sábado, 28 de febrero de 2009

Jeff "Tain"Watts - Watts

Uno no puede estar a todo. Supongo que eso explica que me haya pasado desapercibida la salida del nuevo CD de Jeff "Tain" Watts.
Hace un par de días, Jorge López de Guereñu me pasó una copia mientras se deshacía en elogios hacia el disco. La verdad es que Watts es un gran compositor (además de uno de los mejores baterías de los últimos 30 años) y sus grabaciones no suelen decepcionar.



Pues bien, lo he escuchado un par de veces y, tal y como me comentaba Jorge, Watts es tela marinera. Detrás de una portada horrenda se esconden diez estupendos originales interpretados por un cuarteto sin piano (excepto en un tema) formado por Terence Blanchard, Branford Marsalis, Christian McBride y "Tain"; un all-stars en toda regla.

Afortunadamente, los cuatro prescinden de cualquier problema de ego y suenan compactos, afrontando con fidelidad la música del batería. Marsalis afirma en la carpetilla que Watts es uno de los mejores discos en los que ha participado, y la afirmación no es exagerada. Todos ellos están brillantes pero Marsalis en particular brinda algunos de los mejores solos que le he oído en bastante tiempo.

Editado por el propio Watts, creo que el disco sólo se puede comprar en la web del batería o en CDBaby.

jueves, 26 de febrero de 2009

Nils Henrik Asheim / Paal Nilssen-Love - Late Play

El asombroso batería Paal Nilssen-Love es protagonista y responsable de la edición (en su sello PNL Records) de Late Play: siete dúos presumiblemente improvisados con el organista Nils Henrik Asheim, que son tan inquietantes como fascinantes.

El álbum es algo tenebroso, intenso y exige una cuidada atención por parte del oyente, pero cuando termina, el cuerpo te pide más. No es fácil entrar en la música, pero merece la pena intentarlo.



Recomiendo escucharlo de noche y a volumen generoso, siempre y cuando sea posible. En caso de tener que elegir, es preferible el volumen que la oscuridad. De ésta ya hay mucha en el disco.

miércoles, 25 de febrero de 2009

Oliver Lake - Ntu: The Point from Which Freedom Begins

En agosto de 1971, Oliver Lake reunió un curioso tenteto para grabar su primer disco. Lake es fundador y figura emblemática del Black Artists Group y Ntu: The Point from Which Freedom Begins es una excelente colección de las estéticas en las que trabajaba éste colectivo.

La música es muy variada y no siempre exitosa, pero en conjunto el álbum es maravilloso. Baikida Carroll está genial, como siempre, y Lake sigue mostrando algo de Jackie McLean en su sonido, aunque es Dolphy quien está más presente en su discurso. Junto a ellos, Floyd LeFlore, Joseph Bowie, Richard Martin, Clovis Bordeux, John Hicks (estupendo al piano y además, produciendo el disco), Don Officer, Charles Bobo Shaw y Don Moye completan el grupo.



Indudablemente, es una grabación deudora de la época en la que se produjo, pero la mayor parte del disco se mantiene fresco y emocionante.

Hasta donde yo se, el disco se grabó en 1971 pero pudo no ser editado por Arista hasta 1976 (los datos no son claros, aunque es de suponer que algún tipo de edición salió alrededor de 1972). También creo que Ntu no ha sido reeditado nunca en CD, así que si encontráis por ahí la edición de Arista en LP, no os lo penséis.


Nota: La única portada que he encontrado en internet es la que adjunto. Está un poco deteriorada y no se ve muy bien, pero es lo que hay (no me siento capaz de escanear el mío).

martes, 24 de febrero de 2009

Matana Roberts - The Chicago Project

Cuando descubrí a Matana Roberts, como parte del trío Sticks and Stones, me pareció una voz interesante; quizá algo inmadura aún, pero con potencial.

El año pasado Roberts sorprendió a propios y extraños con The Chicago Project, un disco maduro y vibrante que se situó entre los mejores del año. En él, la saxofonista muestra mucha fuerza y, sin renunciar a su deuda con la vanguardia clásica, su discurso es contemporáneo y espiritual (¿no es esto, en cierto modo, paradójico?).



Con Vijay Iyer a la producción, un bestial Jeff Parker a la guitarra y Fred Anderson como invitado en tres temas... ¿Qué podría haber salido mal?

Lo único que (casi) echo en falta es que Roberts toque el clarinete en algún tema, pero no se puede tener todo...

lunes, 23 de febrero de 2009

Chick Corea - Bliss! / Pete LaRoca - Turkish Women At The Bath

En 1967 Pete LaRoca grabó su segundo disco, Turkish Women At The Bath; poco después abandonaría el mundo del jazz durante más de diez años para dedicarse al derecho, recuperando su verdadero apellido, Sims.

LaRoca es uno de los grandes baterías de su generación, aunque menos conocido de lo habitual por su intermitente carrera. Este disco, sin ser la obra maestra que es Basra, está producido por un cuarteto excepcional: John Gilmore, Chick Corea, Walter Booker y el propio LaRoca.



En 1973, Muse Records reeditó la grabación bajo el nombre del pianista, que se había vuelto mucho más popular que el desaparecido batería (el disco original había sido editado por el sello de su productor, Alan Douglas). Este movimiento comercial se hizo sin el consentimiento de LaRoca, y éste, como buen abogado, demandó con exito a Muse Records.



Cualquier grabación protagonizada por John Gilmore merece la pena, pero también es estupendo escuchar a Chick Corea en busca de su personalidad (llegando a sonar a McCoy Tyner en algunos momentos), sin olvidar la labor del líder, tanto a la batería como firmando todos los temas.


Nota: Encabeza el título del post la edición de Muse a nombre de Corea porque es la que estoy escuchando. Creo que la versión original (a nombre de La Roca) fue reeditada en CD por 32Jazz y, más recientemente, por Fresh Sound.

sábado, 21 de febrero de 2009

Ran Blake - Driftwoods

Nuevo disco de Ran Blake, algo más de dos años despues de su maravilloso All That Is Tied.

Una vez más, a piano solo.

Blake, mediante temas como "Dancing in the Dark", "Lost Highway", "Unforgettable", "I Loves You, Porgy" o "Strange Fruit", homenajea a varios de sus cantantes clásicos favoritos, como Billie Holiday, Hank Williams, Mahalia Jackson o Sarah Vaughan (a quién ya dedicó el delicioso Unmarked Van).



No hay mucho que decir, excepto que Ran Blake es uno de lo grandes músicos vivos y que Driftwoods es impresionante.

Haganse con él y escúchenlo.

viernes, 20 de febrero de 2009

Cannonball Adderley w. John Coltrane - Quintet In Chicago / Cannonball & Coltrane

Dentro de unos días se cumplirán cincuenta años de la grabación de la primera de las dos sesiones que produjeron Kind Of Blue.

Un mes antes de esa mítica sesión, el sexteto de Miles Davis estaba ofreciendo una serie de actuaciones en el Sutherland Hotel de Chicago; durante esa semana, en concreto el día 3 de febrero del 59, el grupo al completo (a excepción del propio Miles) se metió en el estudio para grabar este disco.



Reeditado en numerosas ocasiones como Cannonball and Coltrane, se editó originalmente a finales de 1960 a nombre de Adderley como Quintet In Chicago. A pesar de que parece una sesión bastante colectiva, Coltrane no compartió liderazgo con Adderley, probablemente por su contrato con Atlantic Records.

El quinteto hace una música muy diferente a la que tocaban con Miles en la época: algo más tradicional, pero con los lenguajes de Adderley y Coltrane en pleno momento de eclosión. Sin abandonar del todo la estética hardbop, se perciben algunos destellos de lo que vendría después.

Pero no solo es maravilloso escuchar a Cannonball y a Coltrane; también está la vibrante sección rítmica de Paul Chambers y Jimmy Cobb, con un Wynton Kelly en estado de gracia, como es habitual.




Anécdota personal: hace años, un tema cuyo nombre no recordaba empezó a sonar recurrentemente en mi cabeza. Me despertaba por la mañana con la melodía en la cabeza, lo tarareaba insistentemente por la calle intentando identificarlo en vano, y así día tras día. Era un tema que había escuchado muchas veces y mi amigo Asier Guerricaechebarria y yo nos volvíamos locos buscando entre nuestras colecciones el disco al que pertenecía. Corría el año 1994 y no había internet que rastrear en busca de una canción perdida.

Meses despúes, de manera fortuita, volví a poner este disco y ahí estaba: "Grand Central", de John Coltrane. Primer tema de la segunda cara del LP y uno de los dos originales de Coltrane que hay en este disco (el otro es el fantástico "The Sleeper"). Ninguno de ellos fue grabado de nuevo por el saxofonista despues de esta sesión.

En abril de 2005, Steve Coleman dio un concierto en madrid en el que el bis fue una estupenda versión de "Grand Central". Por supuesto, la reconocí al instante. ¡Qué gran momento!

jueves, 19 de febrero de 2009

Louis Armstrong - The Hot Five And Hot Seven Recordings (Columbia Original Masters)

Al final de la obra maestra de Woody Allen, Manhattan, el personaje que interpreta cita, como parte de la idea para un cuento, algunas cosas que hacen que merezca la pena vivir.
El diálogo dice así: "Why is life worth living? It's a very good question. Um... Well, There are certain things I guess that make it worthwhile. uh... Like what... okay... um... For me, uh... ooh... I would say... what, Groucho Marx, to name one thing... uh... um... and Wilie Mays... and um... the 2nd movement of the Jupiter Symphony... and um... Louis Armstrong, recording of Potato Head Blues... um... Swedish movies, naturally... Sentimental Education by Flaubert... uh... Marlon Brando, Frank Sinatra... um... those incredible Apples and Pears by Cezanne... uh... the crabs at Sam Wo's... uh... Tracy's face..."

Bien, esto no es más que una anécdota, pero también es una de las valoraciones sobre la vida más coherentes que he escuchado. Allen era la síntesis del intelectual neoyorkino antes de la era de la pedantería masiva, superficial y gafapasta que hoy en día inunda los mundos creativos.

Pero, centrándonos en la mención del "Potato Head Blues", Allen situa junto a Mozart, Cezanne o Flaubert a uno de los músicos más grandes de todos los tiempos: Louis Armstrong. Y lo hace a través de sus grabaciones de la segunda mitad de los años 20, imprescindibles para entender la música del siglo XX.

Todo está aquí. TODO. Estas grabaciones son al jazz lo que obras como El Quijote, la Ilíada y la Odisea, el Partenón, el Coliseo, Ciudadano Kane, Potemkin o El Nacimiento de una Nación a sus respectivas doctrinas creativas.

No es que sean buenas, es que son básicas, en el sentido más estricto de la palabra.



Columbia acaba de editar una caja de 4 CDs dentro de sus serie “Original Masters” que contiene prácticamente todo lo que grabó Armstrong con ambos grupos. El sonido es estupendo y se puede encontrar con facilidad a precio inmejorable.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Christian Scott - Anthem

Estoy con el último disco de Christian Scott, Live At Newport, y aunque no está mal, me parece que le falta algo.

Como aún no me he formado una opinión, aprovecho para recuperar mi reseña de su anterior disco, Anthem, publicada en Tomajazz en octubre de 2007:


"Christian Scott lo tiene todo para ser una estrella: imagen, actitud, promoción, sonido, capacidad, talento, un directo potente y las ideas bien claras. Su debut como líder, Rewind That, fue prometedor y, sobre todo, revelador. Las intenciones de Scott pasaban por un distanciamiento de la tradición a través de una contemporaneidad consciente, pero natural.



Anthem viene a ser la consagración definitiva y brutalmente unilateral de ese estilo que Scott intenta desarrollar, y que pretende ser completamente original. Bien, puede que no lo sea completamente, pero sí lo es bastante. Scott aspira a dominar un jazz totalmente hermanado con las tendencias de la música negra del momento, sin renunciar al lenguaje jazzístico, al soul o al hip hop y, al mismo tiempo, transmitir un mensaje actual, pero también universal. Estamos, por lo tanto, ante una obra personal y profundamente reivindicativa.


Junto al trompetista, repiten su amigo y alter ego musical, Matt Stevens, y el interesante saxofonista Walter Smith III. En los teclados se incorpora el excelente Aaron Parks (llevo ya un tiempo diciéndolo, pero lo repito: este tío es condenadamente bueno; mucha atención a lo que haga en el futuro), que destaca en gran parte del disco, y en la batería el contundente Marcus Gilmore.

Musicalmente, el estudio se convierte en un instrumento esencial para el proyecto de Scott, pero en algunos momentos se vuelve en su contra y tira por tierra los esfuerzos del trompetista. Lo que quiere hacer es muy interesante, pero quizá le falta un poco de carretera para acometer con éxito una empresa como ésta. La producción se vuelve farragosa en muchos temas, y las intenciones del líder quedan diluidas por una falta de seguridad natural, dada su edad.

Algo me dice que si Anthem hubiese sido el quinto o sexto disco de su carrera, podría haber sido tan trascendente como pretende. Quizá si en su segundo disco Christian Scott hubiese decidido “simplemente tocar”, le hubiese quedado más redondo.


Pero, por lo menos, el trompetista los tiene bien puestos y está haciendo exactamente lo que quiere. Con sus ideas, la osadía que derrocha en el escenario y su innegable talento, este chaval puede ser una pieza clave en el futuro del jazz.


Yahvé M. De La Cavada"

lunes, 16 de febrero de 2009

Wilco - Sky Blue Sky

Hace unos días, una amiga me trajo Sky Blue Sky en LP de Londres, lo que me proporcionó una gran ocasión para reescucharlo.

La entrada de Nels Cline es lo mejor que podía pasarle al grupo; el guitarrista aporta un color muy especial a una banda que de por sí es bastante impresionante.



Sky Blue Sky puede parecer un disco poco ambicioso en la carrera de Wilco, una simple colección de canciones, un delirio beatlesco de Jeff Tweedy (aunque muchos temas son colectivos)...

Para mi es uno de los mejores discos del año 2007 y, junto a Being There y A Ghost Is Born, mi favorito de entre lo que ha grabado este grupo en estudio.

domingo, 15 de febrero de 2009

Prezens - slipped on a bar.

Hace poco más de un mes, Tim Berne editó lo último de Prezens con su sello Screwgun. Es el primer disco que Berne vende exclusivamente en descarga y también se ha convertido en el primer disco que he comprado en mp3.



David Torn, Tim Berne, Craig Taborn y Tom Rainey siguen formando uno de los mejores grupos del momento y, aunque en slipped on a bar. Berne gana más protagonismo que en su anterior grabación, todos ellos están implicadísimos en cada segundo de música.

El disco es una puñetera maravilla. Se queda un poco corto con sus 29 minutos y pico, pero sólo cuesta 4.99 $ y en un momento lo tienes sonando.

Los mejores 5 dólares que he gastado en mucho tiempo.

sábado, 14 de febrero de 2009

Mark Whitecage's Other Quartet - Consensual Tension

Mark Whitecage es buenísimo, de eso no hay duda. Pero es que su Other Quartet es tremendo, con Sabir Mateen, Joe Fonda y Harvey Sorgen tocando a un nivel espectacular.

Consensual Tension es un disco típico del sello CIMP; la grabación es diferente a lo habitual en otros sellos (sin compresión ni nada que altere lo que captan los micros en el estudio), y la música libre y de una categoría incuestionable.



Como casi todo lo que graba Whitecage, muy recomendable.

jueves, 12 de febrero de 2009

Marty Ehrlich - Pliant Plaint

A pesar de que llevaba unos añitos tocando con nombres como Muhal Richard Abrams, Wadada Leo Smith, John Lindberg, George Russell o John Carter, Marty Ehrlich sólo había sacado un disco a su nombre en 1987.



Pliant Plaint es su segundo disco, grabado en abril de 1987 con un cuarteto de altura: el infravalorado Stan Strickland, Anthony Cox y Bobby Previte (que, curiosamente, aparece como Robert Previte, cuando unos meses antes sacó Pushing The Envelope firmando con su habitual "Bobby").

Todos los temas son del líder y el disco es simplemente excelente, con mención especial a la forma de complementarse que tienen Ehrlich y Strickland.

No creo que sea facil de encontrar, pero probablemente se pueda rastreando en tiendas de segunda mano o internet. Merece la pena el esfuerzo.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Feldman / Caine / Cohen / Baron - Secrets

Menuda decepción. Pero estas cosas suelen pasar cuando un grupo promete tanto como éste.

Hay pocos pianistas como Uri Caine, pocos violinistas como Mark Feldman, pocos contrabajistas como Greg Cohen y pocos baterías como Joey Baron. La idea de un cuarteto con todos ellos pone el listón tan alto, que es dificil no sentirse decepcionado.



Pero si este disco decepciona no es por las espectativas, sino porque la música aquí contenida ofrece mucho menos de lo que debería, dadas las circunstancias. Digamos que, por algún motivo, el disco es flojo y predecible, llegando a incurrir en lo ñoño.

No es que no haya grandes momentos, y está claro que estos tipos tocan un montón, pero el problema es precisamente ese: que tocan mucho más que esto.

No es un mal disco, pero es muy poca cosa teniendo en cuenta quién lo firma.

martes, 10 de febrero de 2009

Diego A. Manrique parte II - El 'waterloo' de la industria musical (28 de enero de 2009)

Hace unos días reproduje en este blog un artículo de Diego Manrique en el que se relataba la caída de numerosas tiendas de música. Dos días después, el propio Manrique publicó otro artículo del mismo interés que se me había pasado por completo.

Creo que sirve como excelente complemento al texto que colgué en el blog el 26 de enero, así que lo adjunto aquí:


EL "WATERLOO" DE LA INDUSTRIA MUSICAL
Un libro detalla una década de errores cometidos por las discográficas
Diego A. Manrique 28/01/2009

Nos hemos acostumbrado a leer impávidos las crónicas del desastre de la industria musical, derrotada por las descargas ilegales. Asombra saber que pudo ser de otro modo. El 15 de julio de 2000, hubo una reunión en Sun Valley (Idaho) entre accionistas de Napster, promotores del intercambio de archivos MP3, y los jefes de Universal, Sony y otros disqueros.

Con un año de existencia, Napster se acercaba a los 22 millones de usuarios, todo un fenómeno en Internet; hasta Madonna quería invertir en la empresa. Sin embargo, había sido demandada por la industria de la música grabada. Entre bambalinas, se intentaba llegar a un acuerdo extrajudicial. Tenía sentido: las encuestas revelaban que los adeptos a Napster aceptarían pagar una modesta suscripción mensual. Pero la cumbre en Idaho resultó un fracaso: Napster ofrecía ir a medias con las disqueras, pero éstas exigían más del 90% del pastel.

Las editoras sabían que, con la ley en la mano, eran propietarias de la mayor parte del material que fluía por la Red. Acertaron: pocas semanas después, una juez de San Francisco dictaminaba que no se podía permitir el intercambio de canciones con copyright. Napster se hundió, aunque hubo un intento posterior de relanzarlo como servicio legal. Las discográficas desecharon la oportunidad de subirse a un fabuloso modelo de negocio (y un extraordinario instrumento de mercadotecnia). Pasarían años antes de que la industria musical asumiera las nuevas pautas de consumo y fuera capaz de vender descargas; lo hicieron tan mal que un intruso como Apple se impuso con iTunes y el iPod. Para entonces, se habían multiplicado las redes P2P, habituando a centenares de millones de personas a bajarse música -y películas- gratis.

Es una de las historias ejemplares que cuenta Steve Knopper en el libro Appetite for self-destruction, recién publicado en EE UU. El subtítulo resume su argumento: "El espectacular fracaso de la industria del disco en la era digital". Knopper, redactor de Rolling Stone, no es un fundamentalista que quiera abolir el derecho de propiedad intelectual. Hasta manifiesta nostalgia por los tiempos locos de las disqueras.

Knopper recuerda que la industria vivió años de vacas increíblemente gordas entre 1984 y 2000, gracias a una afirmación discutible y una clara mentira: convencieron al público de que el CD era un soporte superior al elepé y que su fabricación era más cara. Se multiplicó por dos el precio de un lanzamiento y se persuadió al público a pagar el doble por música que ya poseía en vinilo. Además, se desatendió conscientemente el mercado del single (es decir, la canción suelta) para potenciar el disco largo, abundante en rellenos pero más rentable.

La consiguiente lluvia de millones, unida a la euforia desatada por megaéxitos como Thriller, logró que se perdiera todo sentido de la proporción. Se firmaron contratos tan generosos -Prince, REM, Springsteen, el propio Michael Jackson- que resultaban ruinosos si el artista vendía menos de 10 millones de copias de cada nuevo título. La estética dominante fue la de grupos prefabricados de chavales guapitos, muñecas, tenores volcados al pop, raperos de diseño.

En ese proceso, la industria fue enemistándose con los consumidores más exigentes. Hasta los mismos creadores se olvidaron de quién les había colocado allí. Knopper personifica en Metallica la pérdida de contacto con la realidad: contagiado por la histeria desatada por Napster, el grupo fue persuadido para que demandara a los fans que se intercambiaban su música. Desde entonces, el negocio discográfico ha ido encadenando errores que degradan aún más su imagen: saber que en las cárceles españolas están docenas de manteros hace difícil simpatizar con las desdichas de una industria llena de simpáticos pícaros que, por decirlo suavemente, nunca se preocuparon por la moralidad de sus actos.


Artículo original publicado en El País

lunes, 9 de febrero de 2009

Por Favor Mátame: La Historia Oral del Punk

Por Favor Mátame es uno de los mejores libros sobre música que se han publicado en muchos años. El libro ha sido editado de nuevo en nuestro país por Discos Crudos, con varios extras y una nueva traducción que respeta el texto original y no omite ningún pasaje.

Los autores han recogido centenares de testimonios interesantísimos con los que construyen una historia oral del punk (subtítulo del libro) de mano de los protagonistas de ésta. Velvet Underground, The Stooges, MC5, Patti Smith, New York Dolls, Ramones, Television, The Clash, Sex Pistols y un montón de bandas más son retratadas de forma tan realista como amena por sus miembros, amigos, colaboradores, etc.

Dejo aquí dos pasajes que hacen alusión a Miles Davis, el primero de Ron Asheton, guitarrista y miembro fundador de los Stooges (fallecido el pasado 6 de enero), y el segundo de Alan Vega, cantante del grupo Suicide.


"Ron Asheton: Cada vez que tocábamos en Nueva York, venía un tipo y nos daba un frasquito lleno de cocaína, por su propia voluntad. Una noche, estábamos sentados en el camerino con Miles Davis, y al final llega el tío y tira un buen montoncito sobre la mesa. Ya teníamos las pajitas listas. Imaginad qué gran escena; la cabeza de Miles Davis junto a la de los Stooges, todos “¡SNNNNNIFFF!”.
Allí no quedó nada. Más tarde, Miles Davis diría de nosotros: “Los Stooges son originales, tienen alma”, o algo parecido. Fue genial. Mi cabeza al lado de la de Miles Davis.

Alan Vega (sobre un concierto de los Stooges): Iggy (Pop) salió vestido con un mono agujereado, un bikini rojo y los huevos colgando. Parecía que iba a empezar a cantar, pero en vez de eso se puso a vomitar. Empieza a correr entre el público y se cae encima de Johnny Winter, que estaba sentado al lado de Miles Davis. A Johnny Winter no le hizo ninguna gracia, pero a Miles Davis le encantó. Fue uno de los mejores conciertos que he visto en mi vida."

"Por Favor Mátame: La Historia Oral del Punk", Legs McNeil & Gillian McCain (Discos Crudos, 2007)

domingo, 8 de febrero de 2009

Marc Ayza - Offering

El pasado jueves asistí a un estupendo concierto del grupo de Marc Ayza, que presentaba su último CD: Offering.

El concierto tuvo lo mismo que el disco, con el plus de intensidad, fuerza y desarrollo que aporta cualquier buen directo que se precie.



La participación del rapero Core Rhythm en el disco se limita a dos temas, y el turntablist DJ Helios queda un poco oculto en algunos momentos, pero vamos, que el disco está muy bien. Todo tocado con mucho gusto y mucho groove según la atractiva receta de Marc Ayza, mezclando jazz, soul y hip hop.

Y al lorito con Roger Mas, que está tocando a un nivel altísimo, situandose entre los mejores pianistas/teclistas de nuestro país.

sábado, 7 de febrero de 2009

Art Pepper - Saturday Night at the Village Vanguard

El disco de hoy era un poco obvio, ¿no?

Volvemos con el cuarteto de Pepper en su tercera noche en el Vanguard. En realidad, cada LP no se grabó en su correspondiente noche sino que, de todos los sets grabados, se seleccionó material para 4 LPs: los comentados en los pasados días en éste blog y un cuarto llamado simplemente More for Les: At the Village Vanguard, Vol. 4.



Todo lo contenido en estos discos, junto al resto del material grabado, están incluidos en la caja The Complete Village Vanguard Sessions, que contiene 45 temas en 9 CDs. Así, a botepronto, puede parecer una salvajada, pero cada segundo de música que hay en ese integral merece la pena.

Por otro lado, los 4 LPs originales son suficientes para oyentes que, al contrario que yo, no están afectados por el completismo u obsesionados con Art Pepper.

El Saturday Night contiene un titánico "Cherokee" de 16 minutos y una de las mejores versiones en vivo del coltrainiano tema "The Trip". Como en el resto de discos comentados, el nivel es insuperable y la calidad indiscutible.

Estos tres discos deberían formar parte de toda discoteca jazzística que se precie.

viernes, 6 de febrero de 2009

Art Pepper - Friday Night at the Village Vanguard

Diferente repertorio, misma banda y mismo nivel.

Los temas de Friday Night no son tan atractivos como los del Thursday Night de buenas a primeras, pero hay un "Caravan" espectacular (en el que Pepper toca también el tenor) y un precioso "But Beautiful" que vuelve a poner de manifiesto lo impresionante de estas grabaciones.



Y por cierto, con todos los respetos a Elvin Jones, George Cables sigue siendo el que más llama la atención. Uno de los pianistas más infravalorados de las últimas décadas.

jueves, 5 de febrero de 2009

Art Pepper - Thursday Night at the Village Vanguard

En julio de 1977, Art Pepper ofreció una serie de actuaciones en el Village Vanguard que están entre lo mejor de toda su carrera.

Editadas originalmente en cuatro LPs, Thursday Night at the Village Vanguard es el primero de ellos y hace alusión a la primera de las tres noches que actuó este fantástico cuarteto en el club neoyorkino.



Y digo fantástico porque, con George Cables al piano, George Mraz al contrabajo y Elvin Jones a la batería, es lo mínimo que se puede decir.

Pepper está en un momento excepcional (en lo musical, en lo personal ya es otro cantar) y hace gala de un lenguaje maduro y personal.

Intentaría mencionar un highlight del disco pero los cuatro temas son excelentes, aunque sí podemos destacar a un George Cables que quita el hipo en cada uno de sus solos.

Mañana, el Friday Night.

miércoles, 4 de febrero de 2009

Iron Maiden - Live After Death

Pocas bandas fueron tan grandes en los 80 como Iron Maiden. Casi se puede afirmar que desde su primer disco, Iron Maiden, hasta Seventh Son Of A Seventh Son, no tienen un solo disco malo.

Después de eso, Adrian Smith, uno de los artífices de la excelencia de la banda, abandonó la formación en 1989 y fue sustituido por el mediocre Janick Gers. Tampoco es que el grupo se hundiese por ese motivo; de alguna manera, la música se volvió tremendamente predecible, viéndose sustituida la fuerza de antaño por canciones flojas y un histerismo instrumental y delirante.

Pero hoy he recuperado Live After Death, el directo publicado en 1985 que recogía su World Slavery Tour. Recuerdo que, cuando quise empezar a escuchar y estudiar éste tipo de música, llamé a mi amigo (y enorme músico) Josu Aguinaga y le pregunté: “Iron Maiden. ¿Qué tengo que escuchar?”. Él me recomendó tres discos sin pensarselo: Live After Death, Somewhere In Time y Seventh Son Of A Seventh Son. Hoy en día, los dos primeros me siguen pareciendo lo mejor que ha grabado el grupo, en directo y en estudio respectivamente.



Desde la intro de Winston Churchill que desemboca en el bestial "Aces High", el disco es un mazazo de energía y adrenalina. La presencia de muchas de las mejores composiciones de la historia del grupo, como “2 Minutes To Midnight”, “The Trooper”, “The Number Of The Beast”, “Hallowed Be Thy Name” y la mencionada “Aces High” hacen de Live After Death la colección definitiva de Iron Maiden.

Curiosamente, la versión del disco que yo escuché una y otra vez fue la primera edición en CD. Esto no tiene mayor trascendencia, excepto porque, cuando me hice con el LP original hace poco, descubrí que hay una cara entera del LP que no aparece en el CD. Lo que es la vida, a estas alturas debo de ser el último en enterarme de esto (de hecho, por lo visto la reedición de 1998 incluye un segundo CD con la cara 4 del LP).

Estos temas, completamente nuevos para mi, fueron grabados en el Hammersmith Odeon de Londres del 8 al 12 de junio de 1984 (el resto del disco se grabó en el Long Beach Arena de California del 14 al 17 de marzo de 1985) e incluyen fantásticas versiones de “22 Acacia Avenue” o “Children Of The Damned”, entre otros.

Sea como sea, Live After Death tiene temas espectaculares, muchos de los mejores solos de guitarra de la historia del rock y podemos considerarlo uno de los mejores álbumes en vivo que ha dado ésta música.

Y el mejor, sin duda, si hablamos de eso que vino a llamarse heavy metal.

martes, 3 de febrero de 2009

Nadando en la ambulancia

No me he vuelto loco.
El título del post hace referencia al recién inaugurado blog de Diego Sánchez-Cascado, nadar en la ambulancia.

Y empieza pisando fuerte, mencionando un debate interesantísimo al hilo de su comentario sobre un disco del gran Franz Koglmann. Disco que, por cierto, tiene una pinta estupenda y que me hace babear de ansiedad por escucharlo. Yo soy así.

En cualquier caso, el blog de Sánchez-Cascado es una gran noticia y estoy seguro de que merecerá la pena seguirlo atentamente.

Steve Turre - Rainbow People

A pesar de que me lo recomendaron en alguna ocasión, Rainbow People pasó bastante desapercibido para mí cuando salió hace unos meses. La estupenda banda y la siempre interesante presencia de Kenny Garrett no me llamaron la atención lo suficiente, y el disco quedó pendiente de escucha.

Anoche, buscando algo ligero para mis cansados oídos, lo puse de forma casual y… ¡Menuda sorpresa! ¡¡Está realmente bien!!



No es que esperase un mal disco, pero tampoco pensaba que fuese a ser algo más que una blowin’ session corriente con músicos de altura.
Y resulta que la cosa es de primera: los temas sencillitos, pero con muy buena onda; Turre, Garrett y Sean Jones muy bien, pero la rítmica está fantástica, con Mulgrew Miller, Peter Washington e Ignacio Berroa dándolo todo.

Gran disco, pocas pretensiones y muchos resultados.
No se qué es, pero tiene algo.

domingo, 1 de febrero de 2009

Harold Mabern - Don't Know Why

Harold Mabern ha tocado con casi todo el mundo, desde Max Roach a Archie Shepp, pasando por Miles Davis o Sonny Rollins, aunque su nombre no resuena tan alto como el de otros.
Heredero de la tradición del piano hardbop, ha sabido cultivar el caracter soul y funky del instrumento sin renunciar a la solidez ni al buen gusto.

Desde hace años, Mabern graba cada cierto tiempo con el sello japonés Venus, principalmente en trío. Don't Know Why es una de estas grabaciones, con Nat Reeves y Joe Farnsworth. En ella, Mabern se muestra muy relajado y se atreve a tocar un "My Favorite Things" a lo Tyner y un "Dreamy" a lo Erroll Garner, manteniendo su personalidad al mismo tiempo.



No falta la versión curiosa (en este caso es "Don't Know Why", el multipremiado tema de Jesse Harris que abre el primer disco de Norah Jones), algunos standards y algunos originales, todos afrontados con mucho soul y con el pulso rítmico que caracteriza a Mabern.

Como en muchas referencias del catálogo de Venus, la portada es cuestionable, aunque la toma de sonido es fantástica y el disco muy disfrutable.

otros días, otros discos

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