domingo, 28 de abril de 2013

Slugfield - Slime Zone (2010; ed. 2012)

Hay algo hermoso en intentar ir hacia adelante. Si funciona o no, es lo de menos. La creación tiene cada vez menos espacio libre para innovar, las fronteras son flexibles y se han traspasado decenas de veces.

Anoche, tras el concierto de Atomic en el Auditorio Nacional de Música de Madrid, el baterista Paal Nilssen-Love me dio algunos discos que me faltaban de su sello PNL Records. Entre ellos, este Slime Zone, una grabación en directo de un grupo llamado Slugfield y formado por Lasse Marhaug, Maja S.K. Ratkje y el propio Paal.

Electrónica, giradiscos, voz y percusión en una orgía sonora que suena desafiante, fresca y sugestiva. Improvisación libre, densa y catártica, que supone un nuevo atentado contra esas aburridas fronteras que encasillan el proceso creativo.
A mí me tiene fascinado.


Pinchando aquí puedes escucharlo en Spotify (según país de residencia).

domingo, 21 de abril de 2013

Jessica Williams - Update (1982)

Escuchando este disco, el quinto de la carrera de la prolífica Jessica Williams, es evidente que a primeros de los 80 ya tenía grandes cualidades. Su estilo aún no estaba completamente desarrollado, pero ya hay ideas que en el futuro se volverían recurrentes y personales marcas de la casa.

Grabado en 1982 para el sello Clean Cuts, cuenta con el contrabajista John Wiitala, el baterista Dave Tucker y todo un invitado: el saxofonista Eddie Harris en seis de los nueve temas del álbum, incluyendo el original "Ready For Eddie" y una bonita versión de "Ruby My Dear".

No es su disco más representativo, ni mucho menos, pero es un buen documento de los primeros años de la pianista. Hasta donde yo sé nunca se ha reeditado en CD, al igual que sus grabaciones anteriores a esta (dos títulos más en Clean Cuts y otros dos en Adelphi).


(Comprado en Harold Moore's Records, Londres)

martes, 16 de abril de 2013

Anthony Braxton - Six Compositions: Quartet (1981)

Pocos pianistas parecen tan adecuados para la música de Anthony Braxton como Anthony Davis. Ambos comparten algunos puntos de vista respecto a ciertos aspectos de la improvisación y de la música afroamericana, aunque sus universos también muestran divergencias.

Lamentablemente, este es el único disco que documenta la presencia de Davis en el grupo de Braxton, una colaboración que podría haber sido algo realmente grande.

El disco –editado por Antilles/Island en 1982– no es tan fabuloso como cabría esperar (dados los implicados), pero tampoco es una menudencia. El grupo y las composiciones son excepcionales, Braxton y Davis están estupendos y, por supuesto, escuchar a Mark Helias y al gran Ed Blackwell es un auténtico placer.


otros días, otros discos

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