miércoles, 4 de febrero de 2009

Iron Maiden - Live After Death

Pocas bandas fueron tan grandes en los 80 como Iron Maiden. Casi se puede afirmar que desde su primer disco, Iron Maiden, hasta Seventh Son Of A Seventh Son, no tienen un solo disco malo.

Después de eso, Adrian Smith, uno de los artífices de la excelencia de la banda, abandonó la formación en 1989 y fue sustituido por el mediocre Janick Gers. Tampoco es que el grupo se hundiese por ese motivo; de alguna manera, la música se volvió tremendamente predecible, viéndose sustituida la fuerza de antaño por canciones flojas y un histerismo instrumental y delirante.

Pero hoy he recuperado Live After Death, el directo publicado en 1985 que recogía su World Slavery Tour. Recuerdo que, cuando quise empezar a escuchar y estudiar éste tipo de música, llamé a mi amigo (y enorme músico) Josu Aguinaga y le pregunté: “Iron Maiden. ¿Qué tengo que escuchar?”. Él me recomendó tres discos sin pensarselo: Live After Death, Somewhere In Time y Seventh Son Of A Seventh Son. Hoy en día, los dos primeros me siguen pareciendo lo mejor que ha grabado el grupo, en directo y en estudio respectivamente.



Desde la intro de Winston Churchill que desemboca en el bestial "Aces High", el disco es un mazazo de energía y adrenalina. La presencia de muchas de las mejores composiciones de la historia del grupo, como “2 Minutes To Midnight”, “The Trooper”, “The Number Of The Beast”, “Hallowed Be Thy Name” y la mencionada “Aces High” hacen de Live After Death la colección definitiva de Iron Maiden.

Curiosamente, la versión del disco que yo escuché una y otra vez fue la primera edición en CD. Esto no tiene mayor trascendencia, excepto porque, cuando me hice con el LP original hace poco, descubrí que hay una cara entera del LP que no aparece en el CD. Lo que es la vida, a estas alturas debo de ser el último en enterarme de esto (de hecho, por lo visto la reedición de 1998 incluye un segundo CD con la cara 4 del LP).

Estos temas, completamente nuevos para mi, fueron grabados en el Hammersmith Odeon de Londres del 8 al 12 de junio de 1984 (el resto del disco se grabó en el Long Beach Arena de California del 14 al 17 de marzo de 1985) e incluyen fantásticas versiones de “22 Acacia Avenue” o “Children Of The Damned”, entre otros.

Sea como sea, Live After Death tiene temas espectaculares, muchos de los mejores solos de guitarra de la historia del rock y podemos considerarlo uno de los mejores álbumes en vivo que ha dado ésta música.

Y el mejor, sin duda, si hablamos de eso que vino a llamarse heavy metal.

1 comentario:

Pachi Tapiz dijo...

¡Qué disco y qué recuerdos! Lo primero que me compré (en formato de doble cassette) cuando era un chaval.
Qué tiempos y que recuerdos del inicio del disco con la arenga de Churchill y Aces High. Me parece que le voy a pegar un repaso. No entero, pero al menos alguno de sus temas.

otros días, otros discos

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