Tras varias aventuras musicales (tanto juntos como separados) estos dos canarios montaron Machuca Trío junto al batería José Miguel Méndez (alias “Churchi”), y en diciembre del 2005 entraron en el estudio para dar buena muestra de todos sus anhelos e influencias. A lo largo de los siete temas de Energy, escritos casi en su totalidad por Manolo Rodríguez, la banda se muestra inventiva y poco acomodada, yendo de un sitio a otro de forma natural. Quizá es en “Swing For Syndicate”, el tema mas eminentemente jazzístico, donde su música se tambalea, pero a medida que se van escuchando composiciones como “The Astronaut”, “Red” y sobre todo “At One O’Clock”, la inquietud del trío queda manifiesta. Independientemente de algún titubeo, o algún intrascendente y puntual problema de ejecución, Energy se revela como un disco rico en forma y contenido, atípico en España y de una calidad notable.
Dos años después, vuelven al estudio con otra encarnación musical, “Dos Caras de la Misma Moneda”, para producir, sin ninguna duda, una de las grabaciones más apasionantes que ha dado nuestro país en los últimos años. Valiente, comprometida, inteligente, inspirada, cautivadora… La música que produce este cuarteto hace brotar elogios e impresiones en cada escucha. Tras su paso por Nueva York y participar en seminarios con músicos que siempre habían sido una inspiración para ellos, la falta de focalización que podía percibirse en Machuca Trío quedó atrás.
Este disco es la cristalización de lo que Rodríguez y Costa buscan desde hace años. A falta de referentes (e incluso de apoyo de cualquier tipo) en nuestro país para desarrollar música improvisada de estas características, esta banda puede considerarse huérfana y pionera al mismo tiempo. Con una fuerte influencia de Tim Berne o Marc Ducret, entre otros, Dos Caras de la Misma Moneda es un disco tremendamente creativo, que contiene composición e improvisación de primera categoría.
El añadido del piano de Francis Hernández da soporte y amplitud a una banda en la que todos se dejan respirar e interpretan libremente sin colisionar. Aquí no hay nada casual o accidental, los planteamientos desarrollados en los cuatro temas del disco son complejos, avanzados e insólitos en España. Desde el corto boceto de “Kommunity” hasta la titánica “The Smelly Cat’s Suite” con sus 29 minutos de duración, la sensación de estar ante una obra trascendente no decae.
Acompañando al CD hay un DVD que sirve como eslabón entre los dos proyectos. Dicho DVD contiene un concierto de Machuca Trío, que ve interpretado casi todo el repertorio de Energy, y un pequeño documental donde Costa y Rodríguez hablan de la evolución, musical y personal, que han sufrido en los últimos años. Un documento interesante para comprender mejor al músico y el contexto en el que trabaja y que suaviza la desazón de enfrentarse a un disco que dura mucho menos de lo que debería.
Escribo esta crónica según vuelvo de un concierto ofrecido por el nuevo grupo de un celebre músico español, reconocido internacionalmente. Un concierto lamentable y vergonzante, que me hace preguntarme una vez más por qué Carlos Costa y Manolo Rodríguez tienen que luchar para desarrollar su música, mientras que otros con su “fama” hace tiempo que se echaron a dormir.
Los dos canarios, tras este gran disco, ya están en el camino. La cosa funciona y suena condenadamente bien, ahora solo falta que el público les responda.
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