lunes, 30 de marzo de 2015

Sean Conly - Re: Action (2007)


Reseña publicada originalmente en Tomajazz en enero de 2009: 
El contrabajista Sean Conley comenta en las liner notes de este CD que siempre ha preferido que le contraten por su forma de tocar y su personalidad musical, y no porque le necesiten para cubrir una parte de contrabajo ya definida a la que no va a poder aportar nada. 

Bajo esa premisa, Conley afirma haber construido su cuarteto en base a la personalidad de los cuatro músicos que lo componen, ¡y vaya músicos! Por un lado Michael Attias, saxofonista excepcional que no es desconocido para Clean Feed, puesto que su disco Credo fue publicado por el sello portugués en 2005, resultando una de las mejores grabaciones del año. Después tenemos a Tony Malaby, uno de los mejores saxofonistas del momento que muestra un talento desbordante en cualquier contexto, tal y como demuestra en sus últimos CDs,Tamarindo (clean feed) y Warblepeck (songlines). Por último, Pheroan Aklaff, uno de los grandes baterías vivos y figura mítica por sus colaboraciones con Oliver Lake y Henry Threadgill, entre otros. 

Con una banda semejante es difícil no crear música estupenda, pero es que, además, Conly hace exactamente lo que dice: escribir con la personalidad de sus músicos en la cabeza, casi específicamente para cada uno de ellos. Desde el principio el CD es dinámico y se muestra arriesgado, pero seguro de lo que ofrece; sin abandonar una óptica postfree, la música se mantiene abierta y no suelta el interés del oyente bajo ningún concepto. 

La excitante versión de Dolphy que abre el CD es el aperitivo para 10 originales muy variados que sirven como muestrario de los universos musicales de Conly. Universos que se ven enriquecidos por la enorme complicidad que manifiestan sus compañeros, que dan lo mejor de sí. Desde la empatía de la batería de Aklaff a las posibilidades que despliegan los saxofonistas (ambos doblan instrumento, Malaby tenor y soprano y Attias alto y barítono), todos los detalles sirven para realzar y mejorar uno de los mejores debuts del año. Y tratándose de Clean Feed, ya van unos cuantos. 

jueves, 26 de marzo de 2015

Sten Sandell / Mattias Ståhl - Grann Musik (Neighbour Music) + Elliott Sharp / Scott Fields - Scharfefelder (2007)


Reseña publicada originalmente en Tomajazz en julio de 2008: 
Hacer música en dúo siempre es una práctica dura y complicada. Exige una gran concentración, un conocimiento amplio de quien se tiene enfrente y, sobre todo, una capacidad fuera de lo normal para moldear el propio discurso sin pervertirlo, manteniendo la personalidad sin imponer ni dejarse arrastrar. 

Clean Feed, el valiente sello portugués del que podemos afirmar sin miedo que está entre los mas interesantes de los últimos años, ha editado recientemente dos dúos tan diferentes (¿o no?), que merece la pena comentarlos conjuntamente. Sus factores comunes son la espontaneidad y la falta de barreras para enfrentarse a la creación, pero el acercamiento de ambas parejas musicales a la improvisación tiene enfoques muy diferentes. 

Sten Sandell y Mattias Stahl son dos músicos de sobra conocidos en Suecia, a los que hemos podido escuchar en multitud de proyectos, desde el trío Gush de Mats Gustafsson al cuarteto de Stahl con Joakim Milder, Stahls Bla, por mencionar sólo un par de ellos. El dúo que practican ambos improvisadores tiene poco de eventual y parece que podría tener la continuidad que se merece, dada la impresionante conexión que comparten. 

Grann Musik es una orgía de ideas expuestas, compartidas y desarrolladas en un alarde de comunicación casi insultante. Los temas, aparentemente improvisados en el estudio, se suceden con una calma tensa, dejando que Sandell y Stahl los dibujen pacífica pero definitivamente. 

A pesar de que ambos músicos se sirven de un escueto abanico instrumental (el piano preparado o el glockenspiel aparecen ocasionalmente), no estamos ante un álbum de recursos o de trucos, sino de pura música improvisada. Partiendo de la reflexión y de un enfoque bicéfalo hasta el extremo, la propuesta de Sandell y Stahl es tan absorbente que uno no deja de volver a esta misteriosa música que parece imposible que haya sido creada por dos personas diferentes. 

Algo de ese mimetismo hay en Scharfefelder, el disco a dúo de Elliott Sharp y Scott Fields, dos francotiradores de la escena de Nueva York y Chicago respectivamente, que tienen a sus espaldas décadas de experiencia en frentes muy distintos. Con sólo dos guitarras acústicas, estos dos inclasificables guitarristas se enfrentan a doce temas en los que se dejan llevar el uno por el otro, y viceversa. 

La música aparece con un trabajo de composición previo mayor que en Grann Musik, lo que no quita que el volumen de improvisación sea tremendo. Con seis temas firmados por cabeza, la compatibilidad entre ambos a nivel compositivo es notable (aunque no completa) y el lenguaje de cada uno se deja condicionar sin ningún complejo por el del otro. 

Sin embargo, a pesar del altísimo nivel de compenetración que eso denota, Sharp y Fields juegan a un juego diferente al de los suecos, más peligroso y probablemente más exigente. Acción, reacción, tensión… El choque al que se someten ambos guitarristas hace saltar chispas y provoca en el oyente una desasosegante y placentera sensación de alerta. Desde luego, Scharfefelder no contiene música amable ni conformista, sino desafío en estado puro. La forma que tienen Sharp y Fields de enfocar la música puede resultar árida, pero sin duda es estimulante y un interesante revulsivo en la monotonía acústica que nos rodea. 

Dos dúos, dos propuestas iguales pero diferentes, que nos demuestran que la improvisación está mas viva que nunca, sea con más o menos éxito. Escúchenlo y decidan ustedes. Les garantizo que la experiencia, como mínimo, merecerá la pena. 

lunes, 23 de marzo de 2015

Marty Ehrlich and The Dark Woods Ensemble - Emergency Peace (1991)



En realidad, iba a escuchar otro disco, pero el reproductor de mi oficina me ha jugado una mala pasada y ha sido este viejo cedé de Marty Ehrlich el que ha acabado sonando. Y qué maravilla. Olvidadísimo lo tenía y, tras ponerlo casi sin ganas, me he enganchado desde el primer momento.

Jazz de cámara de una enorme categoría, con un Ehrlich brillante especialmente con los clarinetes y unos acompañantes de cuidado. La verdad es que el Dark Woods Ensemble es un trío de cámara compuesto por el propio Ehrlich, Abdul Wadud al chelo y Lindsay Horner al contrabajo. En dos de las piezas, el gran Muhal Richard Abrams se une al piano, y a la producción está nada menos que Lee Townsend.

Una auténtica maravilla que, con casi 25 años a sus espaldas, suena como si hubiese sido escrita e interpretada esta mañana.

jueves, 19 de marzo de 2015

Marcus Printup - Bird Of Paradise: The music of Charlie Parker (2007)


Reseña publicada originalmente en Tomajazz en octubre de 2008: 
Marcus Printup es uno de los Young Lions menos conocidos de los 90; un heredero directo de Wynton Marsalis (con el que puede mimetizarse hasta el extremo) y protegido en su momento de Marcus Roberts. Después de grabar y girar con Marsalis, la Lincoln Center Jazz Orchestra, Carl Allen y el propio Roberts, Printup fue desarrollando una carrera como líder bastante anodina. El chaval tocaba bien, pero sin contar nada nuevo. Uno de tantos.

Printup volvió a captar mi atención como sideman del gran Ted Nash en sus grupos más mainstream, protagonizando momentos estelares en los discos Still Evolved (Palmetto, 2003) e In The Loop (Palmetto, 2006). Después de eso, una vez más volví sobre el trompetista gracias a su anterior CD, Peace In The Abstract (SteepleChase, 2006), que me llamó la atención por la presencia de dos de los mejores músicos del momento: Greg Tardy y Marc Cary. Está claro que Printup sabe rodearse de grandes músicos, pero además de eso, encontré un valor añadido en su carrera mas reciente. 

Aparentemente, después de desligarse de la enorme sombra de Marsalis y Roberts, y de ver como su contrato con Blue Note se perdía en el limbo tras Nocturnal Traces (Blue Note, 1998), el joven trompetista ha ido desarrollando una carrera independiente en la que, dentro de sus posibilidades, intenta expresarse libremente. 

Por supuesto, su enfoque sigue partiendo del neo-hardbop y su intención no parece ser en ningún momento evolucionar o innovar sobre un lenguaje que le gusta tal y como es. En la grabación que nos ocupa, la rítmica japonesa de Peace In The Abstract repite un año después (¿tal vez el disco está grabado en Japón? SteepleChase no da ninguna pista al respecto...) y se mantiene sólida y atenta, cubriendo perfectamente su papel. 

En esta ocasión, tenemos a los saxos al ya mencionado Ted Nash, viejo conocido de Printup y uno de los grandes saxofonistas vivos. Su presencia en Bird Of Paradise garantiza un buen puñado de grandes momentos, que se hacen realidad en cada uno de sus solos. Por si fuera poco, Nash tiene la clase necesaria para improvisar al alto en un homenaje a Parker… ¡Sin emular a Parker en absoluto!

Así que tenemos una buena banda, un repertorio incuestionable firmado en su mayoría por Charlie Parker (incluido el excelente y poco versioneado “Quasimodo”) y un líder con ganas de hacer algo diferente dentro de la tradición. Y aquí viene el elemento diferenciador o, como mínimo, peculiar. Ante la ausencia de piano, el trompetista incluye en varios temas a Riza Hequibal, interprete de arpa que sale del aprieto con toda tranquilidad. En realidad, el arpa sólo le da un color al conjunto y algún que otro solo de lo mas apañado, pero merece la pena escuchar estos temas tocados como siempre, pero diferentes. 

En cuanto al líder, su lenguaje también ha mejorado considerablemente, y da la sensación de que ha alcanzado ese punto tan bueno en el que un solista se toma el tiempo para pensar sus frases y no tocar nada innecesario. Sonando más a Clark Terry y a Fats Navarro que a un paradigma más natural en este proyecto como sería Gillespie, su estilo y sonido parecen estar rozando algo bastante cercano a la madurez. 

Sin ser un disco inolvidable, Bird Of Paradise contiene una cantidad nada despreciable de buenos momentos, y la promesa de que Marcus Printup tiene cosas que decir, aunque sea atrincherado en la tradición. Y eso ya es más de lo que ofrecen muchos.

jueves, 12 de marzo de 2015

Paul Bley - About Time (2007)


Reseña publicada originalmente en Tomajazz en febrero de 2009: 
Después de una obra maestra como Solo In Mondsee, sería muy arriesgado sacar otro disco en piano solo por parte de casi cualquiera; pero Paul Bley es muchas cosas, menos cualquiera.

Por otro lado, Solo In Mondsee se grabó en 2001 y el disco que hoy nos ocupa, About Time, en mayo de 2007. Entre ambos hay tiempo suficiente para justificar una nueva obra aunque, tratándose de Bley, podría grabar a piano solo cada semana y seguiría siendo enriquecedor.

About Time es muy diferente a Solo In Mondsee. No tiene la gravedad, ni la trascendencia, ni el sentido de búsqueda de éste último, pero es un disco enorme que transmite una extraña sensación de cercanía al oyente. Grabado en estudio, uno llega a sentirse junto a Bley, compartiendo un momento de absoluta distensión y comodidad, con el pianista brindando un recital que suena más a confidencia que a concierto privado.

A lo largo de una larga improvisación, Bley despliega toda su maestría con tanto talento como sentido del humor, y se reafirma como uno de los mejores pianistas del mundo y, por supuesto, uno de los grandes nombres vivos del jazz. La segunda pieza, titulada “Encore” (a pesar de que se cita recurrentemente el tema “Pent-Up House” de Sonny Rollins), no es sino la guinda de un disco que, si bien ha pasado un tanto desapercibido entre las novedades del año pasado, podemos afirmar que está muy por encima de las entregas de muchos otros pianistas. Paul Bley, no obstante, no es un pianista cualquiera. 

lunes, 9 de marzo de 2015

Tetterapadequ - And The Missing R (2007)


Reseña publicada originalmente en Tomajazz en febrero de 2009: 
A veces intentarlo es suficiente. El mero hecho de arriesgarse es una recompensa y la búsqueda se convierte en el fin. And The Missing R, el CD que ha sacado el grupo Tetterapadequ recientemente en Clean Feed, es un alarde de búsqueda y de riesgo y, aunque haya momentos de gran irregularidad, la recompensa es real. 

Los miembros del cuarteto están muy compenetrados y se percibe en todo momento una gran atención a lo que ocurre a su alrededor por parte de todos ellos. Los cuatro jóvenes comenzaron a tocar juntos en el club De Pater (Holanda) y su nombre proviene de un acrónimo de “De Pater Quartet” al que le falta la “R” a la que se alude en el título del disco. Desde entonces, han desarrollado una música que debe casi tanto a la composición como a la improvisación y que transita por terrenos muy variados. 

No falta cierto sentido del humor, aunque la intención del cuarteto parece ser alcanzar un horizonte musical que signifique algo, o que tenga cierta trascendencia. Aunque presumimos que no hay un cerebro único detrás de la maquina, destacan inevitablemente el saxofonista Daniele Martini y el pianista Giovanni Di Domenico. Ambos tienen voces interesantes e inquietas, aunque pueden llegar a protagonizar pasajes un tanto exasperantes. 

Con todo, And The Missing R es una grabación estimulante en la que se descubren nuevos matices con cada escucha. Uno de esos discos raros sobre los que me siento incapaz de decidir lo bien que están. Eso si, de bien para arriba, y subiendo. 

miércoles, 4 de marzo de 2015

Simon Jermyn - Simon Jermyn’s Trot A Mouse (2007)


Reseña publicada originalmente en Tomajazz en junio de 2009: 
Reconozco que este disco me ha conquistado desde el primer momento. No solo por contar con dos de los saxofonistas más interesantes del momento, sino porque la música de Simon Jermyn me enganchó rápidamente, sin darme cuenta. 

Creo que propuestas como esta son las que deben dibujar cierto segmento del futuro del jazz. Jermyn es un joven irlandés que parece tener multitud de referentes musicales y eso actúa en favor suyo, dotando a sus composiciones de un carácter muy apto para llamar la atención del oyente con facilidad. 

Mediante un gran sentido de la melodía, los temas de este disco parecen desarrollarse de manera completamente natural, como si los músicos tomaran un motivo muy sencillo y se dejasen llevar por él hasta el final de la pieza. El concepto no es demasiado original, pero está tocado con gracia y con mucho gusto, y eso es suficiente para engatusar al abajo firmante. 

También hay que tener en cuenta que gran parte del éxito de Trot A Mouse radica en Loren Stillman y Chris Speed, dos instrumentistas capaces de levantar un disco con su sola presencia. En un principio podría parecer que el estilo quebradizo del primero y el carácter cerebral del segundo no van a funcionar juntos, pero ambos muestran una gran compenetración, y resulta delicioso escucharles mano a mano. 

Trot A Mouse es un disco de matices y de intensidad creciente; un disco en el que sumergirse despacio para dejar que nos arrastre su envolvente marea. Es mejor no pensar mucho en él y, simplemente, escucharlo. Como con la buena música, vaya. 

lunes, 2 de marzo de 2015

Mario Pavone double tenor quintet - Ancestors (2008)


Reseña publicada originalmente en Tomajazz en febrero de 2009: 
Mario Pavone lleva unos cuantos discos publicados con el sello Playscape, todos muy recomendables. En ellos, la lista de colaboradores habituales del contrabajista es más que destacable: Steven Bernstein, Tony Malaby, Paul Bley, Matt Wilson, Gerald Cleaver, Peter Madsen, Michael Sarin… Nombres que garantizan que el producto que factura Pavone es de mucha categoría y, con toda seguridad, de un alto interés. 

Ancestors, firmado por el Mario Pavone’s Double Tenor Quintet, presenta ocho originales arreglados por Steven Bernstein, Dave Ballou, el guitarrista (y director del sello Playscape) Michael Musillami y el propio Pavone, a razón de dos temas por cabeza. El resultado, un disco redondo y potente que mantiene el nivel de principio a fin. 

Los saxos de Tony Malaby y Jimmy Greene, de raíz bien distinta, se complementan de manera explosiva y son una de las principales claves del éxito del proyecto. El primero, con su sonido carnoso y su estilo impredecible y el segundo, con el tono cálido y musculoso de los tenores clásicos unido al lenguaje post-bop contemporáneo que pocos instrumentistas de su generación dominan como él. Peter Madsen también está en una forma excelente y brinda unos cuantos solos magníficos y Gerald Cleaver sigue tan sólido y atento como siempre. 

Buena banda, buenos temas, el contrabajo profundo y firme de Mario Pavone y la inspiración de maestros como Andrew Hill y Dewey Redman, a quienes está dedicado el CD. Todo esto y mucho más es lo que contiene Ancestors, uno de los mejores discos del año pasado. No se lo pierdan, de verdad. 

otros días, otros discos

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