Reseña publicada originalmente en Tomajazz en abril de 2008:
Jesse Stacken fue una grata sorpresa cuando le escuché como pianista del Peter Van Huffel Quintet, banda en la que comparte atril con otro joven valor, el guitarrista Scott Dubois, y con el propio líder, que también apunta maneras muy interesantes. Ahora Stacken levanta el vuelo con este disco, que sirve como carta de presentación y como declaración de intenciones.
Acompañado por una rítmica nada despreciable, formada por el noruego Eivind Opsvik y el norteamericano Jeff Davis, este trío es una buena muestra de la música que están desarrollando algunos jóvenes en Brooklyn. Fresh Sound lleva años editando discos que intentan definir una denominación de origen para ese gran barrio neoyorquino. A veces con resultados mas afortunados que otros y últimamente con un criterio un tanto vago, pero ahí quedan esas instantáneas para la posteridad, que nos recordarán lo que se cocía al principio del milenio entre los jóvenes jazzmen de Brooklyn.
Centrándonos en Stacken, tras escuchar atentamente este That That, descubrimos a un pianista completo, formado, con una gran capacidad y muchos sitios a los que le apetece ir. Esa falta de enfoque es normal en músicos jóvenes y no debe ser un obstáculo a la hora de valorar a Stacken en su justa medida. Su pianismo emerge a borbotones y lleno de vida, llevándonos de un sitio a otro sin llegar a explotar, pero manteniendo cierto interés indemne a lo largo del CD.
Stacken suena por momentos a Andrew Hill, Paul Bley, Jarrett, Mehldau e incluso Craig Taborn, sin acabar de definirse, pero demuestra una técnica sólida y un planteamiento fresco y arriesgado.
That That es un debut muy interesante en el que Jesse Stacken, con la inocencia que acarrean las circunstancias, muestra una calidad muy superior a muchos pianistas supuestamente consagrados. La materia prima ya la tiene, la madurez ya le llegará. Ahora le toca ir hacia adelante y enseñarnos qué quiere hacer.
Puedes ver la publicación original pinchando AQUÍ.
domingo, 30 de septiembre de 2012
domingo, 23 de septiembre de 2012
Manolo Rodríguez / Carlos Costa / Machuca Trío - Dos Caras de la Misma Moneda / Energy
Reseña publicada originalmente en Tomajazz en mayo de 2008:
Manolo Rodríguez y Carlos Costa son dos nombres que me eran desconocidos hasta hace bien poco. Desde entonces, he podido escuchar dos de sus proyectos: Machuca Trío, y el más reciente Dos Caras de la Misma Moneda. Ambos, junto a sus respectivas grabaciones, son piezas de una carrera basada en la construcción de un camino diferente, árido e inclemente, en el que poco ha colaborado el reduccionista y papanatas panorama jazzístico nacional.
Este disco es la cristalización de lo que Rodríguez y Costa buscan desde hace años. A falta de referentes (e incluso de apoyo de cualquier tipo) en nuestro país para desarrollar música improvisada de estas características, esta banda puede considerarse huérfana y pionera al mismo tiempo. Con una fuerte influencia de Tim Berne o Marc Ducret, entre otros, Dos Caras de la Misma Moneda es un disco tremendamente creativo, que contiene composición e improvisación de primera categoría.
El añadido del piano de Francis Hernández da soporte y amplitud a una banda en la que todos se dejan respirar e interpretan libremente sin colisionar. Aquí no hay nada casual o accidental, los planteamientos desarrollados en los cuatro temas del disco son complejos, avanzados e insólitos en España. Desde el corto boceto de “Kommunity” hasta la titánica “The Smelly Cat’s Suite” con sus 29 minutos de duración, la sensación de estar ante una obra trascendente no decae.
Acompañando al CD hay un DVD que sirve como eslabón entre los dos proyectos. Dicho DVD contiene un concierto de Machuca Trío, que ve interpretado casi todo el repertorio de Energy, y un pequeño documental donde Costa y Rodríguez hablan de la evolución, musical y personal, que han sufrido en los últimos años. Un documento interesante para comprender mejor al músico y el contexto en el que trabaja y que suaviza la desazón de enfrentarse a un disco que dura mucho menos de lo que debería.
Escribo esta crónica según vuelvo de un concierto ofrecido por el nuevo grupo de un celebre músico español, reconocido internacionalmente. Un concierto lamentable y vergonzante, que me hace preguntarme una vez más por qué Carlos Costa y Manolo Rodríguez tienen que luchar para desarrollar su música, mientras que otros con su “fama” hace tiempo que se echaron a dormir.
Los dos canarios, tras este gran disco, ya están en el camino. La cosa funciona y suena condenadamente bien, ahora solo falta que el público les responda.
Puedes ver la publicación original pinchando AQUÍ:
Tras varias aventuras musicales (tanto juntos como separados) estos dos canarios montaron Machuca Trío junto al batería José Miguel Méndez (alias “Churchi”), y en diciembre del 2005 entraron en el estudio para dar buena muestra de todos sus anhelos e influencias. A lo largo de los siete temas de Energy, escritos casi en su totalidad por Manolo Rodríguez, la banda se muestra inventiva y poco acomodada, yendo de un sitio a otro de forma natural. Quizá es en “Swing For Syndicate”, el tema mas eminentemente jazzístico, donde su música se tambalea, pero a medida que se van escuchando composiciones como “The Astronaut”, “Red” y sobre todo “At One O’Clock”, la inquietud del trío queda manifiesta. Independientemente de algún titubeo, o algún intrascendente y puntual problema de ejecución, Energy se revela como un disco rico en forma y contenido, atípico en España y de una calidad notable.
Dos años después, vuelven al estudio con otra encarnación musical, “Dos Caras de la Misma Moneda”, para producir, sin ninguna duda, una de las grabaciones más apasionantes que ha dado nuestro país en los últimos años. Valiente, comprometida, inteligente, inspirada, cautivadora… La música que produce este cuarteto hace brotar elogios e impresiones en cada escucha. Tras su paso por Nueva York y participar en seminarios con músicos que siempre habían sido una inspiración para ellos, la falta de focalización que podía percibirse en Machuca Trío quedó atrás.
Este disco es la cristalización de lo que Rodríguez y Costa buscan desde hace años. A falta de referentes (e incluso de apoyo de cualquier tipo) en nuestro país para desarrollar música improvisada de estas características, esta banda puede considerarse huérfana y pionera al mismo tiempo. Con una fuerte influencia de Tim Berne o Marc Ducret, entre otros, Dos Caras de la Misma Moneda es un disco tremendamente creativo, que contiene composición e improvisación de primera categoría.
El añadido del piano de Francis Hernández da soporte y amplitud a una banda en la que todos se dejan respirar e interpretan libremente sin colisionar. Aquí no hay nada casual o accidental, los planteamientos desarrollados en los cuatro temas del disco son complejos, avanzados e insólitos en España. Desde el corto boceto de “Kommunity” hasta la titánica “The Smelly Cat’s Suite” con sus 29 minutos de duración, la sensación de estar ante una obra trascendente no decae.
Acompañando al CD hay un DVD que sirve como eslabón entre los dos proyectos. Dicho DVD contiene un concierto de Machuca Trío, que ve interpretado casi todo el repertorio de Energy, y un pequeño documental donde Costa y Rodríguez hablan de la evolución, musical y personal, que han sufrido en los últimos años. Un documento interesante para comprender mejor al músico y el contexto en el que trabaja y que suaviza la desazón de enfrentarse a un disco que dura mucho menos de lo que debería.
Escribo esta crónica según vuelvo de un concierto ofrecido por el nuevo grupo de un celebre músico español, reconocido internacionalmente. Un concierto lamentable y vergonzante, que me hace preguntarme una vez más por qué Carlos Costa y Manolo Rodríguez tienen que luchar para desarrollar su música, mientras que otros con su “fama” hace tiempo que se echaron a dormir.
Los dos canarios, tras este gran disco, ya están en el camino. La cosa funciona y suena condenadamente bien, ahora solo falta que el público les responda.
Puedes ver la publicación original pinchando AQUÍ:
lunes, 17 de septiembre de 2012
BassDrumBone - The Line Up (2005)
Reseña publicada originalmente en Tomajazz en febrero de 2008:
Vaya tres. Es difícil que no salga buena música de aquí, teniendo en cuenta la capacidad de cada uno de ellos por separado y el tiempo que llevan colaborando juntos en una u otra batalla. Y efectivamente, la música es buena, todos tocan bien, etc, pero la cosa no acaba de despuntar.
No quiero decir que no haya buenos momentos, pero los tres permanecen siempre en el umbral de la corrección, con un innegable saber hacer que no pasa de interesante.
The Line Up es el tercer y menos interesante disco de este democrático grupo en el que nadie sobresale, y en este detalle es donde radica su principal interés, en la capacidad para escuchar(se) e interactuar de los tres instrumentistas.
Así que aquí tenemos una ración de buen jazz, avanzado pero accesible, que recomendamos consumir con la perspectiva adecuada valorando a sus interpretes por su actuación en otros contextos, como el Mark Helias’ Open Loose, el Gerry Hemingway Quartet o la Ray Anderson Alligatory Band, por poner un grupo de cada uno de ellos, mayormente mas interesantes que éste BassDrumBone.
Puedes ver la publicación original pinchando AQUÍ.
miércoles, 12 de septiembre de 2012
Juez, jurado y ejecutor
Escrito para Beefeater London Dry Gin:
Durante años ha sido el tipo más duro del cómic británico. Creado al abrigo de la mítica revista 2000 A.D. por John Wagner y el español Carlos Ezquerra, el Juez Dredd es uno de los principales beneficiarios de la asombrosa cantera creativa del cómic británico. Sus historias han sido escritas, entre otros, por tipos como Grant Morrison, Garth Ennis o Mark Millar, e incluso un joven Alan Moore envió guiones de Dredd al editor de la revista, mucho antes de convertirse en el mejor guionista de cómic de las últimas décadas.
Ahora, el inmisericorde juez regresa a la gran pantalla en una versión mucho más afortunada que la protagonizada por Sylvester Stallone en 1995. Titulada sencillamente Dredd, está escrita por Alex Garland, asiduo colaborador de Danny Boyle (escribió “28 días después”, “Sunshine” y la novela en la que se basó “La Playa”), dirigida por Pete Travis (“En el punto de mira”) y protagonizada por un hierático Karl Urban. La hora del juicio ya está aquí.
Yahvé M. de la Cavada, 2012
Durante años ha sido el tipo más duro del cómic británico. Creado al abrigo de la mítica revista 2000 A.D. por John Wagner y el español Carlos Ezquerra, el Juez Dredd es uno de los principales beneficiarios de la asombrosa cantera creativa del cómic británico. Sus historias han sido escritas, entre otros, por tipos como Grant Morrison, Garth Ennis o Mark Millar, e incluso un joven Alan Moore envió guiones de Dredd al editor de la revista, mucho antes de convertirse en el mejor guionista de cómic de las últimas décadas.
Ahora, el inmisericorde juez regresa a la gran pantalla en una versión mucho más afortunada que la protagonizada por Sylvester Stallone en 1995. Titulada sencillamente Dredd, está escrita por Alex Garland, asiduo colaborador de Danny Boyle (escribió “28 días después”, “Sunshine” y la novela en la que se basó “La Playa”), dirigida por Pete Travis (“En el punto de mira”) y protagonizada por un hierático Karl Urban. La hora del juicio ya está aquí.
Yahvé M. de la Cavada, 2012
jueves, 6 de septiembre de 2012
Después de “Once”
Escrito para Beefeater London Dry Gin:
“Once” no fue su primera incursión en el cine, pero sí la que le catapultó. Nadie hubiese dicho que aquella humilde cinta independiente rodada en un Dublín tan realista como romántico llegaría tan lejos como para, además de convertirse en una de las películas del 2007, dar el primer Oscar a la mejor canción a un músico irlandés. 16 años después de su divertido papel en la clásica “The Commitments”, Glen Hansard conquistó Hollywood junto a la actriz y cantante Marketa Irglová, co-protagonista de “Once” y co-autora de la canción galardonada.
La cosa no quedó ahí: Hansard e Irglová se enamoraron durante el rodaje y, tras unos años de éxitos y giras con su banda The Swell Season, se separaron. Toda esta historia, la que ocurrió al apagarse las cámaras, entre escenarios y habitaciones de hotel, se cuentan en el documental del mismo nombre, estrenado este verano en nuestro país de manera demasiado discreta. El DVD, afortunadamente, ya está a punto de salir.
Yahvé M. de la Cavada, 2012
martes, 4 de septiembre de 2012
Russell Brand, orgullo patrio
Escrito para Beefeater London Dry Gin:
Puede que los británicos no inventasen el rock, pero casi. Todas las revitalizaciones y reinvenciones de la música popular del siglo XX pasan por Inglaterra, por eso suelen celebrar más que nadie las épocas doradas del rock. Sin embargo, Hollywood se ha adelantado con la película Rock Of Ages, un delirio musical ñoño y pseudo nostálgico que homenajea un periodo estético y musical que no queda tan lejos.
Capitaneados por un Tom Cruise acertado (que debutó en esa misma generación), y a pesar de que su banda sonora se basa en grupos americanos, Inglaterra se coló en la producción mediante dos de sus protagonistas: Catherine Zeta-Jones y el inefable y divertido Russell Brand.
Quienes aún no habéis podido borrar de vuestra memoria el horrendo playback de Brand en la clausura de los juegos olímpicos, acudid corriendo al cine a verle cantar algunos éxitos de los 80. No tiene precio.
Puede que los británicos no inventasen el rock, pero casi. Todas las revitalizaciones y reinvenciones de la música popular del siglo XX pasan por Inglaterra, por eso suelen celebrar más que nadie las épocas doradas del rock. Sin embargo, Hollywood se ha adelantado con la película Rock Of Ages, un delirio musical ñoño y pseudo nostálgico que homenajea un periodo estético y musical que no queda tan lejos.
Capitaneados por un Tom Cruise acertado (que debutó en esa misma generación), y a pesar de que su banda sonora se basa en grupos americanos, Inglaterra se coló en la producción mediante dos de sus protagonistas: Catherine Zeta-Jones y el inefable y divertido Russell Brand.
Quienes aún no habéis podido borrar de vuestra memoria el horrendo playback de Brand en la clausura de los juegos olímpicos, acudid corriendo al cine a verle cantar algunos éxitos de los 80. No tiene precio.
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