domingo, 22 de noviembre de 2009

Lo que debo a mis amigas. En torno a “Jesus Blood Never Failed Me Yet” (arreglo orquestal de Gavin Bryars), por Chema García Martínez

Jose María García Martínez, Chema, es un nombre conocido por gran parte de los aficionados al jazz. En los últimos años es principalmente por su carismáticos textos en el diario El País, aunque su trayectoria abarca tres décadas en diversos medios como el diario Ya, Quartica Jazz o Cuadernos de Jazz, entre muchas otras publicaciones. Toda esa experiencia hace que Chema sea uno de los pocos profesionales (muy pocos) que saben lo que dicen/escriben dentro de la prensa general.

Para algunos es un histórico de "la crítica joven", para otros un periodista polémico, un cronista sagaz o un nombre ineludible y valioso para el jazz en España. Aunque en realidad es todas esas cosas, y unas cuantas más.

Para mi es simplemente Chema, un amigo y un tipo entrañable; con sus cosas, por supuesto, y el toque justo de extravagancia, pero así es como es y así es como nos gusta.

Su colaboración en este humilde blog es un pedacito de sí mismo que me cede gentilmente. Auténtico y escrito desde las entrañas, como no podía ser de otra forma.


Lo que debo a mis amigas. En torno a “Jesus Blood Never Failed Me Yet”, arreglo orquestal de Gavin Bryars
En invierno es mejor un cuento triste



Tengo una amiga, Loreto, que se empeña en quererme, aunque no sé por qué, y no solo eso. También quiere que me quiera. Mira que me lo pone difícil.

A mi edad, descubrir que uno sigue siendo el mismo adolescente tornadizo y “psicoanalizable” de hace algunas décadas le convierte a uno en un objeto digno de estudio. La buena noticia es que lo dicho también puede tomarse como la demostración fehaciente de que uno está vivo, pese a lo mucho que lleva recorrido. Y, porque lo estoy, hay músicas, y películas, y libros que pasan por delante de mí sin rozarme siquiera, y ya pueden ser obras maestras, que ni así. Y otras de una obvia mediocridad que me roban el alma sin entender el motivo. Luego uno ve a los colegas de profesión en su lugar de trabajo, libreta en mano, mientras diseccionan el “corpus delicti” con frialdad de cirujano para luego emitir su veredicto justo y equidistante; y se ve a sí mismo revolcándose en los sentimientos que la música buena, mala o regular le genera (llorando a moco tendido en medio de un concierto) sin que haya fuerza humana ni divina que lo impida, y termina por concluir que, acaso, debería estar dedicándose a otra cosa. Las labores de bricolage, en las que soy experto, por ejemplo.


Soy irracional y me alimento de irracionalidad, lo que, acaso, explique algunos de mis comportamientos para los que no encuentro explicación. Por ejemplo, mi empeño en curar la tristeza escuchando música desconsolada, amarga y deprimente, cuanto más, mejor. De Billie Holiday (“Glad to be unhappy”) a Chet Baker (“Sad Walk”) o mi preferido: “Jesus Blood Never Failed Me Yet”, arreglo orquestal de Gavin Bryars en torno a una no muy atractiva cantinela de mendigo, que el lector puede escuchar en la versión recortada que circula en YouTube con el añadido algo inoportuno de la voz de Tom Waits, según finaliza. Otra amiga, Marirosa, me explicó que, en realidad, se trata de una historia triste que termina bien, o eso creí entenderla, al menos. Claro que ella es una persona inteligente. La única que conozco capaz de extraer una concusión perfectamente sustentada en su argumentación después de ver “Let´s get lost”, la película de Bruce Weber sobre el príncipe de los músicos de jazz deprimentes, Chet Baker.


El otro día, mi amiga “O.” me hizo entender porqué soy como soy, y que todas las cosas que me suceden tienen una explicación. Lo que sigo sin entender es por qué, cuando estoy triste, me empeño en escuchar a un viejo en estado de embriaguez cantando un himno religioso apolillado y absurdo.


Chema García Martínez
, noviembre de 2009

5 comentarios:

chema dijo...

esas cosas que dices de mí... te has pasado. No me queda otra que aceptar tus palabras con la modestia debida. Todo esto que dices me llena de orgullo proviniendo del autor de este blog del que, lo sabes, soy "fan" rendido. !Gracias, amigo!. Nos vemos en algún lugar de este mundo absurdo y sin sentido. Chema

Chema García Martínez dijo...

!Ah!,y muy feliz primer aniversario de "Un día más, un disco más"

Yahvé M. de la Cavada dijo...

Muchas gracias Chema! Es un lujo tenerte por aquí, ya lo sabes.
Nos vemos, sin duda, y que sea pronto!

Anónimo dijo...

Lo que debería hacer García Martínez es pedir disculpas por todas las mentiras que ha estado contando sobre el festival de sigüenza. Como periodista, este señor me parece un impresentable.

Yahvé M. de la Cavada dijo...

Querido anónimo,

Tu comentario tendría mucha más enjundia si no fuese firmado así, como anónimo.

No pretendo, ni mucho menos, defender a Chema, que eso lo hace el solito. Aquí te dejo el link con comentarios del susodicho al respecto, que espero te sirvan de algo.

http://chemajazz.blogspot.com/2009/12/verdades-y-mentiras-sobre-el-caso.html

otros días, otros discos

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