Pero, antes de ello, quiero apuntar y dejar claro que hay una serie de cuestiones con respecto a este concierto que se han comentado de manera diferente en otro website, presuntamente dedicado a los comentarios y reseñas sobre jazz. Sin entrar en lo delirante de su análisis musical, realizado en función de la capacidad y perspectiva del comentarista, hay cosas que van más allá del juicio y entran en la simple observación, o competencia para reconocer lo que sucede en un escenario.
Sirva esta nota para afirmar que, si notáis faltas de concordancia entre mi reseña y otra que podéis leer por ahí, creedme, yo me haría caso a mí. Suena fatal, dicho así, pero hay que decir las cosas como son.
Yo no soy infalible, pero tengo ojos, oídos y sé lo que sé. Ni más, ni menos. Y cuando no sé, me callo.
Os dejo con los extracto de mi reseña, que podéis leer completa en la web de Cuadernos de Jazz.
"El Jack DeJohnette Group es una especie de evolución de otras históricas formaciones lideradas por el baterista, como Directions, New Directions o las diferentes encarnaciones de su Special Edition. Su presencia en San Sebastian se vio afectada por la ausencia del bajista Jerome Harris, que tuvo que faltar a la cita por asuntos familiares. Esa ausencia, que hubiese malogrado el concierto de muchos otros, sirvió para ver a una banda de élite adaptándose a las circunstancias y ofreciendo un recital variado y personal."
"DeJohnette anunció que el repertorio estaría compuesto de temas suyos de “el pasado y el presente…”, dejando inconclusa la frase para, tal vez, dejar que el público decidiese al final del concierto si el futuro sonó también. Así, el grupo comenzó atacando el clásico "One for Eric", tema dedicado a Eric Dolphy que abría aquel memorable Special Edition de 1979, con David Murray y Arthur Blythe a los saxos. Con este primer tema la banda mostró sus cartas y una identidad propia construida sobre el bagaje de sus miembros, indiscutiblemente amplio. Se intuían en todo momento ascendencias folclóricas, rockeras y modales, pero todas convivían en armonía en manos de Rudresh Mahanthappa, Dave Fiuczynski, George Colligan y el propio DeJohnette. Éste fue líder por su expansiva presencia más que por pasajes solistas, dejando bien claro quién mandaba allí, a golpe y porrazo. En ocasiones demasiado pero, normalmente, lo justo para constatar esa realidad"
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"Pero, en cierto modo, el triunfador de la noche fue Colligan. El pianista, rodeado de teclados, se las tuvo que ingeniar para acometer todo lo esperable de un pianista acústico, un teclista y la labor añadida de suplantar el bajo de Harris y de improvisar con la trompeta un par de solos más que remarcables. Aunque tal vez hubiese sido más normal que se ocupase Fiuczynski de este tema, fue Colligan quien pasó todo el concierto marcando los bajos con su teclado Nord, además de acompañar o solear con su mano derecha cuando le tocaba. Sólo cuando Colligan se dedicó a la trompeta, Fiuczynski acompañó con algunos tímidos acordes para no dejar desnudo el conjunto. Después del concierto, Colligan se reía ante la dificultad de haber afrontado la actuación en esas condiciones: “la hija de Jerome se graduaba hoy en Harvard”, dijo. “¡Creo que es un buen motivo para no venir a tocar!”
Puedes leer la reseña completa pinchando AQUÍ.
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