arena-gospel.
Unos segundos después de llegar al escenario, ya tenía al público comiendo de su mano, y la explosión de energía y adrenalina de Adams y los suyos se contagió rápidamente por todo Mendizorrotza. Enseguida, el grupo atacó con «Down By The Riverside» a ritmo de boogie-woogie en uno de los momentos de la noche.
La capacidad vocal de cada miembro del coro es extraordinaria, lo que no es de extrañar, ya que en EE.UU. no se andan con chiquitas en estos asuntos. Aquí un cantante chusquero salido de un concurso de televisión puede ser tomado en serio; allí no es tan fácil vender esa moto, con lo que imaginen la calidad de los miembros de un grupo vocal de esta categoría.
Después de la preciosa «A Change Is Gonna Come» de Sam Cooke, interpretada por el cantante Dale Blade, el clásico «When The Saints Go Marching In» empezó poniendo al público en pie y continuó con Adams invitando a más de una veintena de animados asistentes a que bailasen con él sobre el escenario, saliendo con ellos en comitiva a pie de pista y alcanzando un final apoteósico con todo el pabellón coreando y palmeando. Tras esto, para redondear la velada, Adams hizo un alarde de transformismo y cantó una sentida versión del «My Sweet Lord» de George Harrison (sin la parte de «hare Krishna, hare hare», como es natural) para terminar con un explosivo e interminable «It's Allright», y un doble bis que se abrió con un íntimo «What A Wonderful World» y acabó con el pabellón en pie, entre aplausos, gritos y vítores.
Hay nombres mucho más famosos y cotizados en el programa de este año, pero habrá que ver cuántos se meten al público en el bolsillo como Craig Adams & The Voices of New Orleans.
Nota: Pinchando AQUÍ o en la imagen puedes ver la publicación original del texto en la web del periódico. Al final de la misma hay un texto promocional con lo que se podía ver el mismo día de la publicación, y que no está escrito por mí, por supuesto.
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