La revista Cuadernos de Jazz presenta a Carla Bley en el Heineken Jazzaldia. El próximo 24 de julio, la Big Band de la pianista y compositora, actuará en el festival donostiarra en la que promete ser una de las mejores actuaciones de éste.
Con esta noticia en la cabeza, he decidido reescuchar un disco al que otorgué cinco estrellas en su momento. Pasados casi dos años desde que escribí aquella reseña, debo decir que hoy el disco me ha vuelto a parecer precioso y, sobre todo, muy especial.
Dejo aquí la reseña original publicada en Cuadernos de Jazz:
LA MAGIA DE LOS ACORDES ENCONTRADOS
Qué poco le falta a este disco para ser perfecto. El grado de cohesión que alcanza el grupo en la práctica totalidad de la grabación es escalofriante. Lejos de desequilibrar, la entrada de Paolo Fresu convierte un cuarteto interesante en un quinteto fantástico.
Prueba de ello es que el CD que nos ocupa, habiendo sido grabado en estudio, suena mucho mas redondo e inspirado que la anterior entrega discográfica del cuarteto, titulado simplemente The Lost Chords y grabado en directo a lo largo de una gira europea.
Algo tienen que ver las composiciones, puesto que la suite The Banana Quintet, que ocupa dos tercios de la grabación, es excepcional de principio a fin, poniendo de manifiesto tanto la empatía extrema entre Bley y Swallow, como las excelencias improvisatorias complementarias de Fresu y Sheppard. Tras la suite, tres temas que, sin llegar al nivel establecido en ésta, siguen siendo muy interesantes y mantienen la estética adecuada hasta el final, porque la estética es realmente clave en este disco.
Bley, que prácticamente no improvisa, dirige una base que va unida en ritmo, intensidad, color, y que matiza constantemente cada acento, dotando al trío de un carácter orgánico, casi sobrenatural. Tanto que, en muchos momentos, da la sensación de que los solistas son meros accesorios; que la base, por si misma, convertiría cualquier línea en un gran solo.
Este triunfo del conjunto, esa sensación de grupo perfecto, es la que da el aire verdaderamente especial a The Lost Chords Find Paolo Fresu. El encuentro con el italiano, que en la carpetilla aparece como una broma o, simplemente, como una muestra más del sentido del humor de la pareja Bley-Swallow, resulta ser la clave de todo.
Efectivamente, el sonido redondo y liquido del trompetista, contrapuesto al tono hueco y seco de Sheppard forman una pareja acústica estupenda que, arropada por el trío, hacen de este quinteto uno de los mejores grupos, en el sentido estricto de la palabra, que un servidor haya escuchado en mucho tiempo.
Yahvé M. de la Cavada
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify.
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