Extraído de mi artículo para Muro de Sonido, blog musical de ELPAIS.com:
"The Wave Pictures son tan buenos que hay que impedir cuanto antes que nos los roben los trendys y los modernos (y ya están en ello). Porque suenan crudos y auténticos, porque hacen una música sin complejos y porque tienen canciones realmente buenas.
Susan Rode The Cyclone no es tan bueno como el impresionante Instant Coffee Baby, pero sí bastante mejor que su anterior álbum, If You Leave It Alone.
Después de más de diez años entre el do it yourself y el ascenso underground paso a paso, la banda suena estimulante y diferente, con destellos de influencias tan diferentes como los Smiths, Jonathan Richman, los primeros Violent Femmes, Dire Straits o Townes Van Zandt.
Que lo que leáis por ahí no os confunda: estos tíos son de verdad. Y David Tattersall, por cierto, es uno de los mejores y más originales guitarristas que han aparecido en tiempo."
Pinchando AQUÍ puedes leer el artículo completo.
domingo, 27 de febrero de 2011
jueves, 24 de febrero de 2011
Joe McPhee & Dominic Duval - The Dream Book (1998)
Aunque sólo sea por las horas que han pasado tocando juntos en el Trio X, Joe McPhee y Dominic Duval son un ejemplo de compenetración máxima.
The Dream Book se grabó en la Knitting Factory neoyorquina en agosto de 1997, con McPhee tocando exclusivamente saxo alto y pocket trumpet. El disco está centrado en Ornette Coleman, y cada uno de los temas (todos son originales de McPhee y Duval) está dedicado a algún músico de la esfera del saxofonista: Haden, Redman, Moffett, Izenzon, Cherry, LaFaro...
Por otro lado, McPhee comenta en las liner notes que los títulos fueron inspirados por pinturas e ilustraciones de Helen Douglas, autora a su vez de la portada del CD.
McPhee siempre está soberbio tocando a dúo, y este es uno de sus mejores grabaciones con un contrabajista, de entre lo que yo conozco y recuerdo. Música libre y reflexiva que merece ser escuchada con atención.
The Dream Book se grabó en la Knitting Factory neoyorquina en agosto de 1997, con McPhee tocando exclusivamente saxo alto y pocket trumpet. El disco está centrado en Ornette Coleman, y cada uno de los temas (todos son originales de McPhee y Duval) está dedicado a algún músico de la esfera del saxofonista: Haden, Redman, Moffett, Izenzon, Cherry, LaFaro...
Por otro lado, McPhee comenta en las liner notes que los títulos fueron inspirados por pinturas e ilustraciones de Helen Douglas, autora a su vez de la portada del CD.
McPhee siempre está soberbio tocando a dúo, y este es uno de sus mejores grabaciones con un contrabajista, de entre lo que yo conozco y recuerdo. Música libre y reflexiva que merece ser escuchada con atención.
lunes, 21 de febrero de 2011
Steve Lacy - At The New Jazz Meeting, Baden Baden 2002 (ed. 2006)
Un disco extraño, pero fascinante. Lacy, menos de un año y medio antes de morir, seguía en la más absoluta vanguardia, investigando y experimentando como hasta entonces.
Grabado en estudio (a excepción de un tema en directo, con Lacy solo al soprano), el disco se compone de tomas en cuarteto, trío o dúo. Lo especial está en los músicos implicados: además de Peter Herbert y Wolfgang Reisinger al contrabajo y batería respectivamente, Philip Jeck está a los platos (turntables) y Christof Kurtzmann y Bernhard Lang a la electrónica y efectos.
Así, hay un tema en el que Lacy sólo se acompaña de Jeck y Lang y otro en el que está a dúo con Jeck. La creatividad del saxofonista se ve estimulada por un contexto tan diferente, produciendo momentos realmente especiales.
Si alguien tenía alguna duda de que Lacy es uno de los más grandes improvisadores de todos los tiempos, he aquí otra prueba de ello.
Grabado en estudio (a excepción de un tema en directo, con Lacy solo al soprano), el disco se compone de tomas en cuarteto, trío o dúo. Lo especial está en los músicos implicados: además de Peter Herbert y Wolfgang Reisinger al contrabajo y batería respectivamente, Philip Jeck está a los platos (turntables) y Christof Kurtzmann y Bernhard Lang a la electrónica y efectos.
Así, hay un tema en el que Lacy sólo se acompaña de Jeck y Lang y otro en el que está a dúo con Jeck. La creatividad del saxofonista se ve estimulada por un contexto tan diferente, produciendo momentos realmente especiales.
Si alguien tenía alguna duda de que Lacy es uno de los más grandes improvisadores de todos los tiempos, he aquí otra prueba de ello.
sábado, 19 de febrero de 2011
Method Man, Ghostface Killah & Raekwon - Wu-Massacre (2010)
Extraído de mi artículo para Muro de Sonido, blog musical de ELPAIS.com:
"El mejor disco de hip-hop de 2010 es, con toda probabilidad, How I Got Over de los Roots (con My Beautiful Dark Twisted Fantasy de Kanye West y Sir Lucious Left Foot de Big Boi pisándole los talones).
Dicho esto, debo destacar uno de esos discos que pasa desapercibido para muchos aficionados a pesar de ser realmente bueno. Wu-Massacre, con su portada freak ilustrada por Chris Bachalo y su aire gangsta, es uno de los mejores discos que ha dado el colectivo Wu-Tang Clan en bastante tiempo.
Aunque Method Man, Ghostface Killah y Raekwon tienen sus respetivas carreras en solitario desde hace años, esta colaboración les convierte en una especie de grupo-apéndice del Clan. Suenan perfectamente ensamblados, como es natural, y hay viejos conocidos en la producción (RZA, Mathematics, Scram Jones...) que sacan de los tres raperos lo mejor de aquellos primeros años noventa en los que el Wu-Tang Clan brilló como nunca.
Siguen siendo una de las mejores bandas de hip-hop del mundo, vayan todos juntos o de tres en tres."
Pinchando AQUÍ puedes leer el artículo completo.
"El mejor disco de hip-hop de 2010 es, con toda probabilidad, How I Got Over de los Roots (con My Beautiful Dark Twisted Fantasy de Kanye West y Sir Lucious Left Foot de Big Boi pisándole los talones).
Dicho esto, debo destacar uno de esos discos que pasa desapercibido para muchos aficionados a pesar de ser realmente bueno. Wu-Massacre, con su portada freak ilustrada por Chris Bachalo y su aire gangsta, es uno de los mejores discos que ha dado el colectivo Wu-Tang Clan en bastante tiempo.
Aunque Method Man, Ghostface Killah y Raekwon tienen sus respetivas carreras en solitario desde hace años, esta colaboración les convierte en una especie de grupo-apéndice del Clan. Suenan perfectamente ensamblados, como es natural, y hay viejos conocidos en la producción (RZA, Mathematics, Scram Jones...) que sacan de los tres raperos lo mejor de aquellos primeros años noventa en los que el Wu-Tang Clan brilló como nunca.
Siguen siendo una de las mejores bandas de hip-hop del mundo, vayan todos juntos o de tres en tres."
Pinchando AQUÍ puedes leer el artículo completo.
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jueves, 17 de febrero de 2011
Rez Abbasi - Thing To Come (2010)
Extraído de mi reseña para Cuadernos de Jazz:
"El binomio Rudresh Mahanthappa-Vijay Iyer, instrumentistas personales donde los haya, se pone a las órdenes de Abbasi y dan lo mejor de sí sin apabullar o llevar la música a su terreno. (...) El guitarrista está a la altura de sus ilustres compañeros, soleando con buen gusto y firmando un puñado de composiciones situadas en el jazz más contemporáneo. Además de la poderosa sección rítmica, la presencia de Kiran Ahluwalia enfatiza las raíces hindúes comunes a los tres solistas sin incurrir en la folclorización forzada o en arrebatos de tipo world music."
Puedes leer la reseña completa pinchando AQUÍ.
"El binomio Rudresh Mahanthappa-Vijay Iyer, instrumentistas personales donde los haya, se pone a las órdenes de Abbasi y dan lo mejor de sí sin apabullar o llevar la música a su terreno. (...) El guitarrista está a la altura de sus ilustres compañeros, soleando con buen gusto y firmando un puñado de composiciones situadas en el jazz más contemporáneo. Además de la poderosa sección rítmica, la presencia de Kiran Ahluwalia enfatiza las raíces hindúes comunes a los tres solistas sin incurrir en la folclorización forzada o en arrebatos de tipo world music."
Puedes leer la reseña completa pinchando AQUÍ.
lunes, 14 de febrero de 2011
Cuadernos de Jazz versión 2.1 (2 de febrero de 2010)
Este humilde blog está a punto de cumplir las 100.000 visitas, algo que es importante para mí. Sólo para mí, en realidad. Pero, para quienes escribimos sobre música, es agradable sentir el apoyo y el hecho de que le lean a uno.
100.000 visitas después, mi único interés sigue siendo (intentar) dar a conocer música, compartirla y comentarla. A ver cómo voy dentro de otras 100.000.
Creo que el texto más adecuado para que corone esta pequeña celebración es éste. Lo escribí a colación del cierre de la edición en papel de Cuadernos de Jazz y se publicó en el blog de ELPAIS.com Muro de Sonido.
Gracias a todos por seguir ahí.
CUADERNOS DE JAZZ VERSIÓN 2.1 (extractos)
"Uno nunca sabe si el jazz está de moda o de capa caída. Su presencia en los medios siempre es engañosa y resulta difícil discernir si convive con las últimas tendencias o si permanece en una madriguera cultural apartada de la abarrotada autopista del ocio popular.
La prensa y una cierta animosidad por parte del público hacen que se le tenga el respeto que se tiene a un profesor: se reconoce su valía, se le tiene como a una eminencia, pero no es alguien con quien te irías de fin de semana. Mirando las agendas culturales no cabe duda de que se programa mucho jazz por todo el país, es decir, que se invierte dinero público en él. Un vistazo más profundo a esas agendas revelan que, aunque hay jazz en directo en cantidades generosas, se programa sin rumbo, dirigido por responsables que no saben lo que hacen más allá de imitar al vecino de enfrente o acercarse de forma becerril a lo que, supuestamente, garantice un cierto éxito comercial y una buena cobertura mediática.
El aficionado al jazz (que existe, no os quepa duda) es una minoría en nuestro país mucho más que en otros. En España nunca hemos tenido una gran tradición jazzística y estamos varias décadas por detrás de la mayor parte de países europeos en casi todo lo relativo a esta música. Lo único de lo que podemos alardear es de dos o tres festivales importantes (más históricos que trascendentes a nivel musical), de algunos músicos internacionales y de la revista Cuadernos de Jazz, una publicación especializada con más de veinte años a su espalda que hace unas semana anunció el cierre de su edición en papel."
"Es lo normal dados los tiempos que corren, y tampoco es cuestión de rasgarse las vestiduras, pero el hecho es que esto nos deja sin la edición física del buque insignia de la crítica de jazz en España. Cuadernos de Jazz redefinió la crítica en nuestro país, diseñó e impulsó una nueva forma de entender el jazz desde la especialización, siendo didáctica y erudita a partes iguales. Hubo épocas en que su nómina de colaboradores era imbatible, llegando a ser comparable en calidad de contenidos a publicaciones extranjeras de referencia como Downbeat (USA), Jazz Magazine (Francia) o Jazzwise (UK)."
"La cuestión es que esto no se puede detener. Las publicaciones seguirán refugiándose día a día en Internet, confiando en poder navegar con solvencia en un mar tan grande y tan revuelto. Seguirá habiendo desapariciones y nacimientos, forcejeos para no perder lo conquistado durante décadas y para construir nuevos modelos más adecuados para el nuevo mundo. Discusiones sobre lo que es cultura y lo que es industria; sobre lo que merece ser subvencionado y lo que queremos consumir realmente.
Y, mientras, seguimos en transición. Con un pasado y mil futuros posibles. Veremos."
Pinchando AQUÍ o en la imagen puedes leer el artículo completo.
100.000 visitas después, mi único interés sigue siendo (intentar) dar a conocer música, compartirla y comentarla. A ver cómo voy dentro de otras 100.000.
Creo que el texto más adecuado para que corone esta pequeña celebración es éste. Lo escribí a colación del cierre de la edición en papel de Cuadernos de Jazz y se publicó en el blog de ELPAIS.com Muro de Sonido.
Gracias a todos por seguir ahí.
CUADERNOS DE JAZZ VERSIÓN 2.1 (extractos)
"Uno nunca sabe si el jazz está de moda o de capa caída. Su presencia en los medios siempre es engañosa y resulta difícil discernir si convive con las últimas tendencias o si permanece en una madriguera cultural apartada de la abarrotada autopista del ocio popular.
La prensa y una cierta animosidad por parte del público hacen que se le tenga el respeto que se tiene a un profesor: se reconoce su valía, se le tiene como a una eminencia, pero no es alguien con quien te irías de fin de semana. Mirando las agendas culturales no cabe duda de que se programa mucho jazz por todo el país, es decir, que se invierte dinero público en él. Un vistazo más profundo a esas agendas revelan que, aunque hay jazz en directo en cantidades generosas, se programa sin rumbo, dirigido por responsables que no saben lo que hacen más allá de imitar al vecino de enfrente o acercarse de forma becerril a lo que, supuestamente, garantice un cierto éxito comercial y una buena cobertura mediática.
El aficionado al jazz (que existe, no os quepa duda) es una minoría en nuestro país mucho más que en otros. En España nunca hemos tenido una gran tradición jazzística y estamos varias décadas por detrás de la mayor parte de países europeos en casi todo lo relativo a esta música. Lo único de lo que podemos alardear es de dos o tres festivales importantes (más históricos que trascendentes a nivel musical), de algunos músicos internacionales y de la revista Cuadernos de Jazz, una publicación especializada con más de veinte años a su espalda que hace unas semana anunció el cierre de su edición en papel."
"Es lo normal dados los tiempos que corren, y tampoco es cuestión de rasgarse las vestiduras, pero el hecho es que esto nos deja sin la edición física del buque insignia de la crítica de jazz en España. Cuadernos de Jazz redefinió la crítica en nuestro país, diseñó e impulsó una nueva forma de entender el jazz desde la especialización, siendo didáctica y erudita a partes iguales. Hubo épocas en que su nómina de colaboradores era imbatible, llegando a ser comparable en calidad de contenidos a publicaciones extranjeras de referencia como Downbeat (USA), Jazz Magazine (Francia) o Jazzwise (UK)."
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"La cuestión es que esto no se puede detener. Las publicaciones seguirán refugiándose día a día en Internet, confiando en poder navegar con solvencia en un mar tan grande y tan revuelto. Seguirá habiendo desapariciones y nacimientos, forcejeos para no perder lo conquistado durante décadas y para construir nuevos modelos más adecuados para el nuevo mundo. Discusiones sobre lo que es cultura y lo que es industria; sobre lo que merece ser subvencionado y lo que queremos consumir realmente.
Y, mientras, seguimos en transición. Con un pasado y mil futuros posibles. Veremos."
Pinchando AQUÍ o en la imagen puedes leer el artículo completo.
domingo, 13 de febrero de 2011
Jeff Lang - Chimeradour (2009)
Extraído de mi artículo para Muro de Sonido, blog musical de ELPAIS.com:
"El australiano Jeff Lang es uno de esos tipos que impresionan cuando les ves en directo. Irradia una fuerza e intensidad tremendas, tanto con banda como en solitario. “Chimeradour”, su último álbum, es un compendio de todas las facetas de Lang, desde la más acústica, como songwriter de categoría, a la más eléctrica, como guitarrista espectacular.
En esto último destaca particularmente, ya que sus habilidades están muy por encima de la media. Su técnica principal es el slide (aunque domina todos los aspectos del instrumento) y lo utiliza con la misma destreza para acariciar al público o para lanzarle poderosas ráfagas de rock’n’roll. En esto coincide con el también australiano John Butler, un guitarrista influenciado por Lang que también vale la pena descubrir.
Hace pocos meses, Jeff Lang estuvo de gira por nuestro país, dejando tras de sí unos cuantos públicos boquiabiertos. “Chimeradour” es una buena forma de conocer la obra de este guitarrista y cantante que representa a la perfección el papel del músico que merece mucho más reconocimiento del que tiene. Y, por cierto: cuando vuelva de gira por aquí, estad atentos."
Pinchando AQUÍ puedes leer el artículo completo.
"El australiano Jeff Lang es uno de esos tipos que impresionan cuando les ves en directo. Irradia una fuerza e intensidad tremendas, tanto con banda como en solitario. “Chimeradour”, su último álbum, es un compendio de todas las facetas de Lang, desde la más acústica, como songwriter de categoría, a la más eléctrica, como guitarrista espectacular.
En esto último destaca particularmente, ya que sus habilidades están muy por encima de la media. Su técnica principal es el slide (aunque domina todos los aspectos del instrumento) y lo utiliza con la misma destreza para acariciar al público o para lanzarle poderosas ráfagas de rock’n’roll. En esto coincide con el también australiano John Butler, un guitarrista influenciado por Lang que también vale la pena descubrir.
Hace pocos meses, Jeff Lang estuvo de gira por nuestro país, dejando tras de sí unos cuantos públicos boquiabiertos. “Chimeradour” es una buena forma de conocer la obra de este guitarrista y cantante que representa a la perfección el papel del músico que merece mucho más reconocimiento del que tiene. Y, por cierto: cuando vuelva de gira por aquí, estad atentos."
Pinchando AQUÍ puedes leer el artículo completo.
viernes, 11 de febrero de 2011
Dave Rempis / Frank Rosaly - Cyrillic (2009)
Cada día me gusta más Dave Rempis. Su estilo parte una evolución de Eric Dolphy (y no hay tantos que puedan partir de ahí) y termina en el nuevo free de Chicago que, en cierta forma, el propio Rempis representa.
Su papel en los Vandermark 5 puede eclipsar sus proyectos personales, pero hay que dejar claro que Rempis tiene discos fabulosos con su Percussion Quartet y los grupos Triage y The Engines.
Cyrillic es una grabación a dúo con Frank Rosaly, uno de los dos baterías de su Percussion Quartet. El otro es Tim Daisy, con el que Rempis ya grabó a dúo en 2004 el también sobresaliente Back To The Circle (curiosamente, en los últimos tiempos es Ken Vandermark el que ha grabado a dúo con Daisy dos discos fabulosos: August Music y Light On The Wall).
La comparación entre ambos saxofonistas es poco menos que inevitable, aunque los estilos de Rempis y Vandermark son diferentes y, como vienen demostrando en los Vandermark 5 desde hace años, muy complementarios. Rempis no tiene la personalidad múltiple y polifacética de Vandermark, aunque sí una mayor capacidad técnica y una inventiva aparentemente inagotable.
Esas habilidades junto a un tremendo swing y la increíble versatilidad de Rosaly, hacen de Cyrillic uno de los mejores discos a dúo de saxo-batería que he escuchado en tiempo. Muy, muy bueno.
Su papel en los Vandermark 5 puede eclipsar sus proyectos personales, pero hay que dejar claro que Rempis tiene discos fabulosos con su Percussion Quartet y los grupos Triage y The Engines.
Cyrillic es una grabación a dúo con Frank Rosaly, uno de los dos baterías de su Percussion Quartet. El otro es Tim Daisy, con el que Rempis ya grabó a dúo en 2004 el también sobresaliente Back To The Circle (curiosamente, en los últimos tiempos es Ken Vandermark el que ha grabado a dúo con Daisy dos discos fabulosos: August Music y Light On The Wall).
La comparación entre ambos saxofonistas es poco menos que inevitable, aunque los estilos de Rempis y Vandermark son diferentes y, como vienen demostrando en los Vandermark 5 desde hace años, muy complementarios. Rempis no tiene la personalidad múltiple y polifacética de Vandermark, aunque sí una mayor capacidad técnica y una inventiva aparentemente inagotable.
Esas habilidades junto a un tremendo swing y la increíble versatilidad de Rosaly, hacen de Cyrillic uno de los mejores discos a dúo de saxo-batería que he escuchado en tiempo. Muy, muy bueno.
miércoles, 9 de febrero de 2011
Alexander McCabe - Quiz (2010)
Es normal que el nombre de Alexander McCabe nos suene a pocos en el mundo del jazz. Aunque lleva muchos años dando guerra en Nueva York, lo ha hecho más como compositor para televisión y como solista de la orquesta de Ray Charles y de la Afro-Cuban Big Band de Chico O'Farrill.
En su último CD, Quiz, McCabe hace gala de un lenguaje que no tiene mucho que ver con ese bagaje. Su estilo es moderno, maduro y muy elocuente (hay momentos en los que me recuerda al Art Pepper de la última época, cosa que me encanta). Un estilo digno de un saxofonista de primera categoría que, partiendo de ciertos aires mainstream, acaba tocando cosas difíciles de encontrar en discos más rutinarios.
Decía que no era normal conocer a McCabe, pero sus acompañantes en este disco son otra historia. El batería Rudy Royston es sustituido en dos temas por el explosivo Greg Hutchinson y con ellos están, ni más ni menos que Ugonna Okegwo y Uri Caine (ultimamente no se ve mucho a Caine en contextos tan ortodoxos a nivel jazzístico, y hay que decir que es un placer escucharle).
Con semejante grupo, McCabe se garantiza una sección rítmica que no va a desmerecer su trabajo en ningún momento. Es más, el hecho de que el saxofonista esté a la misma altura de sus acompañantes es buena prueba de su valor.
Así que, en el futuro, debemos tener otro nombre en cuenta. Porque, creedme, Alexander McCabe suena realmente bien.
Escuchad:
En su último CD, Quiz, McCabe hace gala de un lenguaje que no tiene mucho que ver con ese bagaje. Su estilo es moderno, maduro y muy elocuente (hay momentos en los que me recuerda al Art Pepper de la última época, cosa que me encanta). Un estilo digno de un saxofonista de primera categoría que, partiendo de ciertos aires mainstream, acaba tocando cosas difíciles de encontrar en discos más rutinarios.
Decía que no era normal conocer a McCabe, pero sus acompañantes en este disco son otra historia. El batería Rudy Royston es sustituido en dos temas por el explosivo Greg Hutchinson y con ellos están, ni más ni menos que Ugonna Okegwo y Uri Caine (ultimamente no se ve mucho a Caine en contextos tan ortodoxos a nivel jazzístico, y hay que decir que es un placer escucharle).
Con semejante grupo, McCabe se garantiza una sección rítmica que no va a desmerecer su trabajo en ningún momento. Es más, el hecho de que el saxofonista esté a la misma altura de sus acompañantes es buena prueba de su valor.
Así que, en el futuro, debemos tener otro nombre en cuenta. Porque, creedme, Alexander McCabe suena realmente bien.
Escuchad:
domingo, 6 de febrero de 2011
Bojan Z Tetraband - Humus (2008; ed. 2009)
Extraído de mi reseña para Cuadernos de Jazz:
"En Humus se mezclan lo eléctrico y lo acústico de forma natural, orgánica y casi inédita; suena a muchas cosas, pero no se parece a nada que yo haya escuchado. El pianista sigue reafirmándose como uno de los mejores del viejo continente, y lo hace con ideas claras, espontaneidad y aplomo. Ha grabado discos mejores que éste, pero tanto Humus como la Tetraband parecen más un camino que un destino."
Puedes leer la reseña completa pinchando AQUÍ.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify (según país de residencia).
"En Humus se mezclan lo eléctrico y lo acústico de forma natural, orgánica y casi inédita; suena a muchas cosas, pero no se parece a nada que yo haya escuchado. El pianista sigue reafirmándose como uno de los mejores del viejo continente, y lo hace con ideas claras, espontaneidad y aplomo. Ha grabado discos mejores que éste, pero tanto Humus como la Tetraband parecen más un camino que un destino."
Puedes leer la reseña completa pinchando AQUÍ.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify (según país de residencia).
martes, 1 de febrero de 2011
Wadada Leo Smith and Ed Blackwell - The Blue Mountain's Sun Drummer (1986; ed. 2010)
En música, la unión no siempre hace la fuerza. Dos o más grandes nombres que por separado son imbatibles pueden, sin ningún problema, no funcionar juntos. Bien, éste NO es uno de esos casos.
En lo que se refiere a dúos con trompetista, Ed Blackwell está inevitablemente ligado al gran Don Cherry, por los dos volúmenes de Mu grabados para BYG/actuel en el 69 y por su famoso El Corazón, publicado por ECM en 1982. The Blue Mountain's Sun Drummer no se queda atrás respecto a esos clásicos.
Grabado en la Universidad de Brandeis en octubre de 1986 por la emisora "The Joint", el disco recoge un concierto en el que Wadada Leo Smith y Ed Blackwell tocan relajadamente diez composiciones del trompetista como si llevasen toda la vida haciéndolo.
Lo normal en una situación como esta es que la personalidad de Smith arrastre a su compañero, sea quien sea éste. Con Blackwell, en cambio, la balanza está equilibrada. El batería y percusionista tiene una personalidad tan fuerte que le permite acompañar a Smith como a un igual, algo que muy pocos pueden decir.
Es más, en muchos pasajes del disco, es la batería de Blackwell la que lleva la voz cantante, marcando rítmos más tradicionales de lo habitual en la música del trompetista y llevándole por derroteros insospechados, tanto con la batería como con diferentes percusiones. Smith, por su parte, alterna entre trompeta y fliscorno (además de flauta, mbira y voz) y lo hace tan bien como siempre: lúcido, contundente, sentido y espiritual.
A pesar de ser dos músicos de afinidad evidente, Ed Blackwell y Wadada Leo Smith no tienen nada publicado juntos, lo que hace de éste un documento aún más valioso, si cabe, aparte de uno de los mejores discos de los últimos tiempos.
Una auténtica joya que salda una deuda con los aficionados a la improvisación: la de tener a estos dos gigantes juntos al fin, aunque sólo sea una vez.
Se nota que son dos de mis músicos favoritos de todos los tiempos, ¿verdad?
Nota 1: En el fantástico disco a dúo de Wadada Leo Smith y Jack DeJohnette, interpretan el tema que da título a este disco, listado con el prefijo "Ed Blackwell". Bonito detalle.
Nota 2: Pinchando en la portada puedes, y debes, escuchar el disco en Spotify (según país de residencia).
En lo que se refiere a dúos con trompetista, Ed Blackwell está inevitablemente ligado al gran Don Cherry, por los dos volúmenes de Mu grabados para BYG/actuel en el 69 y por su famoso El Corazón, publicado por ECM en 1982. The Blue Mountain's Sun Drummer no se queda atrás respecto a esos clásicos.
Grabado en la Universidad de Brandeis en octubre de 1986 por la emisora "The Joint", el disco recoge un concierto en el que Wadada Leo Smith y Ed Blackwell tocan relajadamente diez composiciones del trompetista como si llevasen toda la vida haciéndolo.
Lo normal en una situación como esta es que la personalidad de Smith arrastre a su compañero, sea quien sea éste. Con Blackwell, en cambio, la balanza está equilibrada. El batería y percusionista tiene una personalidad tan fuerte que le permite acompañar a Smith como a un igual, algo que muy pocos pueden decir.
Es más, en muchos pasajes del disco, es la batería de Blackwell la que lleva la voz cantante, marcando rítmos más tradicionales de lo habitual en la música del trompetista y llevándole por derroteros insospechados, tanto con la batería como con diferentes percusiones. Smith, por su parte, alterna entre trompeta y fliscorno (además de flauta, mbira y voz) y lo hace tan bien como siempre: lúcido, contundente, sentido y espiritual.
A pesar de ser dos músicos de afinidad evidente, Ed Blackwell y Wadada Leo Smith no tienen nada publicado juntos, lo que hace de éste un documento aún más valioso, si cabe, aparte de uno de los mejores discos de los últimos tiempos.
Una auténtica joya que salda una deuda con los aficionados a la improvisación: la de tener a estos dos gigantes juntos al fin, aunque sólo sea una vez.
Se nota que son dos de mis músicos favoritos de todos los tiempos, ¿verdad?
Nota 1: En el fantástico disco a dúo de Wadada Leo Smith y Jack DeJohnette, interpretan el tema que da título a este disco, listado con el prefijo "Ed Blackwell". Bonito detalle.
Nota 2: Pinchando en la portada puedes, y debes, escuchar el disco en Spotify (según país de residencia).
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