Reseña publicada originalmente en la edición física de la revista Mondo Sonoro:
"Un pequeño fallo de organización provocó que el de Bilbao fuese el único concierto de Marianne Faithfull en el estado. Este hecho convirtió el evento en algo más especial, si cabe. La flor y nata del rock bilbaíno –más flor y nata que nunca– abarrotaba la sala BBK, esperando presenciar algo especial, y lo fue, sí, pero también hubo una larga lista de “peros” que emergieron durante el concierto.
Ya el principio fue un tanto desastroso: el sonido era estridente y muy agresivo para un recinto de esas características y un desafortunado ventilador situado frente a Faithfull le provocó molestias durante un buen rato, hasta que pidió que lo apagasen.
Los primeros temas sirvieron para presentar el nuevo disco de la cantante, Horses and High Heels. Tras un desconcentrado “Why Did We Have To Part” nos temimos lo peor, ya que en “Back In Baby’s Arms” Faithfull llegó a olvidar la letra por un instante, pero en “The Stations” (el tema de los Gutter Twins que abre Saturnalia) la cosa empezó a coger pulso. A partir de ahí todo fue según lo esperado.
“Sister Morphine”, “Broken English”, “As Tear Goes By” y “Working Class Hero” hicieron estallar al público, que acabo el concierto con ovación y recibió a cambio un glorioso “Strange Weather” íntimo y acústico.
Aparte de algunos momentos del guitarrista Doug Pettibone, la atención recayó exclusivamente sobre Faithfull y su voz arrastrada y quebradiza. La cantante tiene esas cosas tan especiales y tan raras de ver llamadas personalidad y carácter, así que, al final, los “peros” son lo de menos."
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