Reseña publicada en Cuadernos de Jazz en marzo de 2009

Así se hacen las cosas, sí señor. Con buen rollo, sin complejos, pretensiones ni tonterías, tocando música y nada más; eso es lo que ofrece el primer disco del batería Pere Foved. Y la verdad es que la cosa funciona estupendamente, sonando fresca y desenfadada.
El amplio bagaje de cada miembro del grupo da un color muy especial a la música: David Pastor, con su precioso tono y su capacidad para pasar de Miles a Woody Shaw con toda naturalidad, Jordi Franco y sus contagiosas líneas de bajo y, especialmente, el guitarrista Andreu Martínez, que parte de un carácter a la Scofield para acabar exprimiendo el instrumento al máximo.
Juntos, con la electrizante batería del líder guiándoles, consiguen algo tan valioso como difícil de ver: música que se resiste a ser clasificada, que bebe de muchas fuentes y aspira a ser todas ellas a la vez. Pero sobre todo, música buena y, tomen nota, muy divertida. Ahí queda eso.
Yahvé M. de la Cavada
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