La incorporación de live electronics manejados por Gustafsson y Haaker Flaten es un gran acierto, al igual que tener a Steve Albini en la mesa de sonido.
Caña burra de la buena. Albert Ayler estaría orgulloso.

De lo mejor que he escuchado este año, con diferencia.
Nota: Pinchando en la portada puedes escuchar el disco en Spotify. Y dale volumen.
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